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Sensaciones de lo que pasó y el futuro

Sciacqua: “Hoy soy hincha de Patronato al igual que toda mi familia”

Llegó con un claro objetivo: la permanencia en la máxima división. A razón de esfuerzo, errores y aciertos, lo consiguió. El DT le mete todas las fichas para mejorar. Charla con anécdotas imperdibles y detalles de su vida en el fútbol.

En septiembre de 2018, Patrón salió a la búsqueda de la cabeza del equipo para comandar la etapa más difícil en la Superliga, con la necesidad de sumar puntos y establecerse, al menos por una temporada más, en la élite del fútbol. El elegido fue Mario Sciacqua. Puso mano en el equipo y a razón de trabajo y voluntad de los dirigidos se logró el tan ansiado objetivo.

Apasionado por el fútbol y lo que hace, el DT viaja la mayor parte de la semana de la capital santafesina a Paraná dejando a su esposa e hijos en casa. “Salgo del entorno del equipo para despejarme un poco”, comenta a lo largo de la charla con El Pelotazo, donde dejó conceptos importantes para lo que viene, ya con continuidad confirmada, lo que fue el torneo que pasó y un poco de su historia.

“Soy muy pasional, me comprometo e involucro mucho cuando estoy en un equipo. Hoy soy hincha de Patronato al igual que toda mi familia”, reconoció Mario tras recordar el alocado festejo luego de la victoria ante Argentinos Juniors en el Grella, que marcó la permanencia. “Me cuesta controlar las cosas que suceden en un partido y soy muy auténtico. Es lo que pensaba ese día y si hubiese tenido el escudo me lo besaba. Por más que alguno me haya dicho ‘qué vende humo’, lo volvería hacer si estoy en otro club, porque me involucro de una manera increíble”.

“Por suerte no nos vimos afectado por el exterior, tanto los futbolistas como el cuerpo técnico, como sí les pasó a otros equipos que estuvieron muy presionados para hacer lo imposible por salvar la categoría. Es muy difícil hacer frente a esas situaciones cuando un jugador o la estructura se ven afectadas por tantos lugares. La actitud y la forma de ser de los futbolistas, el grupo de trabajo, los dirigentes, el club, nosotros como cuerpo técnico, tuvo mucho que ver para salvarnos”, señaló.

Sciacqua comenzó su carrera en la dirección técnica en las divisiones inferiores de Colón de Santa Fe. Su estadía le sirvió para poner en práctica todo su conocimiento y adquirir nuevas manías o costumbres. Una de ellas es plasmar todas sus ideas futbolísticas y extrafutbolísticas en una libreta que mantiene siempre cerca. “Anoto los entrenamientos, los ejercicios a realizar, la intensidad, de todo un poco porque soy difícil de desconectarse. La otra vez mirando una serie a la medianoche en Netflix (Peaky Blinders) me acordé de la distribución del vestuario para el torneo que viene y me levanté a anotarlo. Por suerte tengo una mujer que me entiende y que sabe que cuando me levanto no es para ir al baño, sino para hacer algo de fútbol", contó el entrenador.

Además de ir pensando el equipo, el DT tiene en mente otros aspectos a mejorar en cuanto a lo grupal y edilicio. "Ahora en este proceso, ya que en el anterior no pude por estar en marcha, la idea es ordenar el vestuario porque estaban distribuidos los grandes por un lado y los jóvenes por otro", reconoció. Asimismo plasmó la necesidad de hacer algunas reformas que tienen que ser planteadas a la dirigencia. Estos proyectos tienen que ver con brindar más espacio de trabajo en el complejo La Capillita. “El armado de la nueva etapa va a incluir varias cosas que son importantes para tener un buen torneo que tiene que ver con no errar en la cuestión humana, dando a los jugadores herramientas necesarias para que entrenen adecuadamente", reconoció.

Hace más de un mes el Rojinegro terminó con la actividad oficial y ya se comienza a diagramar la pretemporada, que se reactivará el próximo 10 de junio. La nómina de jugadores ya no tendrá varios nombres y se esperan nuevas caras para afrontar el duro torneo liguista.

En este armado del vestuario implicó comunicar la no continuidad de varios futbolistas, una decisión difícil pero que Sciacqua tiene en claro que debe hacerse cara a cara. “Haber trabajado en inferiores hace entender que llega una fecha y le tenés que decir a los chicos de 12, 15 o 17 años que ya no van a seguir. Eso uno la ha incorporado y uso la misma metodología para con los futbolistas profesionales fundamentando mi decisión si así lo requieren. De a uno les comuniqué la determinación y a su vez le di la posibilidad que cuenten su vivencia durante el torneo”, dijo.

“Yo podría haber prescindido de esa charla teniendo en cuenta que al 90 por ciento del plantel se les finaliza el contrato el 30 de junio. Pero me parece que uno está todo el tiempo con la incertidumbre y que el DT lo diga personalmente le sirve a todos porque el jugador se va tranquilo sabiendo que tiene que salir a buscar trabajo”, recalcó Sciacqua.

Uno de los tachados fue Renzo Vera, un paranaense querido por el hincha que el entrenador entendió que para pegar el timonazo y cambio de rumbo es mejor renovar. “Tengo que analizar las situaciones a presente y a futuro. Obviamente Renzo fue participe como todos de la permanencia y se lo dije, pero es la misma situación del futbolista que anduvo bien y dice ‘me quiere Boca’, uno qué va a hacer. Es entendible y le decís, acordate de los momentos juntos, fuimos a la cancha de River y ganamos. Nosotros como entrenadores cuando un proceso termina tenemos que corrernos de todas esas situaciones porque sino se quedan todos”.

“Se lo dije a los dirigentes que todo fue espectacular, pero tenemos que mejorar. A un jugador le dije ‘la idea es que continúes, pero tenés que mejorar mucho’. Nos dio para salvarnos con lo justo y ahora tenemos que hacer un torneo entero. A Renzo le di toda una explicación fundamentada pura y exclusivamente desde los futbolístico, obviamente la sensación no es la mejor pero prefiero darle la posibilidad que de decírselo antes que un medio”, remarcó Mario Sciacqua que mostró su molestia por publicaciones en redes sociales anteriores a la charla con los jugadores.

Ahora, previo a la pretemporada y durante el mes y medio de preparación, viene la etapa de rearmar el rompecabezas pieza por pieza reforzando los lugares que quedaron vacante y fortaleciendo otros sectores. “Siempre va a depender de los jugadores que retengamos. El presidente me planteó si el equipo será el que le mencioné más 6 u 8 refuerzos, pero va a depender del dinero disponible a gastar y hay que ser inteligente para saber donde destinarlo”, señaló el santafesino. “No puedo pedir jugadores de 10 palos y que no haya para el agua, pelotas o lo que quiera. Hay que tener los pies sobre la tierra y saber en qué club se está”, manifestó.

Sciacqua buscará darle otra impronta trabajando más con la metodología Primera y Reserva. “No soy de la idea de meterme en Divisiones Inferiores, donde Martín De León tiene mucho trabajo, pero sí la intención de colaborar. Los jugadores juveniles le dan frescura al equipo”.

Todo se dará a su debido tiempo, siempre y cuando teniendo en cuenta la idiosincrasia del club. “Patronato es un 4-4-2. Imagínate que le diga al presidente que no quiero más un centro delantero y pongo un enganche y uno suelto. Estoy 3 partidos y viene otro de la idiosincrasia del equipo busca un 9 y dice ‘Sciacqua no lo quiere’. Por suerte coincidió mi idea. Como entrenadores tenemos que entender que somos empleados, podemos colaborar en Inferiores pero no meternos en las decisiones, a eso lo hace la dirigencia”, manifestó.

Consultado sobre la posibilidad de contar con una gran inversión para pelear por otra cosa más que por la permanencia, Sciacqua fue categórico al remarca que hay que buscar la mejora edilicia, por ejemplo dos canchas y un gimnasio adecuado. “Tratar de brindar herramientas para mejorar la calidad de entrenamiento. Soy de los que piensan que con los nombres y una gran inversión no te asegura un buen campeonato", aseguró.

Además, el entrenador cree que la trascendencia de la hazaña ante Argentinos sirvió y servirá para construir el nuevo proceso. "En otros clubes me ha costado traer jugadores, y tras la finalización de este torneo me llamaron jugadores para venir. Es algo que me da mucha alegría. Soy muy optimista y creo que no habrá que remar como en otros momentos", dijo.

Gabriel Compagnucci, Dylan Gissi, Gabriel Ávalos y Germán Berterame fueron parte de la apuestas de Sciacqua en su llegada al club, una característica que se jacta de poseer en el cargo. “Soy de indagar mucho con los refuerzos, fundamentalmente hablo con 2 o 3 entrenadores y cuando está avanzada la negociación habló con el jugador. Les explico cómo somos, a dónde vienen, planteo el contexto del club, del cuerpo técnico y la ciudad”, reconoció.

Entre las cualidades y aptitudes de un futbolista, Sciacqua pone como primordial lo humano y que se genere buen ambiente de trabajo. “Lo futbolístico se corrige pero la convivencia es fundamental, hay que levantarse y llegar a entrenar con buena vibra, ser respetuoso, saludar. Ser competitivos en los entrenamientos, me encanta la competitividad pero no que se puteen. Todo eso se logra con la construcción diaria”, manifestó.

El arco después de Bértoli

La permanencia un año más en la máxima división del fútbol argentino fue la noticia preponderante, pero también se dio la despedida de Sebastián Bértoli, el bastión del arco Rojinegro. Mario Sciacqua estuvo al frente de la última etapa del paranaense que lideró dentro y fuera de la cancha al equipo de calle Grella

“Cuando llegué sabía lo que era Bértoli para el club, pero tomé más dimensión con la presentación del libro (Bértoli, Las Manos del Grella) cuando vi a su familia y el aprecio de la ciudad. Nunca dimensioné lo que había vivido, pese a verlo en los partidos, y así fue como empecé a entender el liderazgo que construyó a base de esfuerzo”, contó.

“En el fútbol hay veces que se llega, todos hacen esfuerzos pero este hizo un gran esfuerzo teniendo en cuenta que lo hizo ya de grande. Fuimos creando una muy buena relación porque él tiene una apertura y el liderazgo que a mí me gusta. Es de los que junta y no del que trata mal. Es como yo conduzco, no lo hago desde el apriete, sino desde la generación de vínculos. Si eso no se logra no podemos luchar por la misma causa”, añadió.

“Marcó una huella en Patronato, y lo digo como entrenador que vivió su proceso hasta el último partido, donde fue héroe sacando pelotas complicadas. En ese partido le digo ‘para mí no te retiras, no analizo que te retires y me va acostar’ y se rió”, recordó el DT que ahora tiene que pensar en un reemplazo o alguien que puje por un lugar junto a Federico Costa, el segundo arquero.

Ya entre el plantel no estará Emanuel Alarcón, un gurí de la cantera que deberá buscar nuevos rumbos en busca de la titularidad, como le recomendó Sciacqua al comunicarle que no será tenido en cuenta. “Fue con el corazón y lo tuvimos que dejar ir. Le dije que no podría seguir siendo el tercer arquero y que debe jugar. Además le dije que lo voy a recomendar a quienes pregunten por él”, contó.

El juvenil al principio del ciclo fue relegado a jugar con Reserva. “La decisión en ese entonces la tomé junto a mi cuerpo técnico y consensuada con la dirigencia. En ese entonces fue con un proceso a mitad de camino y la verdad no estaba muy enfocado en ese tema, sino en otros refuerzos. Y un día Bértoli y el entrenador de arqueros Gustavo Nepote, me preguntaron si lo tuve en cuenta a Alarcón. Le dije que no y que le faltaba un poco todavía para la Primera. Tras eso di vuelta la decisión y no se me cayeron los anillos. Pude decir que no, la figura de Seba generó una gran unión. Pero ahora es otra etapa distinta, a arrancar de cero”.

Promocionado por el “Loco” Bielsa

Mario Sciacqua nació el 30 de agosto de 1970 en Barabevú, provincia de Santa Fe. Y fue en un scouting de Newell's Olds Boys que Marcelo Bielsa y Jorge Griffa se lo llevaron al club rosarino junto a Mauricio Pochettino, Mauricio "Tano" Piersimone, Fernando Gamboa, Darío Franco, Eduardo "Toto" Berizzo, entre otros de esa zona santafesina. Formó parte de “Proyección 94” y con 15 años se fue a vivir solo a la “Chicago argentina”. Su vivencia en las inferiores leprosas le dejaron muchos aprendizajes del “Loco”, así también como anécdotas.

“Siempre digo que todas estas boludeces nos las dejó en claro”, se refiere Sciacqua a la costumbre de anotar “locuras que a veces sirven”. "Con los chicos que no llegamos a Primera decíamos que nos cagó la vida y después cuando sos grande te das cuenta cuánto nos enseñó. Nos enseñó a ser organizados, a querer lo que uno hace, a respetar al futbolista, a los hinchas, al periodismo, dignificar la profesión cómo, llegando temprano, dando siempre el ejemplo", subrayó.

“Tuvo buenos jugadores y otros que han sido grandes técnicos como el Tata Martino, que si bien no juega igual tiene un formato parecido. Le dejó algo marcado tanto a Berizzo, Darío Franco y a mí”, destacó.

La última gran "locura" de Bielsa fue un gesto de fair play donde su equipo el Leeds de la segunda de Inglaterra se tuvo que dejar convertir el gol del empate del Aston Villa tras un polémico tanto. "Imaginate si yo lo hago con Argentinos ganando 2 a 1. Me prenden fuego, yo no lo haría. Por ejemplo en cancha de River, Bértoli se acalambra y tira la pelota afuera. Yo desde el banco grito 'devolvésela' y en la cancha Facundo Bressan le grita no se la devuelvan con todos los micrófonos ahí y le digo 'boludo me haces quedar mal a mi' y era un saque lateral, si eso lo trasladas a un gol. Bielsa lo hizo y lo va a seguir haciendo".

Los años de inferiores también le dejaron anécdotas inolvidables. Corría el año 1986, Sciacqua con 16-17 años pasó a jugar en la reserva de Newell’s, ya que por ese entonces no existía 4ta o 5ta de AFA, con Marcelo Bielsa al frente del conjunto. “Se compró una filmadora y hacía grabar los partidos de reserva. En la plantilla entraban sólo 16 futbolistas, pero él hacía viajar a 17 jugadores. Este tenía que ir al vestuario del otro equipo y pedirle al DT la formación, con respeto obviamente, y se ponía debajo de la cámara, con un micrófono chico y relataba el partido. Nosotros sólo relatabamos con apellidos”, rememoró.

“Al martes siguiente nos juntábamos a mirar el video y se veía todo borroso, para la época el tipo era un adelantado”, contó ante El Pelotazo y recordó una graciosa vivencia en relación a esto. “Está el caso de Ricardo Lunari, que muchas veces fue el jugador 17 y en un momento empezó a transmitir como relator y metía publicidades y lo hizo durante casi todo el torneo”, se acordó entre risas.

“Todos los entrenadores de alguna manera tienen un grado de locura. Pasamos por tantas situaciones y es una locura para algunos buenas y para otro mala. Es necesario ese grado de locura. No soy tan bilardista pero saco cosas de Bilardo y cuando dijo “que uno es DT las 24 horas” esa así de increíble”, reconoció.

Sciacqua terminó su carrera como futbolista a corta edad luego de pasos en Colón, Arsenal de Sarandí, Club Centro Deportivo Municipal y FBC Melgar, estos últimos de Perú, donde en 1996 colgó los botines a los 27 años de edad. “Gracias a Dios no soy un futbolista frustrado porque tuve una carrera corta y por ahí te queda esa sensación. A los 25 años di un aviso y ya me di cuenta que no era más jugador, pero nunca asumí el cargo de entrenador como exjugador”, manifestó el santafesino.

Al comenzar su etapa al mando con los más chicos aprendió mucho de la vocación, el trabajo y el empeño que hay que dedicarle. “Se lo digo a los que trabajan en inferiores de que no pierdan la ilusión de dirigir en Primera División, pero que trabajen mucho en este lugar porque da más herramienta que en la mayor, porque ahí no hay tiempo y no podés equivocarte”, sentenció.

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