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Franco Pividori y Arik Levin

La identidad de los formados en el club para los ascensos de Paracao y Sionista

Son parte de la nueva generación del básquet local. Sus quipos avanzan a la tercera división del baloncesto argentino. Uno estudiante de abogacía, el otro instructor de yoga. Analizaron el presente y lo que se vendrá en la nueva divisional.

Entre Ríos ya conoce a varios de sus representantes para el Torneo Federal de Básquet 2023. En la Conferencia 2 del Pre Federal, Paracao y Sionista ya consiguieron su boelto para disputar la próxima temporada en la tercera categoría del básquet argentino.

Ambos planteles cuentan con experimentados y una gran porción de juveniles, sobre todo de la casa. Es el caso de Franco Pividori en Paracao y Arik Levin en Sionista.

“Cuando el año pasado los dirigentes me buscaron para sumarme no lo dudé ni un segundo porque era estar en ese sueño que tengo desde chico. Y ahora lo pude materializar jugando un torneo semiprofesional con el club donde nací”, señaló Pividori. El joven de familia basquetbolística también fue parte de los primeros títulos del equipo del sur de la ciudad en la Asociación Paranaense de Básquet en juveniles.

“El proyecto es muy ambicioso y una cuenta pendiente del club de mostrarse en los niveles superiores del básquet porque las formativas vienen haciendo un buen trabajo hace tiempo. Además me entusiasmó porque comparto plantel con Mati Santana y Nacho Guzmán, que jugamos juntos desde los 6 años”, destacó el alero.

Arik se crió en el Centro Juventud, pasó toda su infancia y hoy con 20 años cumple con el sueño que comenzó a formar desde que iba a ver Liga Nacional o estando en los entrenamientos del primer equipo. “Me toca representar al club y encima conseguir el ascenso es muy lindo. Sionista es un club que siempre estuvo ligado al básquet y este ascenso debe llamar la atención de muchos. Hay un proyecto nuevo de gente que tira para adelante y se ve con los chicos del club que van a la cancha, lo que demuestra que el club revivió”.

“Ser parte de esto me emociona demasiado. Me ilusiono y dan ganas de ir por más, lo hablo siempre con mi viejo , si podemos seguir en los primeros lugares y buscar ascender bienvenido sea porque son torneos difíciles, hay que ir de a poco y siempre que pueda seguir con el club voy a estar”, remarcó Levin.

El PreFederal, además de visibilizar a los equipos provinciales, sirve como una gran vidriera para los juveniles como el caso de los base de Paracao y Sionista. Sobre todo en un torneo que implica mucho trabajo diario.

“El básquet ha cambiado mucho. Hoy el aspecto físico está por encima de lo basquetbolístico, quizás hasta demás. Los jugadores hoy tienen que jugar en toda la cancha, tienen que correr todo el partido, los cinco corren igual que los uno, se juega mucho cortina, ir al rebote, posesiones muy cortas y si uno no se entrena como un profesional, más allá si recibe algo como incentivo”, comentó Franco.

“Sionista es un equipo joven, donde nos preparamos bien físicamente y buscamos subir la intensidad por esa posibilidad de recambio. Sobre todo porque el torneo exigió mucho en cuanto a lo físico más que a lo estrictamente basquetbolístico. Hay mucho amor por el club, pero si no entrenás la pasas mal”, manifestó Levin.

Centro Juventud es comandado por Pipi Vesco que le pone mucha impronta a sus equipos, “busca mucho el juego ordenado, que es una de las cosas que estoy aprendiendo como base porque sabe de mi posición”.

Una de las reglas de este torneo, como para el Federal, es que los equipos cuenten con algunas fichas mayores y con mayoría de jóvenes. Esto significa la oportunidad para aquellos chicos que están en formación de conseguir roce de juego y de experiencia con jugadores con trayectoria. Tal es el caso Alejandro Zilli y Román Memo Rodríguez, en Paracao.

“Me toca entrenar con ellos y es impresionante porque son tipos que pasan los 37 años y siguen en alto nivel. Leen muy bien el juego, están varias jugadas adelantados, tiene un gran talento. Eso implica más exigencia para nosotros sus compañeros”, reconoció Franco Pividori.

MÁS QUE BÁSQUET

Son deportistas jóvenes con proyección, pero además del básquet apuestan a otras cosas a futuro, además de seguir jugando. Por su parte, Pividori está en cuarto año de la carrera de abogacía. “En un año y medio estaría terminando. Hoy estoy muy contento con mi presente, por eso tomo todas las cosas con calma y las disfruto”.

Mientras que Arik metió todas sus fichas en aprender inglés y hebreo porque tiene como meta ir a vivir y jugar en Israel. “Hace poco fui a jugar la Macabeada (Olimpiadas judías), pero tuve la oportunidad de jugar con el club que quería (Sionista) y bueno quiero terminar acá y con el Federal. Y después la idea es irme allá que está mi hermano y amigos”, comentó.

Pero además de eso, Arik incursionó en la práctica de yoga y meditación. “Aplico el yoga al básquet, medito y respiro todos los días. A Veces empezaba un torneo pero sentía que me faltaba algo, estaba un poco frustrado con el goleo, con poca confianza y el yoga y la meditación me ayudaron a mantenerme calmo”.

“Me mantiene tranquilo, me ayuda en el día a día por más que me vaya bien o mal. Hay veces que emocionalmente no te da ganas de seguir entrenando todos los días y es una herramienta que me levanta. Hay partidos que terminas pasado de vuelta, entonces medito y duermo mejor”, mencionó el joven que también le da clases a sus compañeros de equipo. “Me gusta compartirlo porque es algo que hace bien”, sentenció.

JÓVENES EN PANDEMIA

La llegada del Covid 19 y la pandemia le significaron cambios profundos a Franco y Arik que a su vez le sirvieron para descubrir otras facetas de sus vidas.

“Me ayudó un montón, justo había terminado la temporada con Echagüe y era chico con 17 años, estaba agotado mentalemnte y no quería saber nada con el básquet. Hubo un tiempo que dejé de entrenar y ahí conocí el yoga, la meditación, la comida saludable. Cambié mi estilo de vida, por lo que me vino re bien porque tenía cosas que hacer y estaba activo. Me hizo un click, fue muy positivo”, señaló Levin.

Pividori estuvo los primeros meses agobiado por el encierro pero con el tiempo comenzó a valorar muchas cosas. “Los primeros meses fueron una locura de no saber qué hacer porque tenía una vida muy activa. Después fue bajar un cambio, aceptar la situación, valorar un montón de cosas, valorar los afectos, el cariño. No se si fue positivo totalmente pero fue eso de valorar que cuando estás en la vorágine te olvidás”, remarcó el profe de las formativas de Paracao.

ILUSIÓN FEDERAL

“Tenemos ilusión de seguir construyendo esto que venimos haciendo. Hace dos años Paracao está en esto y ya hemos dado pasos agigantados”, manifestó Pividori en referencia al Torneo Federal a afrontar desde enero de 2023.

Por su parte, el base de Sionista consideró que no habrá mucha diferencia de nivel entre un torneo y otro, por lo que habrá que prepararse enfoscado en pelearla. “Son todos equipos duros y partidos donde tenés que ir hasta lo último para ganarlo. Hay localidades fuertes. Por eso hay que entrenarse y llegar con buen ritmo”.

“Todavía tenemos la resaca del finde físicamente, porque jugamos miércoles, viernes y domingo, dos de visitante y volver un domingo de tarde, por eso nos estamos recuperando y entrenando para lo que se viene”, comentó.

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