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Solioz, Falcón y Gatica

De cuando la gratificación propia encuentra resguardo en otra pasión

Esta es la historia de tres atletas entrerrianos de elite que cambiaron de deporte. Ahora incursionan en el mundo del pedestrismo tras pasar por otras disciplinas. Los caminos de la vida.

Las etapas cumplidas o la frustración, la edad, el haber cumplido las metas, los malos resultados, los caminos de la vida, lesiones y muchas otras circunstancias modifican muchas veces los planes de cada deportista. Pero para gratificación propia encuentran resguardo en otra pasión. Así lo sienten actualmente Andrés Solioz, Maximiliano Falcón y Mauricio Gatica que cambiaron de deporte. En el mano a mano con El Pelotazo repasaron su cambio de rutina del agua al pedestrismo (Solioz y Gatica) y del fútbol a las ultramaratones (Falcón).

Andrés Solioz

“Plantearme objetivos es lo que me fortalece y da ganas. Tiene que ver también la fortaleza mental, proponerse algo y cumplirlo haciendo todo lo posible”, reconoció Solioz que a los 42 años decidió cambiar el chip y de las aguas abiertas pasó a correr maratones. “En su momento tomé la decisión por una cuestión de salud ya que me hice estudios y salieron mal”, recordó.

De su etapa compitiendo en las pruebas acuáticas más importantes de la región, como la Hernandarias-Paraná o Santa Fe-Coronda , Solioz destacó la importancia de terminar después de tantas horas una carrera. “Después de tantos kilómetros llegar y tocar la chapa es el broche de oro de tantos años de trabajo y dedicación. Es un esfuerzo conjunto, de uno mismo con la familia, los entrenadores, amigos, la gente que menos pensas que también está haciendo el aguante”.

Tras seis Hernandarias-Paraná, en 2007 terminó su etapa en el agua, y sin dejar de lado el mundo acuático comenzó a incursionar en el pedestrismo. Su larga trayectoria en la natación le sirvieron como base física para encarar una competencia corriendo. “Me fortaleció mucho para poder cumplir las metas que me proponga”, destacó el paranaense que a su vez precisó que en el entrenamiento uno puede cumplir el objetivo, pero la adrenalina de la carrera cambia las cosas.

“En la maratón de Buenos Aires, del kilómetro 34 al 37 tuve un tirón en la pantorrilla, un proceso normal que a todos le sucede. Ahí me decía a mi mismo cómo podía ser si en los entrenamientos no me pasó, pero la presión competitiva es distinta. Ahí intervino toda mi preparación en la natación y siempre manteniendo el objetivo de completar la carrera”, manifestó.

Tiempos de cambio. Para Solioz las formas de entrenamiento cambiaron y la preparación es distinta a las que tuvo que atravesar en su juventud. “Ahora no se hace lo que me tocó a mí o a otros nadadores. En el verano directamente íbamos al río, no a la pileta, y cada vez era con más distancia. Es algo que te va fortaleciendo psicológicamente”, señaló.

“Siempre me quedaron las palabras de Silvia Dalotto, que fue las que nos metió en el camino de aguas abiertas. Nos decía 'la primera es la más linda" porque no sabías a lo que te ibas a enfrentar y así fue. La segunda Hernandarias-Paraná ya sabía el tiempo que demorabas de Hernandarias a Puerto Brugo y así sucesivamente y la cabeza trabajaba diferente”, reconoció. Asimismo, en la tercera carrera comenzó a trabajar con un psicólogo deportivo para trabajar sobre aquellos tramos que se le hacían más complicados.

Hoy por hoy sigue ligado en la organización de la "Maratón Acuática Ciudad de Paraná" Villa Urquiza-Paraná que tendrá su próxima edición el 7 de marzo de 2020.

Maximiliano Falcón

“Siempre cargué con una mochila muy grande por no triunfar en el fútbol. Conocer el Triatlón fue sorpresivo y una cosa llevó a la otra y pude convertirme en el primer paranaense en hacer un Ultra Maratón”, manifestó Falcón que tuvo en su historial presencias en Huracán, Patronato y Olimpia de Paraguay.

El paranaense es profesor de educación física, incursionó en carreras de aventura y de call y hace más de cinco años se dedica al triatlón. El inicio de su presente no fue fácil ya que tuvo que atravesar un duro proceso tras su frustrada carrera en el fútbol.

“Tenía trabajo y todo, pero deportivamente me sentía mal. Lamentablemente me pasó y la gente me consolaba, sentía que dejé pasar una oportunidad muy grande. Apareció el triatlón y me propuse no fracasar y lo logré”, señaló Maxi que se convirtió en ultratriatleta tras superar los 602 kilómetros del Ultra Triatlón Atletas Extremos en Villa General Belgrano, Córdoba en marzo de este año con 38 años de edad.

“Empecé con un Medio Ironman (son 1.900 metros de natación, 90 km de bici y 21 km pedestre) y después hice el Ironman de Brasil (son 4000 metros de natación, 180 km en bici y 42 km pedestre)”, recordó Falcón sobre sus comienzo en la disciplina.

El paranaense reconoció que fue una experiencia dura donde “no fue fácil y donde es imposible no quebrarse porque mi paso del fútbol al Ironman implica un gran cambio. Pienso que cada persona nace con ciertos rasgos para los deportes. Por ejemplo a ellos (Gatica y Solioz) se les hizo más llevadero ese paso del agua al Ironman porque saben enfrentar la cabeza”.

En el Ultra Triatlón la primera jornada consistió en nadar 10 kilómetros en el lago Los Molinos y 200K en bicicleta por rutas cordobesas (con 3.000 metros de desnivel acumulado); la segunda fue exclusiva a pedal, con una etapa de 300K (y otros 5.000 metros de desnivel total); la tercera fue trote a lo largo de 92K por las calles de la Capital Nacional de la Cerveza. Falcón terminó octavo en la general con un tiempo de 37 horas, 35 minutos y 9 segundos.

“Después de este tipo de carreras no importa tanto la posición o un puesto porque nadie vive de eso. Yo al otro día me levanto y voy a trabajar”, señaló. En su rutina diaria, Maxi contó que le dedica 3 horas por día al entrenamiento. “Por la mañana trabajo de profe de educación física, a la tarde de personal trainner y después me acomodo el tiempo para entrenar. Por ahí hay desventaja por que compite con otras personas que cuentan con más tiempo dedicado al entrenamiento”, remarcó.

Mauricio Gatica

“Colgué la toalla y la antiparra. Dejé de nadar en aguas abiertas para pasar al triatlón, pero sigo nadando todos los días. A 6 horas de aguas las cambié por 1 o 2 horas y al resto para dedicarlas a pie y a la bici. Hago entre 5 y 8 horas diarias”, manifestó Mauricio Gatica el hombre oriundo de Bovril que dio un paso al costado a las aguas abiertas por distintos contratiempos.

“Lo decidí por mi cuenta porque me veía trabajo. Desde el Comité Organizador de la Santa Fe Coronda me mandaron a hacer una clasificación que no me correspondía en el 2018. La hice, bajé los tiempos y no me convocaron, algo que nunca tuve respuesta alguna. Tampoco nunca tuve mucho apoyo de la Federación entonces decidí que era el momento de dejarlo de lado y dedicarme al triatlón”, relató Gatica.

“Creo que fue algo personal, porque la última carrera en 2017, tuve que abandonar en nocaut técnico y en los análisis después salió que tenía Hepatitis A En ese momento mi viejo me sacó me llevó a un hospital. Tal vez hubo un enojo de los sponsor, nunca me dieron una explicación, por eso supongo que fue algo personal”, señaló.

Tras eso decidió incursionar en el Triatlón. Empezó a entrenar junto con Maxi Falcón, después con Yami Alarcón y luego con Elías Uner. “Este deporte me llena. Tuve mi tiempo de duelo al dejar la natación y lo pude superar. Maxi me mostró el camino de la disciplina. Además para competir no necesito estar en una federación para participar de un Ironman que se convirtió en mi objetivo”, precisó.

“Debuté hace poco en medio ironman. Me fue muy bien, lideré la carrera hasta las bicis y a pie ya me quedé. Quedé 12 en la general con un tiempo de 4 horas 14 minutos. Es algo que me da muchas ganas de ir para adelante”, contó Gatica que además le dedica tiempo al estudio en la carrera de Contador.

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