El actual entrenador de Juventud Unida Universitario en el Torneo Federal A hizo un repaso de su historia con el fútbol, una prueba en River que derivó en Lanús, antes del Mundial; su gran afecto por Atlético de Rafaela y el futuro del fútbol argentino. Además recordó su paso por Belgrano de Paraná y el histórico enfrentamiento ante el River campeón del mundo de 1986, en el viejo reducto de calle Salta y Nogoyá.
Carlos Marcelo Fuentes nació el 5 de mayo de 1960 en la localidad de 25 de Mayo ubicada en el centro-norte de la provincia de Buenos Aires. El entrenador de Juventud Unida Universitario fue un delantero con gol que comenzó a jugar en su pueblo y una prueba en River Plate marcó sus comienzos en el mundo futbolístico. Pero el futuro deparado fue distinto al que se le presentó en un primer momento.
"Quedamos casi 30 jugadores de mi localidad y nos citaron a Buenos Aires con otros mil futbolistas. Quedamos 30, pero teníamos que conseguir donde vivir porque en ese entonces la pensión no estaba disponible por las renovaciones del estadio para el Mundial del '78. Entonces no quedé", contó Fuentes si bien se frustró la estadía en el Millonario, sus condiciones le permitieron comenzar su carrera en otro club.
"En el entrenamiento en el Monumental que había mucha gente en la tribuna y después me enteré que eran delegados de otros clubes que usaban la prueba para ver jugadores y llevárselos a su club", relató. El delegado de Lanús le consultó por su situación y le propuso que consiga un lugar donde vivir por 10 días. "Me tenía que ver Héctor D'Angelo, que era el técnico de inferiores y podían llegar a darme la vivienda si es que pasaba. Por esas casualidades conseguí donde vivir, me probaron y quedé en Lanús", recordó Macelo que estuvo desde 1977 hasta 1984.
Esos primeros años no fueron fáciles para Marcelo que reconoció que para hacerse unos mangos “lavaba autos a varios jugadores de la primera como Carlos Pachamé, Arsenio “Pomelo” Ribeca, Guillermo “Chupa” Zárate y a muchos otros”. Eso también denotaba la complicada situación económica del Club Atlético Lanús que derivaron en la mala actuación deportiva y el descenso de dos categorías consecutivamente: en 1977 a la Primera B (actual Primera Nacional) y en en 1978 a la Primera C (actual B Metropolitana).
“El club estaba fundidísimo y se empezó a reconstruir con una camada de jóvenes con la llegada de Don Manuel Guerra y lo ascendió al Nacional B. Esos jugadores eran Héctor Enríque, el 8 de la Selección del ‘86, era un juvenil que daba vuelta con nosotros, Rubén Darío "Pato" Gómez, Humberto "Pipi" Váttimos, Díaz, Néstor Sicher, ese grupo de pibes que tendría que haber debutado en un club modelo de hoy, más otros que acompañamos, eran jugadores que llegaron a mucho más que yo, y siendo muy jóvenes nos tocó vivir una instancia muy difícil”, sostuvo.
Por ese entonces la suma abonada por el club no era mucho y hasta el actual presidente del Granate, Nicolás Russo. “Nicolás me ha invitado distintas fiestas del club, le he agradecido mucho y él siempre me remarca que ‘cómo no los iba a invitar si me daba vergüenza saber lo que cobraban de sueldo’ siendo que tenía empleados en una fábrica que cobraban más que nosotros”, contó.
Asimismo, Fuentes reconoció que lo pone muy contento “la recuperación que se logró y la posición como club modelo. Esa fue una época con un momento político muy complejo, con vaivenes deportivos y económicos que hoy al entrar al club es difícil no recordarlo y ver como se destaca hoy”.
Atlético de Rafaela también marcó la vida de Marcelo Fuentes en su carrera como jugador. El exdelantero fue parte del ascenso a la B Nacional, palmar logrado por primera vez por el club santafesino. “Nunca había tenido la oportunidad de ascender, no pude dos veces con Belgrano de Paraná. Teníamos un buen equipo, jugamos un buen torneo y por suerte no había ningún otro club de los grandes buscando el ascenso porque sabíamos que si había uno de esos siempre iba a costar”.
Ese Torneo del interior del 87 tuvo como máximo artillero a Marcelo Fuentes . “Siempre tuve algún gol en los torneos pero siempre acompañado por otro goleador. Pero esa vez tuve un promedio de gol y medio por partido”, reconoció. Además, fue el autor del primer gol de Atlético en la B, fue el 12 de agosto en Buenos Aires en la cancha de Platense frente al Deportivo Armenio en el empate 1 a 1. “Esas cosas me vinculan muy afectivamente con la historia de fútbol de Atlético de Rafaela”, señaló.
El penal ante Goyco y el pase del Enzo
Fuentes también tiene una historia con el fútbol de la capital provincial, porque con el Club Atlético Belgrano llegó hasta las puertas del ascenso en una recordada final con su homónimo de Córdoba. El 9 fue uno de los presentes en el histórico partido amistoso con River Plate en el viejo estadio Mondonguero de calle Salta y Nogoyá, donde hoy se encuentra la sede social y otras construcciones privadas.
La cancha reventaba de gente. El cotejo se disputó el 4 de marzo de 1986. Belgrano formó con Cornero; Ortega, Martínez, Humhoffe, Wagner; González, Belloni, Arias; Candedo, Fuentes y Arbelo. En tanto el Millonario, al mando del Bambino Veira, presentó a Sergio Goycochea; Jorge Gordillo (Jorge Borelli), Nelson Gutiérrez, Carlos Karabín, Alejandro Montenegro; Héctor Enrique (Pedro Troglio), Américo Gallego (Osvaldo Rinaldi), Néstor Gorosito; Luis Amuchástegui, Claudio Morresi (Claudio Caniggia) y Jorge Villazán. Ese River, que no presentó a Pumpido y Ruggeri por haber estado concentrando con la Selección de Bilardo, tendría un 86 inolvidable: campeón local, de América y del Mundo. Ese día goleó 4 a 0 y Francéscoli, la gran figura de aquél entonces e ídolo riverplatense, dio el puntapié inicial (foto de El Diario que se ve, aportada por Fuentes, de su archivo personal). Como se podrá ver, los pibes del banco eran Troglio y Canniggia.
Marcelo Fuentes pudo haber marcado para el Mondonguero desde el punto de penal, pero la suerte le jugó en contra. “Hubo un penal, contra el arco que daba a calle Salta, y el encargado era Belloni, pero respetuosamente me lo dio. Goycochea tenía fama de atajador de penales, por lo que me dije, le arranco la cabeza..., pero me parece que la pelota cayó por el Club de Pescadores”, recordó con gracia Fuentes.
Una con River, pero con triunfo de la mano de Patrón
La otra identificación con la ciudad es con Patronato por los resultados conseguidos y el ascenso del 2010. La temporada 2011-2012 marcó también esa vinculación con el Rojinegro. “Fue un año espectacular, lo que hicieron los jugadores fue increíble. Además del gran triunfo ante River en cancha de Colón, en la segunda rueda se le ganó al Huracán de Cocca, al Quilmes de Omar De Felippe, al Instituto de Franco, que que venía invicto de 18 fechas; para ese partido se lesionó Boggino y empiezo a practicar con un chico para que haga la persecución de stopper centro izquierda que podía salir bien o mal y al final Marcos Minetti se lo comió a Dybala”.
“Hubo muchas satisfacciones que se coronó con los dos partidos en cancha de Colón que son únicos e irrepetibles. Son esas cosas que tiene el fútbol, quien puede pensar que vos vas a dar la localía de un fixture que te corresponde teniendo la localía tan fuerte, por suerte salió todo bien y disfrutamos un año maravilloso”, manifestó Marcelo.
El gol planeado
Ese inolvidable partido en suelo santafesino terminó 1-0 y con un penal atajado por Seba Bértoli. El tanto, marcado por Leonardo Acosta y fue con una jugada preparada que salió a la perfección.
“Vimos que Almeyda comenzaba a defender como se hacía en Europa, sacando la línea al casco del área, lejos del punto del penal. Entonces veíamos que si nos quedaba una pelota en 3/4 de cancha teníamos al mejor pateador de la categoría, el Chaca Bustos. Si arrancábamos un paso atrás de la línea, salíamos habilitado, y con la comba abriéndose el arquero iba a tener 10 o 12 personas viniendo de frente e iba a dudar en la salida y al defensor lo íbamos a agarrar a pie firme lanzados”.
“Por eso los tres primeros que fueron adelante era imposible que la agarraran porque la pelota los iba a pasar. Si les avisaba a los 6 iban a querer ir atrás y esos 3 generaron distracción. La comba entró justo, por suerte el línea no era hincha de River como el árbitro y Leo pudo meter el gol”, sostuvo y recordó el dudoso penal que Bértoli le atajó a Chori Domínguez: “Todavía estoy buscando el penal de Boggino a Funes Mori”.
La actualidad del fútbol en pandemia
La continuidad del fútbol argentino aún es una incertidumbre en el marco de la pandemia por Covid 19 que tiene en vilo a todo el mundo. Si bien no se sabe fecha cierta de retorno a la actividad, ya hay definiciones acerca de la forma de disputa ya que no habrá descenso por dos temporadas.
“Si el proceso es realmente honesto entre dirigentes y cuerpo técnico es una posibilidad que clubes que no son formadores puedan empezar a insertar un poco más precozmente juveniles en los equipos”, consideró Fuentes.
A su vez, reconoció que esto conllevará “un desmejoramiento de los salarios, porque no va a ser necesario en cuanto a los DT y los jugadores que marcan diferencia porque se va a poder jugar un mix. Me parece que hay que sincerar estas cuestiones porque capaz que empezamos a jugar con juveniles, no ganamos y nos echan porque el juvenil no está maduro y hace perder partidos”.
En este sentido, reconoció que espera volver a San Luis para definir su futuro. “Tengo un contrato anual pero hay un proceso de ajuste y readecuación, todos los participantes activos estamos aceptando el esfuerzo económico que hace el club y quizás tengamos que resignar cuestiones económicas. Tengo que ver si se puede proyectar los 6 meses que quedan”.
Asimismo, se lamentó toda esta situación ya que el equipo presentaba un buen nivel futbolístico, algo que le llamó la atención teniendo en cuenta que a fines de 2019 estaba en zona de descenso directo. “Es una particularidad que nunca viví y en esos meses disputados los muchachos ganaron 6 partidos seguidos y quedamos en la zona que se reorganiza para ir por el ascenso. Esa es otra cosa a definir cuando se vuelva a jugar”.