Diego Borinsky tiene más de 25 años en el periodismo gráfico con una basta experiencia en la ya desaparecida revista El Gráfico, colabora con medios audiovisuales, es comentarista en Cadena 3 y es el hacedor de las entrevistas 100 Preguntas, que comenzó en El Gráfico y hoy se publican en La Nación. Su rol de periodista, amante del fútbol e hincha de River Plate lo llevó a escribir las biografías de dos referentes millonarios: Matías Almeyda y Marcelo Gallardo.
“Para los que laburamos en la gráfica es como que no nos alcanza con sólo escribir la nota y en cierto momento de nuestra carrera vamos por más, vamos por un libro”, reconoció Borinsky autor de las biografías “Almeyda. Biografía Autorizada. Alma y vida” (2012); “Gallardo Monumental, vida, pensamiento y método de un líder” (2015) y “Gallardo Recargado, tres años inolvidables y una final soñada” (2019). Y autor junto a Pablo Vignone de “Así jugamos. Los 25 partidos más trascendentes de la Argentina en los Mundiales” (2014).
“Todas comenzaron luego de hacerle las 100 Preguntas, que es un reportaje de 2 o 3 horas de charla. La mayoría de las notas van a la actualidad y son más cortas. A Almeyda se la hice en el 2009 cuando volvió a jugar después de 4 años. En ese momento le dije que estaba buenísima su historia, su vida como el momento que entró en depresión, el alcohol, las apretadas de la barra brava, lo que había sufrido en la pensión de River”, recordó el periodista.
“Le dije que estaba para hacer un libro, me dijo que sí pero no muy convencido y pasaron dos años, hasta que el agarra como entrenador de River y empezamos a vernos más seguido. Y fue un parto, un parto porque me juntaba los miércoles en su casa como una hora y media con el grabador, terminaba y nos quedábamos charlando un rato, él se fumaba unos cigarrillos, una presión infernal”, contó
El escritor reconoció que hasta la última fecha de ese torneo del B Nacional, que River enfrentó a Almirante Brown, puso en duda la publicación del libro. “Tenía un libro espectacular, tenía unas historias tremendas que me había contado Almeyda de todos sus problemas, con sus experiencias en el fútbol. Iba entregando material a la editorial, Sudamericana, no faltaba nada, sólo que River ascendiera a Primera. Si no lo hacía a Almeyda lo echaban y el libro no salía”
Borinsky recuerda que la publicación dependía mucho de la situación del Millonario, a la cual Patronato no aportó mucho a esas dudas. “Recuerdo mucho a Patronato en cancha de Colón, estuve en el estadio porque además River podía ascender ese día y estab escribiendo un especial para El Gráfico. Pero Bértoli atajó el penal, fue la figura. Fue un ejemplo de lo que le pasó a River en esa campaña”.
“Nadie iba desconocer toda la historia espectacular de Almeyda. Sus dos mundiales, su vivencia en la Selección, en Italia, los títulos en la Lazio, el pase más caro de un volante al Sevilla, pero si River no asciende lo echaban y quién iba a comprar un libro de Almeyda. Es así para los escritores si surge una situación similar, por ahí esperar unos meses y no sabés qué hacer. Lo mismo me pasó con Gallardo, el libro depende del momento del protagonista”, sostuvo.
“Entonces realmente un libro de actualidad, más con un técnico como un equipo de River, te da mucha adrenalina y una sensación que no podes parar. El día anterior al último partido con Almirante Brown tenía que escribir la hipotética consagración, dejando un comienzo y un final para el partido. Estaba mi hija mayor y le digo: ‘Hace 20 soy periodista y esto que hice es lo más importante de todo. Y yo dependo de que estos hijos de puta mañana metan la pelota dentro del arco’. Yo sentía una presión tremenda, y no quería ni imaginar la presión que sentían los jugadores de River”, contó.
Tras el partido que le dio el ascenso al Millonario, Borinsky se juntó con el Pelado para ultimar detalles del libro. “Lo terminé esa noche. Ya lo había pasado todo y conseguí un milagro, ya previamente hablado con la editorial, que el libro saliera una semana después del ascenso. Las mayorías de las editoriales tenes que entregar 3 meses antes, pero hable para que sea lo más cerca posible, fui entregando material y salió al viernes siguiente. En el medio, mientras estaba en imprenta, Almeyda limpió al Chori Domínguez y a Cavenaghi, un quilombo salieron a putearlo, la gente se enojó mucho con Almeyda por haber limpiado a los ídolos”, recordó.
Tras la publicación su teléfono no paró de sonar, dio entrevistas a todos los medios. “La verdad fue muy lindo, con mucha adrenalina. Y el día que estuve al lado de Almeyda presentando el libro y enfrente los colegas, con los que normalmente cubro a River, era sentir una emoción muy linda”.
Unos años después, y antes que Marcelo Gallardo se convirtiese en entrenador del club que lo vio nacer futbolísticamente, Diego Borinsky le realizó las 100 preguntas y desde ese momento comenzó una relación de amistad con el Muñeco. Aunque esa nota fue de casualidad o no estaba pensada para ese momento.
“Se la terminé haciendo a Gallardo porque me plantó el “Chanchi” Estévez. Me dijo que si y me plantó a la primera, después quedamos nuevamente y volvió a faltar, lo que me pareció una gran falta de respeto. A Gallardo lo tenía en la lista y apareció sobre la hora y quedamos en tomar un café cerca de su casa”, recordó.
“En la primera pregunta que le hago, le planteo: ‘Tengo unos mangos para apostar con mis amigos, ¿vas a ser el próximo técnico de River?’ y me dice ‘el próximo no se. se que lo voy a ser en algún momento por mi historia con River’. Y la verdad que después me gustó mucha lo nota por los conceptos, la convicción, como lo vemos ahora. En las conferencias de prensa se lo ve convencido de lo que dice”, manifestó Borinsky que luego de esa nota comenzó a pensar en ese libro.
“En ese momento le mandé mis felicitaciones por el cargo y le dije de vernos una vez que vuelva del Mundial de Brasil. A fines de agosto del 2014 estaba coordinando una nota para Fox y Marcelo me dice que no a la nota pero que vaya a Ezeiza a tomar unos mates, cosa que me pareció raro y nunca me había pasado”. Ese encuentro fue en la oficina del Muñeco, “a la que hoy llaman el confesionario”, hablaron por más de una hora hasta el horario del entrenamiento “y cuando me estoy yendo le digo de hacer el libro y me dijo que sí si yo estaba convencido. Y le respondí que sí”.
“Después River jugaba miércoles y domingo y no daba llamar en ese tiempo de instancias decisivas, pero estaba con un sí. Empecé buscar en el archivo para ver cómo armaba el libro, nos mandábamos mensajes, en ese tiempo enfermó y falleció la madre. Después que elimina a Boca y gana la Sudamericana, le digo de vernos a fin de año y le vuelvo a preguntar y me dice ‘no estoy muy seguro, no me gusta hablar de mi’. Ahí medio que sentí el impacto en el pecho y dije bueno seguimos charlando y le digo pensalo en las vacaciones y después nos vemos”.
“Y después de las vacaciones que pasa, River empieza mal con la Libertadores, gana solo el último partido de la fase de grupos y la alegría del título ya había pasado. Nos mensajeamos y quedamos que cuando pase de fase nos juntamos. Así fue. Le planteé hacer el libro y le digo sería juntarnos 10 veces y me queda mirando. Se levanta y llama a Buján y Biscay y le pregunta ‘ustedes están dispuestos a juntarse con este señor para contarles cosas de cómo trabajamos’, dijeron que si”. Luego de eso pasó la Copa América y se habían reunido unas pocas veces y River llegó a las instancias decisivas de la Libertadores y Diego decidió no insistir.
“Cuando River ganó la Libertadores yo terminé de escribir el especial de El Gráfico y bajo a saludarlo a Gallardo y recordarle del libro para después que vuelvan de Japón de jugar la Suruga Bank, pero no lo encontré. Le mandé un whatsapp yendo a casa a las 3 am, felicitándolo y haciéndole acuerdo, era para que sólo recibiera el mensaje y a los 15 minutos me contestó. Me dijo gracias ‘Diego, vos sos parte de esto porque creíste desde un primer momento’. Y además me dijo ‘sí, quedáte tranquilo después nos vemos’. Esas cosas marcan lo que es Gallardo”, señaló el escritor.
Para ese libro, Borinsky lo planeó presentar el 1º de diciembre, días antes que River emprendiera el viaje para disputar el Mundial de Clubes 2015. “Yo iba a tener un tiempo para laburar el libro y quería que saliera con la euforia previa al Mundial. Y además para que lo lea en el vuelo a Japón. También logré negociar con la editorial cerrar un mes antes. Entregar los últimos días de octubre y que se imprimiera en noviembre. Obviamente entregando material a medida que los tenía”, reconoció.
Diego manifestó que no es nada simple la elaboración de un libro. “El libro no se empieza por la página 1, es todo un rompecabezas. Es una de las dificultades porque no se puede entregar todo junto el último día. Y también hay que ir tomando la decisión que parte entrego y por dónde se empieza”, señaló.
La cuestión que la editorial le exigió entregar todo antes del 20 de marzo y Diego tuvo que implementar otras prácticas de entrevistas para conseguir más información del Muñeco. “En un momento le dije a Marcelo, que es de ir temprano a Ezeiza, de irme en un remis y volver en su auto para ir charlando. Fui muchas veces como copiloto, viendo la reacción de la gente en los peajes, de la gente que lo esperaba a la salida de Ezeiza para un autógrafo, viendo cómo es su vínculo. Me llama la atención porque Gallardo es una persona con los pies sobre la tierra, no se la cree”, manifestó.
“De Gallardo no sabía muchas cosas, pero vi que era una persona tan de sentido común, de no creérsela. Me fui sorprendiendo con cada cosa que me contó o que viví al lado de él. Por ejemplo saliendo de Ezeiza, que el lo hacia a lo último le pedían hacer un video pero le decía que no por que era mucho tiempo, le dice la posta de entrada, una foto si y si la persona estaba mal ubicada le decía que iba a salir mal y le pedía el teléfono para sacarla él”, contó.
Años más tardes a Diego se le ocurrió hacer la segunda parte, sobre todo relatando los logros conseguido como entrenador, luego de haber contado en la primera su historia como jugador y demás. “En marzo de 2017 le dije Marcelo ‘tenemos que hacer la segunda parte para contar lo que fue el 2016 y el 2017”, señaló teniendo en cuenta que los meses anteriores el propio Gallardo había anunciado que se quedaría hasta diciembre de 2017.
“Ahí empezó todo de nuevo, con viajes en el auto pero él me dijo que sin grabador y sin tomar notas. Que sea informal y después se veía si servía de nota o para libro. Hablábamos todo el viaje, me bajaba ya notaba todo” contó. Pero ese 2017 no terminó de buena manera ya que River quedó eliminado en semis por Lanús y después con Boca por el campeonato, “el libro no podía salir de ninguna manera en ese tiempo”, señaló.
Pero por suerte para el periodista, Gallardo decidió quedarse en River. El libro se estancó un poco, mantuvieron el contacto por mensajes, pero luego llegó la Supercopa y la final de la Libertadores ganadas a Boca. “Si River perdía esa final tampoco salía el libro y cuando le gana dije qué más puedo pedir. En ese momento decidí hacerlo, esperé el Mundial de Clubes y lo cerré a fin de año. La editorial me dijo tenés que entregar en marzo, pero la vuelta a la actividad fue mal para River, pero igual tuve que llamarlo por más que sea un malhumorado cuando pierde y me daba vergüenza. Esto demuestra que tener un tipo de actualidad es un dolor de huevo. Pero por suerte salió todo bien”.
El nuevo periodismo
“El periodismo deportivo actual mucho no me gusta, gran parte no todo. Siempre se busca una frase para titular, para que entren, para que haya más click y todo el tiempo la polémica. En el caso particular de los clubes, por decirte todos los que van a la conferencia de prensa de River son los que van en el día a día y por lo general no le van a preguntar mal a Gallardo, si bien a veces es medio calentón es bastante transparente. Los medios hoy arman grandes problemas con un chiste. Por ejemplo la frase que dio cuando le preguntaron por el TAS y el dijo “tas igual”. Es un chiste, no buscó humillar ni nada”, manifestó.
“También está la otra que es bastante bueno respondiendo y los tipos no son premios Nobeles de literatura que van a decir todo bien, a veces pueden pifiarles. Si lo tipos que escriben que estamos más preparados supuestamente le yerran como no le va a errar. En este medio tenes que cuidarte”, recalcó.
Gallardo comparado a Bianchi
“Tienen un punto de contacto, Juan Berro, ex periodista de El Gráfico corresponsal en Rosario, que es el representante desde los 18 años de Gallardo y además representa a Eduardo Domínguez yerno de Bianchi”, reconoció Diego Borinsky,
Sobre las comparaciones que le hacen con Carlos Bianchi, el periodista señaló que le ha consultado en alguna oportunidad pero sabe que son de épocas distintas. “Gallardo recién empieza y Bianchi ganó 4 Libertadores, 3 Intercontinentales que Marcelo aún no pudo conseguir. Pero para la historia de cada club si me parece que son bisagra y se los puede consagrar los mejores técnicos. Esas discusiones me gustan si se hace con fundamentos, pero muchas veces se discute sin analizar el contexto”, recalcó.