Aranzazú Osoro Ulrich, la paranaense exponente del padel a nivel mundial

A los 18 se fue a probar suerte a Europa. Fue subcampeona del mundo 2024 con la Selección Argentina en Qatar. Encara el 2025 con alta expectativa. Familia deportista: su padre, el exarquero Pipa Osoro. El gran rol formativo de su madre.

En los últimos años en la capital provincial ha resurgido el pádel y muchas personas lo hacen como hobby y otros tantos le han empezado a dedicar más tiempo a su práctica. Además de los exponentes nacionales e internacionales, Paraná tiene el orgullo de tener a una representante que viene creciendo a nivel mundial y el 2024 terminó como subcampeona en el Mundial de Doha, Qatar.

Desde muy chica Aranzazú se sintió atraída por el pádel sobre todo por su madre que fue jugadora. Al no haber un gran desarrollo de la disciplina en la ciudad comenzó a practicar tenis hasta que volvió a su pasión y nunca más paró. Hoy es profesional, referente en el país y trabaja incansablemente para seguir superándose. “La pala hoy es mi compañera de vida, de viaje, la única que puede venir conmigo a todos lados y gratis. Creo que tengo más años de Pádel que de vida”, contó con gracias.

“Empecé como hobby acompañando a mi mamá a la escuelita los fines de semana, mientras mi papá hacía el asado. Así inicié hasta que me di cuenta que me gustaba. En el 2009/10 el pádel no estaba muy desarrollado acá en Paraná entonces yo tenía que buscar algo que me atrajera de la misma manera que me atraía el pádel. Encontré el tenis, pero en cuanto pude encarrilar otra vez volví a donde había empezado”, recordó “Zazu”.

La joven de 28 años lleva el deporte en la sangre ya que es hija de la Pipa Osoro, recordado arquero de Patronato y otros equipos de la década del 70. “Cuando empecé me decían la hija de la Pipa y ahora, un poco en broma y un poco en serio, él es el papá de Aranzazú. Creo que al final es un legado que yo agarré e intenté hacer lo mejor posible. Más allá de ser la hija de, o el papá de, creo que él hizo una carrera deportiva ejemplar y que muchos deportistas deberían tener en cuenta. Él me inculcó todo eso y ahora estoy intentando hacer lo mejor posible o al menos llegarle a los talones”.

Desde hace nueve años emprendió un nuevo desafío en busca de concretar sus sueños. “Llegar a este punto de mi carrera no fue fácil. En su momento decirle a mis padres que me quería dedicar al pádel fue un poco sorprendente para ellos. Me fui en 2016 con 18 años y 100 euros en el bolsillo para dar clases”, sostuvo.

“A partir de ahí fue irme, emprender un camino que por suerte tenía muchos referentes a nivel argentino que habían ido, que habían intentado y lo habían logrado. Al comienzo llegué a dar 10 horas de clases al día porque me fui intentando vivir del pádel y para eso tenía que empezar por algo”, contó la paranaense radicada en Barcelona.

Irse a vivir fuera de tu país y tratar de hacerlo mediante un deporte no es fácil para la paranaense. “Al final yo creo que si uno lo hace con determinación y lo hace con trabajo y constancia lo puede lograr”.

Actualmente dejó de ser entrenadora y se dedica exclusivamente a perfeccionarse y competir. Sus jornadas de entrenamiento van de lunes a sábado, preferentemente en doble turno. “En el año no podés entrenar mucho, es la realidad, porque son muchos los viajes. Este año tenemos 23 semanas de torneo, nuestro entrenamiento son en los torneos por eso hacemos pretemporadas fuertes en enero y agosto”.

Ahora descansa por unas semanas en Paraná y continúa con la preparación de cara al arduo 2025. Pero ya la capital provincial será un destino de descanso, de familia porque considera que su futuro será erradicar en el exterior. “Me veo viviendo en Barcelona. Siempre volveré a Paraná porque es mi casa, pero tento intenciones de formar mi familia allá”.

SELECCIÓN ARGENTINA

Representar a la Argentina es el sueño de todo deportista desde que empieza a desarrollar las prácticas más dedicadamente. El caso de Aranza es idéntico al de todos.

Para estar en la Selección cada padelista pasa por un proceso análisis por parte de los entrenadores. “Nos siguen durante toda la temporada, tanto a nivel nacional y mundial. Y a partir de ahí eligen”.

“Todos soñamos en ser lo mejor en lo que nos proponemos. Personalmente nunca me imaginé lograrlo porque lo veía difícil. La primera vez que me puse la camiseta dije como pesa porque además te obliga a dejarlo todo para que esté lo más alto posible”, sostuvo.

“Son los colores más bonitos del mundo. Hace varios años venimos intentando dejar al país en lo más alto, solo hemos podido darle el segundo puesto pero ojalá podamos quedarnos en el primero”, destacó la padelista.

En cuanto a la temporada de pádel, el 2024 marcó el fin de la dupla Vero Virseda y Aranza Osoro tras su retorno a las canchas en conjunto en agosto.

“Fue una decisión de mutuo acuerdo y por una cuestión de que si estábamos juntas no entraríamos como cabeza de serie en los torneos y eso requiere perder muchos puntos y en primera ronda encontrarte con las cabeza de serie”, contó Osoro. Si bien aún no ha anunciado su nueva compañera lo hará a la brevedad y adelantó que es alguien con quien ha compartido partidos “me llevo muy bien y creo que podemos hacer buen tándem este año”.

LA VIKINGA

Aranzazú también es conocida en el ambiente del pádel como la Vikinga, un apodo que al principio no era de su agrado pero con el tiempo lo fue aceptando e identificando.

“Fue un alumno del Maresme Padel Club (Premià de Mar, Barcelona) que me puso ese apodo en forma de broma. No me gustaba porque era un poco rudo, después lo fui aceptando y me identificaba con el apodo”.

LA VIDA DEL PÁDEL

Ser jugador de pádel implica mucho sacrificio y constancia. Es un deporte donde sin el patrocinio de una marca o varias es muy complicado salir adelante. Además habitualmente no representan a clubes, solo en algunas competencias puntuales que son pocas.

Estos aspectos hacen que el deportista deba dedicarse y dedicarle mucho tiempo a los entrenamientos y al cuidado físico. “La diferencia la hace la constancia diaria, más allá de tener una buena técnica o un buen estado físico. Y los entrenamientos más importantes son cuando no tenemos ganas o estamos cansados. Es muy importante trabajar la mente”, manifestó.

Uno de los puntos que más refuerzan, mediante trabajos específicos, ejemplo de ello es el entrenamiento de la visión. “Se hacen trabajos con anteojos especiales que difuminan la vista, largan flashes o se te bloquea la visión de un ojo. Y esa es la manera de destacarse del resto porque vamos un pasito más allá de un jugador amateur”.

Quien la preparaba físicamente fue Mariano Podgaetzky, porque desde 2025 comenzará a trabajar con otro profesional. “Fue mi preparador físico durante cuatro años y una de las mejores personas que he conocido. Él me devolvió las ganas de volver a hacer físico. Yo venía de un preparador físico donde me costaba ir a entrenar, al final por más que nos dediquemos a esto nos cuesta, hay días que nos cuesta y días que no tenemos ganas de entrenar. Y él me devolvió las ganas de querer entrenar físico y para mí eso fue una locura porque realmente a prácticamente nadie le gusta hacer la parte física”, reconoció.

LA FAMILIA

“Irme era complicado porque soy muy familiera, muy arraigada acá. Siempre intentaba estar con mis padres, ahora con mi papá a todos lados. Pero lo bueno que siempre tuve el apoyo de ellos, de mi familia y amigos”, reconoció Osoro Ulrich.

Sus padres fueron sus pilares fundamentales en la construcción de su carrera deportiva. Sin ellos, gran parte de todo lo logrado en estos años no hubiese sido posible.

“Para mi la familia es todo. A principios de 2024 perdí a mi vieja, mi fan número uno, la que siempre acompañaba a todos lados. Mi viejo también, pero la figura de ella me marcó no solo por su carácter, sino por ser siempre positiva. Para ella siempre jugaba bien”, contó emocionada.

Y su padre siempre tiró para adelante. “El fue deportista, compitió toda su vida y se ponía del lado de la crítica positiva. Nunca metió presión porque siempre supo como es el deporte. Es un fenómeno”.

“Todas esas cosas me marcaron. Por eso me gusta venir a Paraná cada vez que puedo”, reconoció. y agregó: “Mirando hacia atrás creo que no tengo que reprocharle nada a mi yo de niña. No cambiaría nada porque al final creo que aprendí muchas cosas a lo largo de los golpes. Mis viejos nunca me adelantaron nada de lo que iba a pasar, dejaban que me pegue así aprendía. Todo eso para mi fue muy positivo”.

“Aún me queda mucho por lograr, en ese sentido soy muy crítica. Pero la realidad es que estoy muy contenta con lo que soy en la actualidad”.

Con años de experiencia y en continuo desarrollo para mejorar, Aranzazú aconsejó a las nuevas generaciones de deportistas. “Hoy en día no todos los padres dejan a sus hijos intentar algún desafío, entonces les diría que lo intenten, que está bueno, que lo disfruten”.

Se fue sola hace 9 años y hace 2 años que transita su estadía en Barcelona acompañada por Aleix, su pareja. “El que me aguanta todos los días porque estar con una deportista profesional no es fácil, no pasamos mucho tiempo en casa. Es una persona muy especial, mi compañero de todos los días”.

Su relación comenzó vía Instagram. “Él no sabe nada de pádel, pero una vez me felicitó por un torneo y acá estamos juntos. Él es del mundo de las motos, fue corredor de enduro y hoy vende motos”.

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