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Iván el terrible

El museo, goles, patadas y recuerdos del Pelado Furios

Las prácticas con Diego, el debut con Bianchi y los goles a River. Jugar en la nieve, la Dodge de sus sueños, el amor por su abuelo y Patronato y la pasión del kárting. A los 41 piensa en el retiro y quiere ascender con Olimpo.

En los últimos capítulos de su carrera como futbolista, que comenzaron de niños como un deporte más y en 1999 comenzó a ser su trabajo, Iván Furios espera el retorno de la actividad para comenzar a desandar el final de su trayectoria en el campo de juego con Olimpo de Bahía Blanca. Con 41 años, el defensor paranaense vislumbra un futuro ligado al fútbol y aprovecha el tiempo poniendo a punto su museo personal.

En el guarda las camisetas que vistió: Boca, Chacarita en dos oportunidades, Alianza Lima (Perú), José Galvez (Perú), Instituto de Córdoba dos veces, Neuchâtel Xamax (Suiza) Aldosivi, Olimpo y por supuesto Patronato y Atlético Paraná. Todas casacas con mucho valor sentimental y también atesora aquellas que ha cambiado a lo largo de sus más de 20 años de trayectoria.

“Tengo que terminar de ordenar, pero hay de todo un poco como guantes de arqueros que han atajado conmigo, las camisetas que han tocado vestir, pelotas, botines que he guardado que tienen poco color porque soy de la vieja época y fruto de que mi vieja los ha guardado desde que empecé”, contó el marcador central que además posee premios, fotos familiares y otras tantas cosas que ha guardado con el paso del tiempo. “Hay fotos con pelo pero en blanco y negro, en la Liga Paranaense de Fútbol, en la Sub15 que dirigía Cari Espinoza; trofeos donde me elegián de figura deportiva”, comentó.

Hasta reconoció que muchos coleccionistas le han querido comprar camisetas “hoy por hoy es un recuerdo que mantengo”. “Tengo varias de Boca, Racing, River que son las que casi todo el mundo quiere tener. La más significativa y por la calidad de jugador es la de la Bruja Verón en Estudiantes de la Plata, que la pude cambiar gracias a un amigo en común que es Pablo Lugüercio, en un partido en la cancha de Quilmes”, recordó.

“Por ahí los que me quieren comprar son fanáticos, como por ejemplo uno de Olimpo que sabía que tenía una camiseta que me regaló una de las viejas glorias del club. Y cuando se enteró que la tenía hizo todo lo posible para que se la pueda ceder o vender para un museo, pero un regalo no se cambia. Es una camiseta muy antigua, de piqué”, reconoció Iván.

GUANTES

“El primero que guardé fueron los de Wily Caballero cuando estábamos en la pensión de Boca. También tengo del Mono Navarro Montoya, Martínez Gullotta, Federico Costa, Nereo Chapagne, del padre de la Chancha Medrán cuando atajaba en Patronato. Los del Mono Navarro Montoya, del cabezón Seba Bértoli. Y otros tantos de jugadores que han estado en Suiza”.

BOTINES

“Los botines que más le gustan, que los tengo colgado en el quincho son las Copas Mundial (Adidas), un clásico por la suela que marcaron un hito en el fútbol mundial. Son los que hoy por hoy mas me gustan que por ahí lo reconozco más por la suela de lo que es por arriba que siempre los pinte de negro, medio aburrido, pero para que no se vean las patadas”, manifestó.

La pintada de botines comenzó con los Borussia porque siempre le gustaron que sean negros completamente. Aunque por tema contractual en algún partido tuvo que utilizar coloridos. “Use de colores que me los daba una marca pero he tenido apuesta de compañeros para que usea de color amarillo, rojo verde, pero no. Me gustan así negros a la antigua”, remarcó

El pelado surgió de la camada de grandes glorias del fútbol argentino y a los que ha tenido que enfrentar en varias oportunidades y sobre todo contra los equipos grandes. “Eran jugadores de mucha trayectoria, experiencia internacional y roce en Europa como el Flaco Schiavi, Bermúrez, Trotta o Yepes. Sobre todo con los delanteros”.

“Uno cuando mira por tele no ve los movimientos que hace un delantero antes de recibir una pelota entonces esa es la parte difícil. Cuando uno va a marcar a un delantero de semejante categoría por ahí la gente ve cuando el delantero recibe la pelota mano a mano, pero previo a eso hay un movimiento que es la parte difícil de poder marcarlo. Sin dudas que me ha tocado vivir en una época linda del fútbol, es como todo de acá a 10 años le vas a hacer una nota a un jugador retirado y la época de hoy es otra. Siempre digo que me tocó entrenar de una forma diferente, me crié de una forma y hoy es totalmente distinto que con los adelantos que hay es mucho mejor”, enfatizó el futbolista.

Entre ellos se encontraban Ortega, Juan Pablo Ángel, Saviola, Palermo que “era difícil de marcarlo por su altura”, Diego Milito, Riquelme que “era difícil sacarsela”. “Trezeguet cuando River estuvo en la B me sorprendió la calidad del jugador que es, las cosas que hacía con un solo toque te sorprendía. En su momento cuando apareció Zárate en Vélez también estaba en llamas y era increíble se veía que era un jugador tremendo”, destacó.

El paso del tiempo, y de épocas, le permite a Furios reconocer que el fútbol de hoy en día es más dinámico y físico. “Si bien antes los jugadores duraban más en los equipos, hoy se van muy jóvenes. La mayoría de los mejores jugadores entre los 22 y 28 años están en Europa, no quiere decir que los que están acá son malos, pero la calidad sin duda que antes se retenían un poco más en el fútbol argentino. Hoy vuelan rápido, recurren más a las inferiores enseguida. Sin dudas que todas las etapas son diferentes, por ahí hasta la convivencia dentro de un vestuario donde había mucha más gente grande, hoy tenes en un plantel gente joven que antes era difícil de verlo”.

En sus 20 años como futbolistas, el Pelado 10 goles que para un defensor es una marca muy buena. Su principal característica fue hacer la gran mayoría con la cabeza. “El primero que hice fue con Chacarita contra Lanús. Fue con el pie tras un rebote. En la foto que tengo está Diego Latorre corriendome festejando el gol. Después tengo uno con Instituto con un rebote, pero el resto de cabeza”, reconoció.

Y ese potencial lo fue perfeccionando con los años en primera y el roce propio de los partidos, donde la principal escuela fueron la Liga Paranaense y el Torneo del Interior con Patronato. “Entrenarme desde joven con jugadores de primera hizo que nos hicieses hombre, sumando la cantidad de jugadores que llegaban a préstamo de diferentes lados. Siempre digo que eso es lo que me dio estar desde joven en Patronato”.

Y reconoció: “Jugar el TDI con 16 años, debutar en primera con 15 siendo que la Primera local era competitiva, que sabías que cuando iba de visitante era bravo, en la FLoresta era un clásico, cuando jugaba contra Paraná la cancha se llenaba. Era muy competitivo antes y ni hablar jugar el TDI”.

“Para mi eso me fue formando como hombre y acá es así. Saltás, cabeceas, chocás, vas perdiendo el miedo y sin dudas que me gustaba porque uno físicamente cuando ves que tenes esas virtudes y la podás utilizar a la hora de decir no tengo nada con los pies, bueno vamos por lo menos con la cabeza. Potencio lo que no tengo abajo con la cabeza”, manifestó Furios.

EL ABUELO

“Oscar Cacho Dubroca fue el culpable de que toda esta locura del fútbol, me lo inculcó desde chico y a mi hermano también. Hay una anécdota que apenas nacimos mi abuelo nos hizo socio del club”. sostuvo Ivan sobre su abuelo ex dirigente del Santo.

En su museo posee un espacio dedicado a la historia de Patronato “con fotos de la construcción de la cancha nueva, fichaje de jugadores con nombre y apellido, resultados, campeonatos logrados. Todo escrito a mano por mi abuelo, algo que con mi hermano lo tenemos como un tesoro”, manifestó.

“Siempre miramos las fotos, un montón que son inéditas que el día de mañana seguramente las voy a mostrar o si el club hace un museo, como las que están en el club que está mi abuelo. Sería muy lindo porque son muchos los recuerdos que tengo guardados”, señaló.

BOCA

Sus inicios futbolísticos están ligados a Patronato, pero el salto al fútbol profesional lo dio desde el Club Atlético Boca Juniors, donde hizo divisiones inferiores y llegó a Primera, disputando un sólo partido para luego emigrar a Chacarita Juniors.

Su debut fue en el empate 2 a 2 contra Unión de Santa Fe en la última fecha del Clausura 99. El estreno con la camiseta Xeneize pudo ser antes, contra Gimnasia y Esgrima de Jujuy en la Bombonera, donde Walter Samuel tuvo una contractura previamente. “Dije chau, debuto en cancha de Boca y al final siguió. Menos mal que no me tocó entrar porque me había ajustado tanto las vendas que no podía ni correr, me latían los dedos. Tras que ahora estando normal no siento los pies, imaginate con las vendas apretadas”, contó anecdóticamente.

“Después sin duda me tocó entrar desde el banco ya con Boca campeón entonces eso descontracturó un poco. Pero sin duda que la presión y responsabilidad de debutar en un equipo tan importante donde uno llegó desde inferiores era un privilegio”, reconoció. Ese equipo campeón 99 estaba integrado por el Negro Ibarra, Bermúdez, Samuel, el Vasco Arruabarrena, Juan Román Riquelme, Guillermo Barros Schelotto, Martín Palermo, Diego Cagna, entre otros grandes futbolistas de la época.

Y ese plantel estaba conducido por Carlos Bianchi. “Tuve la oportunidad de compartir con Bianchi, poco con respecto al momento que vino con la otra etapa que debutaron un montón de jugadores porque ahí si empezó con una camada importante de jugadores”

“En ese momento decidí irme porque necesitaba, y creo que no me equivoqué, buscar más minutos en otro equipo de Primera División. Pero sin dudas que la tranquilidad y sencillez del tipo me sorprendió notablemente. Cuando me toca debutar el tipo estaba con una tranquilidad tremenda, descontracturado que uno se preguntaba cómo puede estar tan tranquilo. Y bueno sin dudas el buscaba que yo esté relajado a la hora del partido que me toque jugar”, reconoció.

Su etapa en inferiores le permitió compartir algunos momentos con Diego Maradona en su última etapa de futbolista. “Estando en reserva subíamos a hacer partidos con Primera, por ahí compartimos vestuario. Igualmente era todo de respeto absoluto. Era como algo intocable”, sostuvo Furios.

“En ese momento verlo estando activo pleno y con ganas, porque tenía momentos que entrenaba solo y nosotros lo veíamos desde la pensión. Tenía la cancha de Casa Amarilla para él y su personal trainer. Entonces de ver todo eso y con todo lo que era Maradona en esa época fue algo increíble”, señaló.

Y recordó que cada tanto llamaban a algún chico de la pensión para que sea su ayudante. “Para darle un pase, ayudarlo en cosas que por ahí necesiten hacerse de a dos. Imaginate en un uno contra uno andá a tocarlo a Maradona, te desmayabas para que te pase. Te decía fútbol contra Primera, está Marandona nadie lo toca todo el mundo se frena y era entendible porque era Maradona”.

GOL A RIVER CON OLIMPO EN EL MONUMENTAL

Iván Furios tiene un buen historial jugando contra River Plate. En varias oportunidades, el defensor fue verdugo del Millonario para triunfos de relevancia. En el 2013, con un Olimpo cabizbajo y con su entrenador, Walter Perazzo, a punto de dejar la conducción técnico, Furios fue el encargado del segundo gol del equipo de Bahía Blanca para el triunfo por 3 a 1, victoria que pocas veces se había dado en el propio Monumental.

“En ese partido no veníamos bien y Perazzo tenía decidido irse de Olimpo porque era un partido contra River en su cancha. Y ahí siempre ves a los fotógrafos correr contra tu arco no contra el del rival, porque sabes que en el 80% perdés, y justo ese partido pone un equipo que él formó, pudimos ganar y desarmó la valija”, recordó.

“Cada vez que entrabamos al vestuario le decía que desarme la valija, que se quedaba un tiempo más en Olimpo y fue así que fue un partido bisagra para un técnico que me había dado mucho en Olimpo”, sostuvo el defensor que cursa su segunda etapa en el Aurinegro, tras defender los colores durante 3 temporadas entre 2012 y 2015.

“Son goles mágicos que me lo van a recordar porque son especiales. Lo mismo cuando me tocó hacerlo con Aldosivi en la B Nacional jugando de visitante (River haciendo de local en cancha de San Lorenzo) y siendo que era la primera vez que River perdía en esa categoría. Toma una dimensión que en ese momento no cuenta pero con el paso del tiempo siempre lo recuerdan”, añadió.

INSTITUTO DE CÓRDOBA

En los equipos que defendió siempre dejó su sello y en Instituto de Córdoba no fue la excepción. “Fue un club que me encantó jugar, encontré mi lugar y fue algo importante. Llegar desde afuera a una ciudad tan futbolera como es Córdoba y que me hayan tomado como referente, no se si como un ídolo, pero que me tengan siempre presente en cada nota, en los aniversario o por ejemplo en el equipo de los hinchas por los 100 años salí dentro de los 11 jugadores. Fueron muchas cosas que me tocó vivir en un club tan apasionado y con mucha historia”, señaló Iván.

Furios fue protagonista de una de las alegrías de la Gloria en un clásico ante Talleres. El defensor fue el autor de uno de los 3 goles de la victoria de Instituto. “Y sin dudas que luego de varios años sin jugarse un clásico en cancha de Instituto me tocó hacer un gol de una forma rara, porque venía de una contractura y me tocó entrar a los 45 minutos del segundo tiempo. Con el partido liquidado 1 a 1 y el DT me dice entrá. Queda un tiro libre desde mitad de cancha y lo patea Mauro Bogado, la cabeceo y hago el gol a los 46 minutos, fue una locura en Córdoba. Hasta el día de hoy se recuerda, me llaman siempre”. recordó.

SUIZA

Su derrotero por el fútbol lo llevó a jugar en Suiza, más precisamente en el Neuchâtel Xamax, en la ciudad de Neuchâtel. Un fútbol totalmente distinto en cuanto a juego y en la vida postcancha, además de jugar con temperaturas bajo 0 y nevando. “Si no sentía los pies con la venda apretada, imaginate con hielo. Una locura, parecía el Beto Alonso con la pelota naranja cuando nevaba. Nuestra cancha era con césped sintético, si caía nieve pasaba una máquina, pero el frío estaba y no se podía disimular, a veces nos tocaba jugar con nieve, todo rarísimos. Nunca había usado una calza, térmicas o guantes para jugar, pero creo que si ese día me daban un pasamontañas jugaba con eso”, recordó.

Asimismo, reconoció que la vida en el país europeo es totalmente distinta con diferencias en lo que respecta a lo futbolístico. “Por ejemplo acá tenemos la costumbre que cada vez que viene un uruguayo, paraguayo o de donde vengan, uno siempre trata de brindarle la mayor comodidad, qué escuela, dónde vivir, cómo adaptarse al club uno le cuenta, pero allá son mucho más fríos. Llegas, saludas, cada uno hace las suyas, entrenas, nos vemos y adaptarse enseguida”, sostuvo.

“La vida fuera del fútbol sin dudas que es linda, segura, tranquila. Y todo lo que es conocer un país nuevo te lleva a nuevas experiencias, pero sin dudas que a nivel futbolístico se vive de otra forma”, reflexionó.

Si bien tuvo la oportunidad de recorrer un poco Europa, con la cercanía a tantos países y culturas diferentes como en Italia o Francia, el paranaense no cambia por nada la pesca o momentos en familia. “Si me das a elegir entre estar esquiando o pescando, elijo pescar porque no se esquiar. Las dos cosas son lindas, pero no cambió estar con la familia a las costumbres nuestras no la cambio”.

DEFENSOR RÚSTICO

La carrera deportiva de Iván se caracteriza por su férrea posición defensiva, donde en algunas oportunidades tuvo que usar la rusticidad. El ejemplo más claro es la brutal que le propinó sin intenciones de lesionar, al defensor de Quilmes, Matías Orihuela.

“Ese partido fue tremendo, la verdad un recuerdo que nunca me voy a olvidar de esa patada. Era tremendo de por sí porque Patronato no tenía que perder sino descendía. Hoy con el tiempo se puede decir que era un partido clave donde se quedaba en Primera uno de los dos. Era una guerra”, recordó.

“No veníamos bien, habíamos perdido por Copa Argentina con Morón en cancha de Banfield y nos tocó esa jugada desafortunada contra Orihuela. Se habló mucho, me liquidaron en Buenos Aires, pero a mi lo que me dejó más tranquilo de esa jugada es que después del partido hablé con el jugador y me dijo ‘Iván quedate tranquilo que yo se cómo sos como persona, tenemos amigos en común y yo me hubiese tirado de la misma forma que vos si hubiese sido de mi lado. Para mi eso fue fundamental, siempre estuve a disposición del chico si necesitaba algo”.

“Quedó como una anécdota fea porque fue algo de lo más fea que me tocó vivir adentro de una cancha porque el partido seguía y la gente me puteaba mucho. Yo me preguntaba si había pasado algo afuera si había habido alguna mala noticia. Me costó un montón meterme en el partido porque tenía miedo que haya pasado algo”, recordó el defensor

“El partido terminó y pudimos ganar ese partido importantísimo. No me olvido nunca la cara del médico cuando le pregunté cómo estaba el chico de Quilmes y me decía si está bien. Un poco más lo agarro del cogote para que me diga realmente como está. Y bueno había perdido el conocimiento, estuvo dificil la situacion pero bueno por suerte no pasó a mayores”, sostuvo..

“En ese momento no pensas y solo queres sacar la pelota. Si no ganabamos descendíamos, entonces sin dudas hoy veo la patada y me da miedo a mi. En el momento no me doy cuenta pero soy el primero que me giro y lo veo convulsionar, eso no se ve por tele pero tenía los tapones marcados abajo de la mandíbula. Fue muy chocante porque fue una desesperación total pero uno intentaba hacer lo imposible para que no nos hicieran un gol. Fue una llegada tarde, ni hablar que llegue tarde. Hoy lo miro tranquilo, pero en el momento lo que uno piensa hasta último momento es sacarla”, remacó.

PASIÓN FIERRERA

Además del fútbol, Iván Furios tiene una pasión por los autos. “Todo el mundo me dice vos le copiaste a Rápidos y Furiosos y yo la compré antes de que salga la saga de la película”, aseguró Iván con respecto a su Dodge negro que lo compara con Dominc Toretto, el actor principal de la película de autos.

“Era una locura que tenía mirando los Duques de Hazzard en esa época y bueno dije que algún día me lo iba a poder comprar. Lo armé de a poquito con ayuda de mi cuñado, mi viejo, gente conocida todos dando una mano y hoy en día lo disfruto los fines de semana dando una vuelta con los chicos, con mi viejo íbamos a los encuentros de autos”, contó el pelado.

“Los encuentros es una pasión que tiene mi viejo y con mi locura también agarramos el auto y vamos a cualquiera que haya por acá cerca por las dudas que se nos quede, tampoco nos animamos a tanto”, sostuvo y aseguró que no se ha metido por la ventana por miedo a rallarlo. “Ahora no quiero ni que se apoyen”.

La otra locura es el karting, que lo compró “para hacer ruido en el barrio” y junto a su hermano se animaron a competir. “Primero anduve en la calle hasta que más o menos me retaron. Empezamos a hacer las cosas bien y fuimos a probar a un circuito. Y me dije porqué no correr una carrera. Lo embalé a mi hermano, la mujer contenta, la verdad que no estaba muy satisfecha. Fue una experiencia hermosa, me gusta, me gustó mucho y ahora con todo esto se ha parado”, recordó.

“Cuando estaba en actividad quería probar, me encantó. La adrenalina de estar en la largada por más que sea un karting pero estar ahí con 25 karting que estén acelerando al lado tuyo en una largada es una adrenalina linda”, dijo.

FUTURO

A los 41 años, le queda algún tiempo más en la carrera de futbolista, continuidad que la viene analizando desde hace 5 años. “No digo nada, pero internamente lo hablo con la familia, lo estiro un año más y vengo llevándola”, comentó y aseguró que la situación de pandemia que detuvo toda la actividad lo ha hecho repensar en el retiro.

“Hablé con la gente de Olimpo, con el presidente y con el DT y quieren que siga lo que falte del campeonato que aún no se sabe que va a pasar. Pero sin dudas sería bueno terminar lo que queda, si se puede pelear por un ascenso con Olimpo y a partir de ahí no pensar en que va a ser, si bien yo vengo mamando hace rato que me puedo retirar”, destacó.

“Hace 5 años que sé que me voy a retirar, entonces siempre estoy tratando de capacitarme en diferentes cosas, en charlas y ver en que me puedo insertar el día de mañana en el fútbol. La idea es retirarme en Olimpo porque creo que se cierra una etapa que es demasiado y la última. Quiero estar con la familia, le he sacado el jugo lo más que pude y no puedo pedir más. Tengo 41 años y estar activo a esta edad, con esta posición que tengo es tan maravillosa”, sostuvo el defensor.

“Yo lo disfruto un montón, hasta el día de hoy, me entreno para eso que si llega a estar la vuelta estar bien, activo, no es que me da lo mismo. Trato de mantenerme porque sin dudas tengo la ambición de poder lograr un ascenso con Olimpo”, subrayó.

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