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Micaela Maslein

La paranaense que convirtió el remo en su estilo de vida

Con una decena de competencias nacionales e internacionales ganadas, Micaela Maslein cierra el 2019 con el mayor logro de su carrera, la Medalla de Bronce en los Juegos Panamericanos de Lima en K4.

La paranaense Micaela Maslein concretó este año un sueño que hace un tiempo era impensado pero que consiguió a razón de esfuerzo, sacrificio y mucho entrenamiento. Mica contó en El Pelotazo toda la experiencia que atravesó desde su niñez hasta hoy que sigue anhelando más conquistas.

La presea de Bronce en Lima fue el corolario “después de tanto esfuerzo sin siquiera verme participando en un Panamericano. Se fue dando porque me esforcé mucho metiendo toda la responsabilidad que conlleva, como un trabajo que requiere una dedicación al 100 por ciento. La verdad que es muy lindo todo esto”, reconoció Maslein, que marcó sus inicios en el remo desde muy pequeña.

Primeramente incursionó en la gimnasia deportiva actividad que recomendó “para tener una base en cualquier deporte” y a los 10 años comenzó a remar en el Paraná Rowing Club junto a su padre que era instructor. Al mismo tiempo hacía natación, básquet, squash y voley . “Cuando estaba por dedicarme más al voley, mi papá me dijo que siga en el remo, que iba a tener condiciones. Nunca me obligó, simplemente me aconsejaba, pero en ese entonces me enganche en otro deporte”, señaló Mica.

“En el voley llegué a jugar por dos años con Estudiantes en Liga Nacional como refuerzo, luego regresé a jugar en Rowing hasta pasar a Echagüe. Pero me lesioné los meniscos, volví después de rehabilitación y en la pretemporada me vuelvo a lesionar, pero esta vez fueron los ligamentos cruzados. Nunca más quede como debía y ese tipo de deportes lo tuve que dejar”, recordó Maslein.

A los 24 años volvió al canotaje “directamente me subí a un K1, no tuve que arrancar desde 0 como se hace en la escuelita que primero te subis a un con un kayak estable y después pasas a un K1. En el primer tiempo iba inestable pero le agarré rápido la mano”. Tras retomar el remo comenzaron a llegar los logros en torneos argentinos, sudamericanos, panamericanos y mundiales.

En ese transcurso hubo un punto de quiebre entre su profesión, profesora de educación física y la pasión por el remo. “Hubo un momento que tuve que decidir entre dar clases en la Escuela de Iniciación Deportiva del CAE o integrar el equipo nacional. Primero entré a la Selección sin un sueldo y entonces pedía permiso en el club. Concentraba previo a los torneos y cuando volvía seguía entrenando en casa porque no tenía un sueldo”.

“El punto de quiebre fue en el 2017 que el entrenador a principio de año me preguntó si contaba conmigo, pero para estar en el equipo había que concentrar. Y para eso había que conseguir una medalla para conseguir una beca”, señaló Maslein. El objetivo se logró en el Sudamericano de Colombia 2017 en los 200 metros de K2 haciendo dupla con la uruguayense Magdalena Garro. Pero no le fue sencillo.

Para obtener una beca del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD) y de la Secretaría d Deportes de la Nación, es necesario lograr un título. Mica fue con el objetivo de competir en K4, pero la falta de equipos rivales le bloqueó momentáneamente el sueño.

“Por ahí pasa que países sudamericanos no completan los equipos si se presentaban sólo 3 equipos tampoco se podía porque se requieren cinco países para conseguir la beca. En ese momento me amargué. También me había pasado el año previo, en el sudamericano en Argentina, que mi bote no se pudo armar bien y no pude conseguir la beca”, recordó.

La oportunidad llegó en otra categoría y ante la solidaridad de su compañera entrerriana. “Por suerte en los sudamericanos todos los países pueden presentar bote A y bote B. En el control de K2 perdimos con las otras argentinas por milésimas, entonces le tocaba correr al otro equipo. Mi compañera, Magui Garro tenía que competir en otras categorías, pero no le importó y pidió correr conmigo para intentar ganar la medalla. Y por suerte se nos dio ganar la medalla de oro. Desde ahí cambió todo”, reconoció.

Con el tiempo se apasionó por el río, sobre todo por el Paraná que “si bien no nos sirve para lo que estamos entrenando, pero me quedo con este que es mi lugar. A veces no entiendo porque este fanatismo llegó ahora y no antes”. “Cada vez que vuelvo de una competencia en vez de descansar necesito ir a remar, a entrenar con los del club de una manera más desestructurada”, manifestó Mica que también suele salir a remar con amigas.

Para Micaela el remo se ha convertido en un estilo de vida. Durante este año estuvo, junto al equipo argentino, 23 semanas fuera de casa “cero familias, amigas y tu familia termina siendo el equipo. Por suerte nos hicimos muy amigas y compañeras ya que no solo estamos para entrenar, sino para compartir cosas”. Este 2019 comenzó con la preparación en España, viajaron a Perú, volvieron a España en la previa del mundial y posteriormente viajaron a la cita en la localidad de Szeged, Hungría.

Rutina diaria

En época de pretemporada, como la que está atravesando ahora, Micaela Maslein comienza bien temprano y le dedica varias horas. “Me levanto a las 7.30, desayuno y voy al gimnasio 1 hora y media. Regreso a casa, almuerzo y voy a nadar. A las 4 de la tarde salimos con los chicos del Club Náutico para remar una hora y media. Después retomo al gimnasio pero haciendo calistenia (entrenamiento con el cuerpo). Son casi 7 u 8 horas de entrenamiento real diario”, destacó.

Mejoras en el deporte argentino

El deporte argentino en general, a excepción del fútbol, básquet y otras disciplinas, están adquiriendo mayor relevancia a nivel mundial competencia tras competencia. Esto implica un mayor desarrollo de infraestructura y apoyo constante. “Hay que reconocer que hay muchas más cosas que antes y se han logrado muchas cosas con resultados visibles, pero falta mucho”, manifestó Micaela.

Por una lado, la paranaense reconoció que en el país no se cuenta con la “cancha” para la práctica del canotaje. “Entrenamos en Nordelta que tiene casi las mismas condiciones pero no tenemos boyado. Cuando hay controles se tira una línea de boyas, no como en España que ya está armada la cancha. Tampoco contamos con los "starts" que se utilizan a nivel internacional para las largadas, a eso lo entrenamos días previos a las competencias en el lugar”, añadió.

“Y a nivel logística falta muchísimo. Por ejemplo nosotros viajamos con el equipo técnico, más el kinesiólogo y nada más. Los otros países trabajan con mucha más gente para que los deportistas tengan todo. Por eso es mucho más valorable cuando se consiguen buenos resultados a pesar que no se compite en las mismas condiciones”, remarcó.

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