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Fútbol, literatura y dibujo

Bogino: "Me he refugiado en cosas que me dan sentido"

Escribe libros y pinta: "Pude escribir mi nombre en otro lado que no fuera la camiseta". Recuerda con amor a Paraná: "Ahí me hice jugador de fútbol, en el Grella. Allí fui feliz". Otra mirada del fútbol con el ex central rojinegro.

A sus 34 años de edad, Ignacio Bogino atraviesa la última etapa en el fútbol y durante este tiempo disfruta haciendo lo que le gusta mientras va analizando el futuro. “Hace 2 años estoy haciendo un proceso de construcción, que se empezó a aplicar con el feminismo, y lo empecé a aplicar en mi carrera que bueno que no se si será en 2 o 3 años el final en algún momento llega entonces empecé a prepararme”.

El defensor central brindó junto a El Pelotazo otra mirada del deporte que apasiona a los argentinos y su incursión en el mundo artístico que le sirve para sanar viejas heridas y pensar en el futuro post retiro. Ignacio también habló de su huella por Patronato, lo que significó el Rojinegro en su carrera.

“Hace 2 años me separé, mi hija vino a vivir a Rosario y entonces fue un tema de ir poniendo prioridades. Me fui acomodando, empecé a buscar lugares donde me sentía cómodo para jugar, empecé a desarrollar las cosas que siempre me gustaron y ahora siento que si me transforme en otra cosa en este tiempo”, contó el jugador que actualmente está instalado en la ciudad santafesina por la pandemia.

“Al jugador de fútbol lo tengo metido adentro y me sigue haciendo cosquillas, pero lo más probable es que me quede acá en Rosario. Estoy como medio pinchado con el tema de salir armar todo de nuevo lejos de mi hija, eso me esta jugando bastante en contra y voy haciendo pequeños duelos. Estoy en ese periodo de crisis”, sentenció el defensor de Brown de Adrogué que milita en la Primera Nacional.

RETROSPECCIÓN

"Ahora que pasó el tiempo puedo hacer una revisión del pasado y para mi la carrera fue muy gratificante y difícil en muchos aspectos", manifestó. "Siempre del lado de la balanza que fue positiva, lo que más me gustó siempre del jugador de fútbol es jugar, no todo lo que conlleva ser jugador, toda la responsabilidad que opaca el juego como el tema del dinero, el resultado, son cosas que a mi siempre me pesaron bastante. Si me preguntas qué extraño, yo siempre trato de no mirar tanto para atrás. A veces voy corriendo veo una hoja y salto a cabecear. Me agarra melancolía y no quiero entrar en esos lados. Hay que saber soltar".

"Estoy muy agradecido, quiero que mi agradecimiento sea esa libertad de dejarlo en paz y no quedarme pegado en esa foto. La experiencia muere con uno. Y eso está bueno entenderlo, por lo menos a mi me hace estar más liviano, aunque bueno cuando uno ve una camiseta o una foto de algún compañero se le mueve todo", señaló.

"Estoy tratando de entender todas las cosas así, como un cambio como una especie de crecimiento y creo que la manera de crecer es soltar. Uno nunca puede tampoco soltar del todo, todavía me sigo sintiendo jugador. Me han pasado cosas en la vida que a uno lo han hecho elegir y es así. En este momento está difícil para que siga pero se verá, trato de respetarlo y soltarlo si hay que soltar", reflexionó con respecto a la encrucijada que le genera la pandemia y su continuidad en el fútbol profesional, que comenzó en el año 2008 vistiendo la camiseta de Rosario Central.

Y en esta época de pandemia y cuarentena le genera aún más dudas de su retorno a la actividad. “El cimbronazo del principio fue muy extraño. Desde el club nos pasaron rutinas para que hiciéramos en los espacios que teníamos, pero eran bastante difícil de llevar a cabo. Después se extendió se pudo salir un poco, cambió un poco el panorama. En este sentido de trabajar físico no se sabe cómo se volverá a recuperar todo eso”.

“Cuando empiece nuevamente la actividad post cuarentena hay que ver cómo será ese cimbronazo de párate en la dinámica del deporte. Hay que ver como son los partidos, el ritmo de juego. Supongo que ese va a ir adaptando y modificando con el tiempo a medida que se empiece a jugar”, consideró.

Todas estas situaciones modificaron la rutina de muchas personas y en Bogino generó algo más como la incertidumbre y el cambio de ánimo.“Creo que aparte de estar encerrado hay un golpe anímico y psicológico de no saber qué pasará en el futuro, como le pasara a todos no saber cómo se va a desarrollar esta nueva normalidad que a poco va saliendo pero que es difícil de sostener”.

“Había una angustia que era muy difícil, el primer tiempo fue medio difícil. Me vine a pasar el fin de semana a Rosario con unas remeras, el jeans y no volví más, volví a hacer la mudanza al departamento y todo ese tiempo fue difícil porque se pusieron muchas cosas en juego, el miedo de por medio que paraliza”, contó.

Pero también le generaron nuevas inspiraciones literarias y artísticas. “Las primeras dos semanas fueron complejas y después más o menos empecé a leer y producir nuevamente para poder enfocarme de nuevo y hacer cosas. Había empezado una novela antes de la cuarentena y ahora ya la estoy terminando. Como que pude hacer algo con ese tiempo pero también en lo personal se me modificaron muchas cosas”.

“Ahora estoy en rosario no se que voy a hacer con mi futuro. Como qué pasó mucho tiempo, el pasado se va plegando pero en verdad pasó mucho tiempo con muchos estados de ánimo en el medio. Ahora dentro de todo estamos acomodados”, sostuvo.

PATRONATO: “En el Grella me hice jugador de fútbol”

Nacho formó parte del plantel de Patronato durante 4 años, con buenos partidos y altibajos antes de su despedida en 2015, pero los recuerdos para el futbolistas de su estadía en Paraná son de los mejores. “Fue un lindo momento porque ser una etapa muy feliz en Paraná, adentro de la cancha. Lindo volver a esos momentos y emotivo. Me sentí muy querido en Paraná. Para mi es lo mismo que la amistad poder haber recogido algo que tiene valor, más allá de los resultados y cómo se dio para mí fue una experiencia de crecimiento absoluto. Me han hecho muy feliz”, destacó.

“En el Grella me hice jugador de fútbol. Uno cuando está más grande ve por etapas, lo que permite hacer una mirada más amplia y esa fue una etapa de juego pleno. Jugaba todos los partidos, disfrutaba, me sentía querido, me gustaba la ciudad, fue un golazo esa experiencia”, sostuvo Bogino que mantiene los mejores recuerdos del club.

LITERATURA: escribir para sanar

Hace 5 años atrás un momento traumático de su vida, tras un grave accidente automovilístico de su hermana, encontró en la escritura una forma de sanar ese momento de angustia y dolor. “Ahí se dio un hueco con el fútbol y fue una manera de poder sobrevivir y sanar esa experiencia. Así empecé ese proceso que se detuvo por un tiempo y volvió a surgir cuando me separé”, recordó el defensor central de Brown de Adrogué.

Con el tiempo comenzó un taller de escritura con Gabriela Cabezón Cámara. “De ahí escribí una serie de cuentos y uno de ellos es ‘Jugador de Fútbol’ que habla de la situación esa que tuve con mi hermana y el fútbol, esa dicotomía. Es algo gratificante porque fue un lugar ganado después”.

“Jugador de fútbol fue poder escribir mi nombre en otro lado que no sea la camiseta. Fue un pase de habilitación del fútbol a la literatura. Fue inscribirme en otro lugar creo que es lo que de alguna manera me hizo sentir que lo podía hacer y un símbolo de ese cambio”, destacó sobre su primera publicación que fue lanzada en julio de este año, en medio de la cuarentena.

DIBUJO: su forma de expresión

La vida de Bogino también se expande a la pintura y el dibujo, esa expresión que fue desarrollando desde chico, se detuvo un tiempo cuando comenzó a ser futbolista profesional y revivió en la capital entrerriana cuando lo invitaron a presentar sus obras en una muestra.

De niños es el primer lenguaje que tenemos, la primera expresión que después nos la sancionan porque no es lindo o estético según otros, según un grande que te dice cómo tiene que ser”, expresó Bogino. Y agregó: “Yo tuve la suerte de hacer cosas parecidas a la realidad entonces me fueron dando para adelante y no me lo pude sacar de mí”.

“Lo fui desarrollando, si bien cuando empecé a jugar profesionalmente lo dejé de lado por esto de los estereotipos, de tener que cumplir ese rol de jugador de fútbol que son mandatos. Después me di cuenta que era mucho mejor jugador y persona cuando me uní a esas cosas y empecé a volver a ese amor. Hoy lo tengo como una necesidad”, señaló.

La faceta artística con el papel, el lápiz y la pintura resurgió en Paraná cuando inició con el taller de Germán Yujnovsky. “Eso me permitió conocer un montón de gente hermosa y también parte de la experiencia y de esas cosas paralelas que va dejando la carrera. Es una ventanita importante la pintura”.

“Mi primera muestra fue en Paraná, que me invitó Diego Páramo, donde expuse unas caricaturas en una muestra de fotografía y a la vez fue un inicio porque empecé a entrar en ese camino de la pintura y la ilustración como de manera mucho más real. Empecé a sentir que había todo un lugar para descubrir por ahí”, contó el defensor que reconoció que tiene todos sus elementos para pintar e ilustrar en Buenos Aires y en Rosario solo “puedo pintar nada más que paredes”.

Bogino revalorizó la importancia de contar con amigos y apoyo donde sea que esté para poder desarrollar lo que uno desea. “Muchas veces los futbolistas estamos muy solos porque vamos de un lugar a otro picoteando y lo que te va protegiendo es la gente, el calor de la gente que te vas encontrando en esos lugares. Sino quedas más desprotegido y verdaderamente no podes rendir dentro de la cancha”, precisó.

“Muchas veces hay jugadores que llegan a un club donde en otro lado fueron un fenómeno y en ese lugar no tuvieron el amor, ni la contención y no se adaptaron de esa manera. Creo que tiene que ver con eso” consideró Nacho.

RADIO: “Me generó felicidad”

Su paso por Temperley le permitió conocer nuevos amigos y grandes personas con quien aún mantiene la amistad. Con uno de ellos también incursionó en la radiofonía. Final del Juego es el programa que comenzó en 2016 junto a su amigo Leonardo Di Lorenzo en una radio de Buenos Aires.

“Me generó felicidad. Fue jugar a otra cosa, era encontrarme en un lugar nuevo experimentarlo. Me gustó un montón sentirnos tan libres. Hay muchos canales de fútbol, mucha nota a jugadores pero creo que la verdadera voz nunca se escucha porque está un poco modificado por los medios por cómo funciona el aparato del fútbol. Ahí estábamos muy libres podíamos decir lo que queríamos a la vez dábamos un mensaje porque tuvimos 4 temporadas peleando el descenso”, reconoció.

“Para nosotros fue un gesto político hacer el programa y además lo hice con un grupo de amigos que en momentos difíciles estuvieron conmigo. Mucho amor lo mismo que dentro de la cancha de manera por ahí más genuina porque era por placer de estar juntos y hacer algo. Fue lindo y modificó algo porque fue el inicio de empezar a tener una voz y escribir. Siempre estuve ligado a la pintura, la música movimientos que siempre necesité para canalizar cosas personas y hacer el programa fue un gesto muy importante”, manifestó Bogino.

MÚSICA

La rama artística de Nacho continúa con la música, un pasatiempo que aún no desarrolló del todo. “La música es algo que tiene que ver con todo, es tan necesario e importante para mi pero es de las cosas que me gustan que menos desarrolle en el sentido que, la pintura la escritura es algo que si lo puedo abrir y esto todavía no”.

“Es como algo más personal y de conexión con uno mismo y lo quiero para eso. No quiero sacar un disco por ahora, capaz que después me pinta”, reconoció el futbolista que por el momento se encuentra alejado de su guitarra que se encuentra guardada en un dèposito junto a sus pertenencias a la espera de poder realizar una mudanza.

BÚSQUEDAS ABSURDAS QUE NO TENÍAN SENTIDO

“Es un poco lo de las cosas que nos puso de cara la pandemia esas cosas reales que uno se había olvidado entre tantas busquedas absurdas que no tenían sentido, bueno acá está lo real”, reflexionó el defensor.

“El marcador central filósofo, en uno de los cuentos de Pedro Saborido, pasa lo mismo, te dice que no te hagas tanto problemas si te erras un gol. Aparte es como una enseñanza personal porque yo mucho tiempo no pude disfrutar de la carrera por todo ese peso, más cuando jugaba en Central con todo lo que se vivía en la ciudad era perder un partido y pasar 4 días mal, culpable y la exposición si te ven”, sostuvo.

“Lo mismo cuando los partidos son televisados que quedan afuera y que después te das cuenta que no es real y es parte de lo humano errar. Entonces cuando empezaron a caer todos esos fantasmas de mi, empecé a disfrutar el fútbol. Chau, si se erra se erra. Siempre con buena intención y tratando de hacer lo mejor”.

Asimismo, Bogino considera que es importante sacar el dramatismo a todas esas situaciones. “A mi lo que me hizo entender es el valor de cada cosa que no me tenía que convencer al entorno de por que yo haya cometido un error era culpable de algo porque el error está en todos nosotros. En el que señala también está el error todo el tiempo. Nada más que no tiene otro que se lo señale en el diario y lo pone en una nota. Entonces aprendí esas pequeñas cosas, obvio que todo tiene que tener un peso porque sino me quedaría en mi casa y no podría hacer nada”.

“Creo que el deporte es competitivo y se juega a ganar, pero se puede perder y entender eso es más liviano nada más. Porque en el único lugar donde se puede modificar es en la cancha de fútbol y después llegar y estar mal con la gente que te rodea no tiene sentido y a mi me pasó mucho tiempo eso”, consideró Ignacio Bogino.

DE AMIGOS

El fútbol le dejó grandes amigos y compañeros, entre ellos Di Lorenzo con quien emprendió el programa radial. “Me encontré un hermano, teníamos una búsqueda parecida nos encontramos haciendo amigos por los libros. Creo que eso fue lo que nos enganchó y de ahí le propuse hacer el programa de radio para tener una voz, para compartir algo y ya empezar ese camino de hacer algo diferente”, sostuvo Ignacio.

“Ahí empezó también el proceso de escritura de alguna manera. Empezar a conocer gente que escribía, desmitificando también eso de que el escritor tiene que ser una persona erudita. Con Leo me hice muy amigo qué es la cosa más importante que te va dejando el fútbol, la experiencia y los momentos vividos”, recordó y manifestó que lo extraña mucho ya que Di Lorenzo se encuentra en Buenos Aires. “Formamos una gran amistad, porque de a uno también es más difícil encontrarse y se necesita otro para no ir sólo al muere”.

Una amistad formada en Paraná fue con el fotógrafo Mateo Oviedo, a quien lo conoció tras una nota para un medio gráfico de la ciudad. “La vida es siempre como casualidades que te van llevando de un lugar a otro, pequeños movimientos que uno no se da ni cuenta y de repente se cruzó todo. Y de esos cruces salen cosas lindas. Salió una super amistad con Mateo y toda la banda que siempre me recibe en Paraná cada vez que voy y bueno es eso el pedazo de uno que vuelve ahí a recordar esos momentos donde uno fue feliz para que sigan sucediendo entonces como no voy a estar agradecido al fútbol”, señaló.

El Pelotazo le obsequió un video con un saludo de Oviedo, quien también recordó la anécdota cuando fue a visitar a su amigo a Buenos Aires y fue a la cancha de Temperley en el partido contra Belgrano de Córdoba. Con Mateo en la tribuna, Nacho Bogino fue el autor de uno de los tantos del equipo de Turdera. “Fue re loco porque imaginate que hice goles en Patronato y lo poco que hice, y que vaya justo contra Belgrano haberle hecho un gol fue como divertido. Son esas cosas mágicas que salen de los encuentros. Uno se debe hasta predisponer para que esas cosas sucedan”, comentó.

Justamente Oviedo fue quien retrató la imagen seleccionada en El Pelotazo para que Bogino cuente quién es su hija Vera en su vida. “Esa foto la sacamos en la casa que me hice y que tiene que ver también con esto del fútbol y lo que uno busca o que queda en esa búsqueda que es que es pelear con las necesidades que uno tuvo y mi hija. Ahora estoy con ella todos los días y esto de quedarme acá en Rosario es otro partido”.

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