Santiago del Estero vuelve a contar con un equipo en la máxima división del fútbol argentino luego de 45 años. Central Córdoba superó a Sarmiento de Junín en la final del Reducido de la B Nacional por el segundo ascenso -el primero fue Arsenal de Sarandí- y la próxima temporada estará en la Superliga. Uno de los involucrados en la gesta fue Diego Jara, el delantero concordiense aportó toda su experiencia a lo largo del torneo y fue el encargado de abrir la tanda de penales de la finalísima. Así, la Joya sumó un nuevo ascenso personal y esta vez revolucionó la capital santiagueña.
“Cuando se perdió la categoría -descenso de la BN al Federal A en julio de 2017- la gente estaba muy dolida y fue durísimo pero supieron armar un lindo proyecto con un gran grupo de jugadores. Hoy es distintos están contentos y Santiago es una locura por estar en Primera. En los festejos nos acompañaron en la caravana más de 150 mil personas, hasta gente que no es hincha estuvo en las calles, comentó en su paso por El Pelotazo.
Fue un torneo duro y difícil como suelen ser los de la segunda categoría donde Central Córdoba entró al Reducido como el séptimo mejor equipo. "Después de un largo recorrido una vez que entramos al reducido, nos dijimos que estábamos todos en mismas condiciones. Sabíamos que no era fácil pero tampoco difícil. Y hubo que pelearla de atrás porque clasificamos últimos y todos contaban con ventaja deportiva menos nosotros”, dijo
“El objetivo de ganar o no perder de local nos llevó a la final y las definiciones hay que hacer las cosas bien porque no hay mucha diferencia entre los equipos. Nos fue bien en casa y de visitante tuvimos la suerte del campeón porque Sarmiento tuvo muchas chances de convertir", reconoció Diego.
"La Joya” ocupó el segundo lugar (junto con Nahuel Luján) en la tabla de goleadores de Central Córdoba con 6 goles en la temporada, dos de ellos de penal. Además fue quien abrió la tanda de tiros desde los 12 pasos en Junín, y claro, fue gol. “Sabía que al entrar en los últimos minutos del partido era candidato a patear primero y no me quedó otra que ir tranquilo sabiendo que nada más tenía que meterla”, comentó entre risas el delantero.
Con el correr del tiempo el concordiense fue adquiriendo costumbres y tics al entrar al campo de juego y al pararse en el punto de penal. “Vivo muy intensamente a los partidos. El primero que me hizo ver gestos raros que tengo es Martín De León, que un día me preguntó porqué me agarraba los pantalones y el pelo. El pantalón porque parece que se corre y el pelo una costumbre de cuando lo usaba largo”, contó Jara que luce actualmente el pelo blanco, promesa de campeón que cumplió junto a otros compañeros de equipo.
Además cada vez que se enfrenta mano a mano con el arquero se acostumbró a levantar la cabeza y mirar fijamente al “uno” rival. “Es algo que se va adquiriendo con el tiempo, con los entrenadores o compañeros más grandes. Cuando era chico le apuntaba a la cabeza, ahora yo les enseño a los más jóvenes que no todo es fuerza”, reconoció. “Está bueno enseñar lo que un aprendió a los más chicos y llevarlos por el buen camino comentando lo que uno ha vivido y que el fútbol no es fácil si quieren llegar a jugar profesionalmente”, añadió Diego.
Y el fútbol sí que da revanchas y Diego Jara conoce de eso porque en su carrera futbolística cosecha cinco ascensos a divisiones superiores. Con Colegiales de Concordia subió del Argentino C al Argentino B (2007). En Patronato del Argentino A al Nacional B (2009/10) y del Nacional B a Primera en 2015. Luego con Central Córdoba en la temporada 2017/18 del Federal A a la B Nacional y el reciente ascenso a la máxima división del fútbol argentino. Equipo que ahora lo tiene marcado a piel con un tatuaje especial, el escudo del equipo santiagueño con el del Patrón y las fechas de los ascensos a primera: 6-12-2015 y 08-06-2019. “Son fechas importantes que voy a seguir recordando siempre y la gente me demuestra el cariño porque no se olvidan”, reconoció.
Del mismo modo que le sucede a los entrenadores. En la reciente finalísima de la B Nacional se enfrentaron dos viejos conocidos en los bancos de suplentes: Gustavo Coleoni e Iván Delfino. Ambos se vieron en aquella final por el ascenso a Primera del 2015, donde el Sapo era DT Santamarina de Tandil y Delfino de Patronato y en esta edición se revirtió la situación en favor del entrenador de Central Córdoba.
“En el primer ascenso con Central Córdoba (del Federal A a B Nacional) me acuerdo que el Sapo me pidió que nos sacaran una foto y dice 'este negro me ganó la final por el ascenso a Primera y ahora mirá, me hizo ganar uno' y nos reímos. Son cosas que te da el fútbol. Ahora estaban los dos técnicos que habían jugado en la final del 2015 con Patronato y ahora era al revés. Con Iván Delfino mantuvimos un buen trato, tras el ascenso él fue a saludarme directamente en el vestuario, hablamos de que a veces a unos les toca ganar y otros perder”, contó Jara.
Con el final de una nueva temporada comienza el período de decisiones para un futbolistas. A sus 36 años Jara aún tiene hilo en el carretel. "Si te da lo físico, la edad ya no importan mucho. Hay muchos delanteros grandes que siguen corriendo como de 20 años. Uno con la edad suple cosas que puede perder por la juventud de otro", reconoció el delantero que en esa intensión de continuar siempre está presente el Santo paranaense.
"La ilusión de volver a Patronato es constante, ya a esta altura de mi carrera sería muy lindo y también me gustaría retirarme acá. Si me dan la oportunidad de volver no lo pensaría dos veces", reconoció. Por lo pronto, la Joya tiene contrato con Central Córdoba hasta el 30 de junio y el DT aún no se ha reunido con él.
Ahora más distendido disfruta de su tiempo libre y pasa más tiempo con su hija, familia y amigos. “Bianca me cambió la vida, me ha enseñado cosas y aún sigo aprendiendo. Es todo para mí y la disfruto día a día por que pasa el tiempo, cada vez está más grande”, comentó Diego emocionado y sobre todo en la víspera del día del padre. Desde El Pelotazo se le hizo un homenaje con su papá que le brindó unas sentidas palabras hacia el delantero. “Mi viejo es igual que yo, cuando empecé en el fútbol no quería hablar mucho tengo a quien salir” reconoció.