Saltar menúes de navegación e información institucional Teclas de acceso rápido Nosotros
El de Nogoyá repasó su extensa carrera

Roque Alfaro, “el único entrerriano campeón del mundo con River”

El exmediocampista debutó en la década del 70 en Newell’s y tuvo un periplo por clubes nacionales y del exterior. Recordó sus inicios, la Selección, Chile, Colombia, su relación con Maradona y el Tolo Gallego y su futuro laboral en River.

Tras pasar un duro momento con su salud en el 2019, Alfarito está en buenas condiciones y pronto volverá a trabajar de lo que le gusta. “En mayo de 2019 me operaron en el estómago, pero seguía teniendo el tumor de colon. A los días tuve una trombosis pulmonar que, como dijo el doctor Tanno de Rosario, si no hubiese cuidado mi salud no lo hubiese aguantado y gracias a dios hoy lo puedo contar”, manifestó.

“Yo estoy muy feliz, me pasaron muchas cosas en este tiempo, agradezco a mucha gente que me estuvo acompañando en este proceso. Hasta una oración de mucha gente hizo parte de mi recuperación, desconocidos y todo pero que al momento de hacer esa oración no dudaron y creo que eso hizo que yo no bajara los brazos. Siempre digo que River me enseñó de eso”, reconoció el ex mediocampista del River de los 80, institución que pronto lo tendrá como cazatalentos.

“Tengo el privilegio que desde el 1º de febrero empiezo a trabajar con ellos en la captación de jugadores. Cosa que no se pudo hacer por lo que pasó en el año y el club no estuvo abierto. Ahora se volvieron a abrir las puertas e inmediatamente me llamó el gerente deportivo para avisarme”, reconoció Alfaro.

RIVER PLATE

Roque nació de Newell's, pero su carrera dio un giro total en River Plate. Con el Millonario conquistó el torneo de primera división de 1985/86, la Copa Libertadores 1986 y la Intercontinental ese mismo año ante el Steaua Bucarest de Rumania. Sumando la Interamericana de 1987.

“Fue la culminación de una propuesta de esa historia que nos propusimos escribir a lo largo de 1986. Creo que eso redondeó y era lo último que quedaba por demostrarnos todo lo que habíamos sido a lo largo del año. Y eso hoy, y cada día más, fundamenta esa palabra grupo. Era lo que nos faltaba y ese grupo mantuvo una autoridad en todos los aspectos, no solamente en lo futbolístico, dentro del campo de juego, sino también entre nosotros. Eso hizo que nuestra preocupación sea total en todo el tiempo que convivimos y estuvimos juntos”, señaló el ex mediocampista.

Sobre el rival, Alfaro reconoció que sólo conocían los apellidos de los jugadores pero no sabían cómo jugaban. “Sí sabíamos que al haber eliminado al Barcelona íbamos a tener enfrente a un rival muy difícil. Por ahí son de esos equipos que aparecen cada tanto, y justo aparecieron los rumanos para arrebatarnos algo que nosotros íbamos a pelear a muerte”.

“El Bambino había planificado ese partido y remarcó que no hagamos penales, porque es un equipo que juega bien hasta la puerta del área y después de ahí cada vez que le toca ejecutar son medio erráticos, no aciertan el arco. La vez que acertaron al arco lo teníamos a Nery Pumpido para resolver todos esos problemas”.

“Era un equipo bien equilibrado en la defensa, nunca lo ibas a encontrar mal parado. Si bien atacamos con mucha gente, también defendemos con mucha gente. En ataque siempre dejábamos a Beto, a Antonio y al Búfalo adelante sin obligaciones de recuperación pero si lo tres del medio. Enrique, el Tolo Gallego y yo volvíamos junto a la línea de 4 y Nery”, contó.

“Esos siempre estábamos, éramos un obstáculo muy grande para que el equipo rival nos agarré mal parado, pero eso no aconteció y era todo lo contrario. Por ahí cuando teníamos que salir de contragolpe teníamos una explosion como decía el Bambino con la pegada del Beto, la llegada de Antonio y al Búfalo teniéndolo siempre ahí. En su momento estuvo el Pelado Centurión que ayudó y gravitó muchísimo en la primera parte de la Copa Libertadores”, recordó Alfaro que acotó que el gol de Alzamendi fue parte “de la viveza argentina”.

En las finales del 86, en el partido decisivo contra con Vélez en el torneo local, la Interamericana y hasta en los Superclásicos, Roque siempre estuvo en la alineación inicial.

“Fue porque me lo gané, porque respeté siempre lo que exigía el entrenador y respete siempre el equipo. Nunca se me antojó hacer cosas que fueran egoístas y siempre pensé en el equipo”, sostuvo. “Hugo Santilli (presidente del club en esa época), cuando era tiempo de arreglar el contrato me decía ‘eh, ¿cuánto querés cobrar?’ y yo le decía ‘fíjese que siempre estoy en la foto del campeón’”, recordó

En el inicio de su estadía en el club tuvo como compañero al uruguayo Enzo Francescoli y más tarde a Beto Alonso. “Yo me doy el placer de ponerme entre los dos”, reconoció Alfaro. “El equipo, que también tenía a Luis Amuchastegui y Claudio Morresi, fue muy vistoso, jugaba al ras del piso por los jugadores que tenía y era un gusto verlo jugar. Entre Morresi y Enzo hicieron cómo 48 goles, cambió completamente cuando se fue Enzo y la Araña porque Claudio nunca fue un jugador de pegadas largas, siempre fue un jugador de juego corto, por lo tanto el Bambino tuvo que modificar al entrar Alzamendi con el Beto”.

Y añadió: “Entonces el Beto aprovechó todo lo que se había quedado callado porque no era titular. El entró y demostró porque siempre se ha hablado del máximo ídolo como lo es el Beto. Entonces también para nosotros fue un gran orgullo que nuestro ídolo, nacido en el club de River, sea determinante en algunos momentos. Nos vino bien porque realmente él lo necesitaba. A la institución le hizo muy bien, ayudó y colaboró muchísimo en todo el tiempo que estuvo con nosotros muchas veces sin jugar”.

“Alonso nació en River y por eso es el ídolo futbolístico. Nosotros llegamos a jugar y ponernos la camiseta por 3 o 4 años. Siempre digo que fui un irrespetuoso porque cuando llegué me dieron la 10 y lo dejaron al Beto en el banco, pero era un compromiso que Luis Cubilla (DT) había asumido conmigo y que Santilli había asumido con el Beto, pero Luis fue el que tomó la decisión”

Suplantar al hijo pródigo del club le valió algunos abucheos cuando cometía algún yerro o no tenía un buen partido. Pero toda la presión se la quitó luego Don Adolfo Pedernera. “Lo entendí muy claro porque yo a cada pelota que daba mal era el grito de la tribuna “Alonso, Alonso”. Entonces después vino don Adolfo con Federico Vairo y Martin Pando, en el paso antes de la llegada del Bambino Veyra. Y Adolfo me dijo ‘Usted va a jugar en River, pero con cualquier camiseta menos con la 10” y le digo ‘la 1 tampoco porque no tengo pinta de arquero’ y ahí me puse la 11”, recordó.

“Hice un trabajo distinto al que estaba acostumbrado. Todo lo otro para mi siempre fue gestación, jugador de creación, alimentaba siempre a los jugadores bajo mi creación, mi movilidad con el 10 de enganche. En Newell 's tenía a Berta y al Tolo Gallego como volante de contención y yo libre. Yo era el que habilitaba, también lo hice en América de Cali, también lo terminé haciendo en Ohiggins de Rancagua y esa fue mi función cuando volví a Newell´s”.

“En cambio en River yo tenía una cosa muy clara. Fui porque quería jugar y a mi no me importaba el número de camiseta que me dieran, lo que tenía que hacer, yo solo quería jugar en River que yo creo que es el orgullo y el placer más grande que tiene un jugador de fútbol del interior de jugar en los equipos más prestigiosos de su país”, señaló.

Sobre la actualidad de River, Roque Alfaro no guarda elogios para con Marcelo Gallardo. “Ha mantenido a River en el privilegio de triunfador en estos 5 años. River tiene una etapa de gloria desde que asumió Gallardo porque eso fue lo que ocurrió. Por ahí se dice que es mucho, pero él se ha merecido y se ha ganado todos los elogios por lo que ha cumplido. Siempre se ha hablado de una historia futbolística con River y con Gallardo lo sigue teniendo”, manifestó el nogoyaense.

PELOTA NARANJA Y EL GOL DEL BETO ALONSO

Roque fue el hombre detrás del centro que encontró la cabeza de Alonso para convertirle el 1-0 a Gatti en la Bombonera. Ese partido terminó 2 a 0 con goles de Alonso y la vuelta olímpica del Millonario en cancha de Boca.

“Se vivió un momento inolvidable, siempre digo que 10 segundos me dio la posibilidad de quedar en la historia en aquel torneo 86 por culpa de la pelota naranja. Porque se habla de la pelota naranja nada menos que contra Boca donde la escena se forma en 10 segundos. Yo, la pelota naranja, el Beto cambiándole el palo a Gatti, Gatti pasándose de la jugada. Y esa imagen que dura 10 segundos te mantiene vivo en el recuerdo. Entonces esas cosas son las que te ofrece el fútbol”, reconoció Roque.

“La jugada del Beto, yo siempre fui el encargado de la pelota parada, hicimos goles con Ruggeri. Por lo tanto, todas las cosas que se hacían se hacían como fundamento en los entrenamientos el día viernes y el sábado. Teníamos buenos cabeceadores como Ruggeri, el Tano Gutierrez, el Beto ni hablar, Centurión, Francescoli, Juan Gilberto, Antonio Alzamendi. Era complicado y se aprovechó muy bien, en el caso mío, mi pegada. Siempre estuve en eso y no es por nada que siempre se me distinguió por eso. Era buen ejecutante en tiro de esquinas. Gracias a eso también hice varios goles de media distancia por el tema de mi pegada”, explicó.

Otro River-Boca para el recuerdo, con Alfarito en cancha, fue el 27 de octubre de 1985 con el golazo de Alejandro Montenegro, el único del partido en el Monumental. “Ese día me hizo recordar cuando estando en Nogoyá, José María Muñóz a través de la radio te hacía vivir los clásicos de esa manera, que los hinchas bajaban de los camiones, ese día pasó eso. Ese día estando en la concentración de River veíamos cómo la gente iba llegando al estadio en colectivos, en camiones. Esa tarde fue infernal lo que era el estadio”, recordó el entrerriano.

“Siempre que nosotros tomábamos decisiones, había algo que iba acompañado a esas decisiones, pero tenemos que ganar y siempre ganar. Porque cuando fuimos a la Boca nos propusimos ir a dar la vuelta olímpica, pero hay una cosa clara que era ganar. Sino no sirve dar la vuelta si el resultado era adverso. Esas eran las cosas que teníamos claro. A lo largo del año nuestro equipo salió de memoria y hubo cambios cuando hubo jugadores que se fueron. El caso de Enzo, de Amuchastegui que primero fue reemplazado por Centurión y después por el Búfalo. Después lógico había sustituciones, pero el equipo salía de memoria entonces también eso tranquiliza al jugador, cuando llegas al vestuario y vas a buscar la camiseta que te corresponde”, añadió el ex mediocampista multicampeón con la institución de Núñez.

NEWELL’S OLD BOYS

Newell’s es su casa, así se formó como futbolista y debutó en 1975. Con la Lepra conquistó el torneo de primera en la temporada 1987-88. “Esa fue la culminación del sueño de Jorge Bernardo Griffa”, señaló Roque Alfaro.

“Fueron 14 años, desde el 74 al 84, donde Griffa armó el equipo para que un día se de ese gran lujo de decir Newell’s campeón con todos sus jugadores nacidos y criados en inferiores. Ese es un logro que por hoy es casi imposible de conseguir, y me atrevo a decir que hasta a nivel mundial”, sostuvo.

El técnico de ese equipo era Jorge Yudica, su ayudante era Roberto Puppo, el cuerpo técnico y todos los jugadores era íntegramente surgidos de Newell’s. “Todos habíamos crecido ahí. Martino, Llop, Copponi, Almirón, el Yaya Rossi, Balbo, Dezotti, Ramos, la Chancha Cozzoni, Cacho Ciale, Dalgio Giovanolli, todos de ahí y esas son cosas que para Griffa fue como tocar el cielo con sus manos porque fue la culminación de 14 años de trabajo. Después a los 2 años aparece Bielsa con algo muy parecido, pero Bielsa incorpora al paraguayo Mendoza, trae a Boldrini, a Domici que no son jugadores de la cantera de Newell 's, pero si estaban Pocchetino, Berizo, Gamboa, Lunari, Saldaña. Muchos chicos que estaban jugando en la reserva”.

En Newell’s disputó 287 partidos y es el cuarto goleador histórico con 73 goles. Estadísticas cosechadas en sus dos etapas: desde 1975 a 1980 y de 1987 a 1990.

El mediocampo de ese primer equipo de 1975 estuvo conformado por Américo Rubén Gallego, Ricardo Giusti y Alfaro. Con el Tolo formó una gran relación, y hasta lo considera un hermano mayor. “Era un poco el protector que me decía ‘anda a gambetearlo que si te trompean voy yo detrás tuyo’. Siempre tenía esa protección. Y uno de los sueños de Griffa era que debutaramos juntos en primera y creo que le dimos ese gusto también”.

MARADONA Y LA SELECCIÓN

Con la camiseta albiceleste no tuvo muchos partidos, pero sí tuvo el placer de integrar el equipo que disputó la Copa América 1987, plantel compuesto por la mayoría de los campeones mundiales de 1986 en México. Entre ellos estaba Diego Armando Maradona con quien mantuvo una buena amistad con el correr de los años.

“Con Diego viví pocas cosas, pero fueron muy fuertes. Esa es una de las cosas que me dio el fútbol, de poder decir que jugué con Maradona y que tuve una amistad con él”, contó el entrerriano que recordó el abrazo con Diego en el estadio Marcelo Bielsa, en el homenaje al 10 cuando era entrenador de Gimnasia en la previa del encuentro contra Newell’s.

“En ese abrazo me dijo, porque yo solo escuché, ‘que bien te veo alfarito’, me dijo eso y es lo que me quedo en mi alma, en mi cuerpo, en mi sentimiento. Esa fue la última caricia que me hizo Diego en vida. Esa tarde estaba bien, en un lugar donde se lo quiere mucho, él es nuestro. Jugó con la camiseta de Newell 's. Estaba completamente distinto a como se lo vio un año después”, contó Roque.

De su época juntos en la Selección, Alfaro mantiene que “fue un placer poder estar al lado de los que un año antes nos habían dado la hermosa copa del Mundo. Estar jugando al lado del Tada, de Checho y los otros, era un privilegio. Y ni hablar de estar al lado de Maradona".

"El mejor protector que tuvimos en el fútbol siempre fue Diego por todo lo que significó. Maradona era Argentina. Esas son las cosas que uno respeta de todo lo que en un corto tiempo logró Diego futbolísticamente para nuestro país", enfatizó.

Ese plantel de la Copa América continuaba siendo comandado por Carlos Bilardo, quien a Criterio de Roque le dedicaba más tiempo de charlas y consejos a los recién llegados. "Bilardo podía detenerse más tiempo en nosotros que éramos los que habíamos sido incorporados. Como se iba a meter con el Checho que ya lo tenía hace varios años. Esos jugadores ya sabían lo que quería Bilardo y como jugaban. A Maradona no había que decirle nada, había que orientarnos a nosotros que éramos los nuevos", sostuvo.

"Entonces debíamos ser muy inteligentes para jugar en la selección, por qué por las obligaciones que tenías porque a la libertad la tenían los que venían en el proceso, pero las obligaciones las teníamos nosotros”.

AMÉRICA DE CALI

La segunda experiencia en el extranjero fue en el América de Cali entre 1981 y 1983. Tras su paso por el Panathinaikos FC de Grecia, Roque recaló en el equipo colombiano. Su estadía en suelo cafetero “fueron hermosos porque disfruté futbolisticamente, del país, de la ciudad de Cali, el torneo, la gente, con mis compañeros. Lo pasé muy bien. Ahí tuve el privilegio de ser campeón en fútbol por primera vez”, reconoció Alfaro.

“La estadía en América de Cali fue tranquila. Por ese entonces los encargados del club eran los Orejuela, del Cartel de Cali, y aún no estaba el enfrentamiento contra Pablo Escobar. Teníamos total libertad de vida. Fue todo muy limpio y transparente mi tiempo en Colombia”, sostuvo el nogoyaense.

En esos años compartió equipo con los compatriotas Julio Cesar Falcioni, José Pascuttini, Osvaldo Damiano, Daniel Teglia entre otros. “Fueron momentos muy gratos que siempre lo recuerdo con mucha alegría. Siempre digo que ahí aprendí a ser hombre en el sentido dela responsabilidad. En ese entonces viajé con mi señora y mis dos hijas. Una de 3 años y la otra, que había nacido en Grecia, estaba por cumplir el año y en Calí aprendió a caminar”.

“Fueron cosas que me sirvieron para que en un país distinto aprendiera a tener responsabilidades. Siempre lo tomo como una grandísima experiencia·, manifestó el ex mediocampista campeón por duplicado de la liga colombiana.

EL ROL DE ENTRENADOR

Luego de su carrera profesional Roque tuvo su momento en la conducción técnica y lo hizo en varios equipos argentinos, chilenos, paraguayos, hondureños, peruanos, ecuatorianos y de Guatemala, todos en cortos períodos de tiempo. Asimismo, el reconoce que el rol de técnico no es su fuerte, sino que tiene mucho tacto para la docencia futbolística. “Hoy por hoy si me preguntan si quiero dirigir digo que no, que prefiero estar en otra función. Quiero formar”.

“No soy un técnico con ese autoritarismo que se hace lo que él dice, al contrario yo tenía otro tipo de relación y eso hace que por ahí no haya sido muy decisivo en ciertas cosas. A mi me ponía bien que el jugador estuviera bien, que disfrutara jugar pero no era de estar sacando a un jugador porque tuviera un mal partido, porque pateara al arco y no acertara. Al contrario, siempre fui completamente distinto y después entendí que tenía más capacidad para enseñar que para dirigir”, reconoció el exfutbolista.

Igualmente, en su etapa en la conducción técnica en inferiores tuvo sus buenos réditos con la preparación de jugadores que triunfaron. “Hoy recibo elogios de aquellos chicos que en su momento los tuve. A Gabriel Heinze cuando llega a Newell’s yo lo recibo y compartimos familiarmente todo ese año y con 14 años empieza a demostrar todo lo que fue después. Martín Demichelis cuando jugando de volante central lo cambio de puesto y le pido que empiece a jugar de marcador central, él atento a mi marcación me hace caso y terminó debutando en la primera de River y es transferido. Desde ese momento es marcador

En este sentido, el entrerriano hará lo que realmente le gusta desde el próximo año en el Club Atlético River Plate. “Me lo había prometido Enzo Francescoli y empiezo a trabajar en la captación de jugadores. Es lo que me gusta porque en definitiva también me va a hacer bien a mi salud, porque no es un trabajo agresivo que esté dependiendo de los resultados. Pienso que lo puedo hacer porque he andado por muchos lados, pero algo sé, conozco y entiendo. Me ayuda. Estoy muy agradecido de lo que River me está brindando”, señaló el entrerriano.

Teclas de acceso