“El Patronato de 2010 era una gran familia, con sentido de pertenencia”

El exvolante recordó la gesta con El Pelotazo a 10 años de aquél ascenso. Además repasó curiosidades de su carrera y contó sobre su actualidad: trabaja en una empresa y dirige juveniles en Colón. Los goles al Lobo y su pasado "canalla".

Mariano Echagüe vive actualmente en Santa Fe junto a su esposa e hija, ciudad que escogió para establecerse una vez que llegó a Patronato en el 2009. Es empleado en una cadena alimenticia y a su vez es el entrenador de la 80va división de AFA de Colón. Reconoció que dejó de jugar al fútbol, por las lesiones, pero se dedicó al tenis donde le dicen el “Federer”. “El Checo Chitero me lo decía siempre y ahora con el pelo largo más parecido todavía lastima que la cuenta del banco no es la misma. Tengo una gran admiración por Federer es mi ídolo”, reconoció.

“Digo de no jugar más porque la verdad que los últimos 3 años de mi carrera con el tema de las lesiones y sobre todo la rodilla, la última operación que tuve estuve mucho tiempo parado para volver a jugar, después me tuve que ir a Buenos Aires a hacer una nueva artroscopia y gracias a dios volví a jugar dos años más, pero lo de hoy no son esos tiempos. Mi edad no es la misma y si me llega a pasar algo hoy no es lo mismo. Ando bárbaro, estoy bien y la verdad no quiero arriesgar”, señaló Mariano que igualmente extraña estar en una cancha.

Para Pipo y todo el pueblo rojinegro la noche del 19 de mayo no es una noche más. Fue uno de los pasos más importantes para la institución en toda su vida. “Fue algo muy emocionante e histórico para todos. Recuerdo desde la semana previa contra Cipolletti, cuando Bértoli atajó el último penal, que salí corriendo y fui el primero en abrazarlo por lo que habíamos sufrido para darlo vuelta y después la noche contra Santamarina”, recordó el exmediocampista.

“A la imagen del estadio es difícil que me la pueda sacar por la cantidad de gente que había en esa cancha. Hay fotos que siempre veo y cada vez es más emocionante”, reconoció Mariano sobre esa noche que el Presbítero Bartolomé Grella se vistió de fiesta con miles de paranaenses presenciando el ascenso a la segunda división del fútbol argentino.

Pipo Echagüe llegó a Patronato en julio de 2009 para reforzar el equipo en el Torneo Argentino A y permaneció por 5 años. Eso implicó haber estado en pleno crecimiento institucional y en la profesionalización del fútbol. “Haber vivido toda esa transformación fue muy lindo. Vi cómo creció La Capillita como predio, las mejoras en el estadio y otras cuestiones como los lugares de concentración del equipo. Fue todo ese cambio que la vivimos nosotros los que llegamos con la base de jugadores que tuvieron tantos años y también pudieron llegar a Primera”.

“Es algo difícil de lograr teniendo en cuenta que era un equipo que en el 2008 estaba en el Argentino B y en el 2018 en Primera. Ojalá se pueda sostener, seguir creciendo porque es necesario para la provincia, para la ciudad. Patronato es un equipo grande si se lo propone y sigue de esta manera” reconoció Pipo.

Igualmente, destacó el buen trato que se dio en torno a todo el club. “Lo más lindo para mi fue vivir en un club donde respetaban al jugador. Se generó un cariño que en el profesionalismo, con tanta plata que gira en el entorno e intereses, es difícil de lograr y creo que Patronato se destacó siempre sobre el resto”.

“El sentido de pertenencia de los históricos hizo que todos nos identifiquemos y formemos una gran familia”

Mariano Echagüe se acopló rápido al equipo que unos meses antes había caído con Boca Unidos de Corrientes por el ascenso y en el repechaje ante la CAI de Comodoro Rivadavia. “Lo mejor que tenía ese equipo era el grupo humano, con muy buenos jugadores y buenas individualidades. Yo veía que teníamos un objetivo claro y todos íbamos por el mismo camino y convencidos”.

“Se generó un gran grupo con la base histórica que venía de años, más los 4 o 5 nuevos que nos sumamos y nos acoplamos a ellos, por eso era difícil desviarse. Eso te permitía acoplarte a ellos que tenían un gran sentido de pertenencia al club y que luego logramos tener todos eso hizo que todos nos identifiquemos y formemos una familia”, recalcó Mariano.

“Me acuerdo que cuando yo llegué, dos semanas antes habían perdido la final en Corrientes y el grupo estaba muy golpeado, esa pretemporada fue dura. Pero la verdad que el 2010 fue un año brillante con el campeonato en el segundo semestre”, sostuvo.

Los logros, la contención que le brindaron y el ambiente de trabajo hoy le permiten decir a Mariano Echagüe que Patronato fue su lugar. “Fui con 28 años que es una edad hermosa para el futbolista y prácticamente estuve dos años completos jugando todos los partidos hasta que después arranqué con las lesiones. Eso me dio una confianza que todo jugador necesita siempre a la hora de jugar a la pelota. Creo que fue mi mejor momento sobre todo por la edad porque es donde uno está más maduro y mejor físicamente”, reconoció.

El equipo del ascenso

“Creo que el equipo era bastante ofensivo por los nombres propios. Lo que logró Marcelo Fuentes era una solidez defensiva muy grande con los centrales, los laterales que nos daba esa posibilidad de decidir a los volantes por afuera, sobre todo, jugar casi de puntas. Y después el equipo sólo resolvía situaciones de acoplarse y recuperar rápido en zonas, de pasar rápido la línea de pelota y nos agarraban siempre bien parados. Se logró un convencimiento, éramos once luchadores afuera y adentro todos recuperábamos y todos intentábamos jugar”, sostuvo Echagüe que en ese equipo cumplió la función, muchas veces, de enganche.

Uno de los grandes protagonistas de ese equipo fue el concordiense Diego Jara. La Joya convirtió 28 tantos en 38 partidos y fue el autor de los dos de la final ante Santamarina. Sobre el delantero, Pipo considera que fue su año “fue tremendo, además que todos lo acompañamos, él estaba con una gran potencia física y gran capacidad de definición”.

Si bien fue el encargado de patear los penales era Jara, el sustituto era Echagüe y en medio del partido contra Cipolletti se dio una situación anecdótica entre ambos que Pipo recordó con humor. “Las finales fueron tan duras, con viajes largos, entre semanas que llegábamos extenuados y los calambres empezaban a llegar a los 70-75 minutos. Y ese partido contra Cipolletti fue con mucho nerviosismo por saber que estábamos a minutos de queda afuera y perder otra posibilidad de ascenso”, contó.

Y continuó: “No me olvido más cuando le cobra el penal a Andrade viene Diego me mira y me señala el isquiotibial o el gemelo queriendo decir algo. Y como Diego es escaso de palabras y cuando vi que se señaló dije ‘no Diego, rompele el arco’. Imaginate yo a colocar siendo que pateaba despacito, llegaba a errar ese penal nos prendían fuego el estadio”, recordó.

Goleador de los clásicos contra Gimnasia de Concepción del Uruguay

“No hice muchos goles pero parecía a propósito cada gol que hacía era a Gimnasia y sobre todo eran importantes porque era de 1-0 o 2-1”, manifestó Echagüe. Asimismo, reconoció que lo más importante fue revertir el historial del “Clásico entrerriano”, “de los 4 partidos jugados ese año ganamos 3 y empatamos 1. Dimos vuelta el historial yeso también sumó a que fuera un año redondo”.

El gol en el primer partido de Patrón en la B

Además, Mariano fue el encargado de darle el triunfo y la primer alegría en la nueva categoría en el triunfo por 2 a 0 ante Belgrano en la primera fecha del Nacional B 2010. “A ese partido lo jugué de doble 5 con Gabriel Roth. No marcaba nadie, Espínola por afuera y Urresti por derecha”, recordó. “Es el belgrano que asciende a Primera con el técnico de Patronato. Jugamos muy bien contra ese equipo que era un grande de la categoría y resolvimos muy bien a ese partido”, añadió.

Comienzo Canalla

El mediocampista, categoría 81, comenzó la carrera en Rosario Central y debutó en primera en el 2002, en un partido contra Estudiantes de La Plata donde le cometieron un penal que derivó en el segundo gol del equipo en la victoria. “En esa época era impresionante la cantidad de jugadores que sacaba Central y con Daniel Teglia debutamos varios jugadores”, recordó Echagüe que mantiene contacto mediante WhatsApp con varios de esos jugadores donde se encuentran “los millonarios y los que la luchamos”.

En ese grupo se encuentran jugadores como Lucho Figueroa, Chelito Delgado son vagos que han hecho selección, Oveja Talamonti, Flaco Lequi. “Es lo lindo porque hablás en el grupo como si fuese la 5ta de AFA y a eso sólo lo tiene el fútbol. En inferiores hay una época que se juntan los años y la ‘81 y ‘82 jugaban el Loncho Ferrari, Emiliano Papa, Ojeda el arquero una cantidad de jugadores. Yo jugaba de enganche en ese equipo y me pasaban por afuera Emiliano Papa y Paulo Ferrari”.

“Central era impresionante. Miro fotos de esa época y fuera de joda todos los equipos eran 9 jugadores de inferiores y dos de afuera. Todos los planteles, y tuve técnicos como Menotti, Russo, JJ López, de renombre pero jugaban con gente del club”, señaló.

El fútbol en Rosario es muy pasional y se vive con mucha euforia más pro la pica histórica entre Central y Newell’s. “Jugué poco en Primera y después me tuve que ir Ben Hur de Rafaela a jugar el Nacional B. Pero lo que se vive el fútbol en Rosario, el clásico y el día a día si es con mucha presión, es practimante difícil, el trabajo de un año depende del domingo del Clásico”, reconoció Mariano Echagüe.

“Y ni hablar de la calle se vive con una pasión y locura que por ahí es extrema. Ojo en Santa Fe, Tucumán es muy similar. Los clásicos del interior los equipos que tienen un rival lo hace más pasional, estaría bueno en Entre Ríos. A Central lo hace mucho más competitivo que esté Newell's y acá Colón con Unión”, acotó.

Presente

A los 38 años de edad, Mariano Echagüe reside en Santa Fe y realiza una vida tranquila con su esposa, una hija y un varón por nacer. Por las mañanas trabaja en la cadena de comercios Fríar y por las tardes dirige a la 8va del Sabalero. “Es mi forma de despuntar el vicio hace 3 años. Es algo lindo, que siempre me gustó, es distinto a ser jugador pero ya en mis últimos años ya tenía más relación con los profes que con mis compañeros de 20 años”, resaltó.

El equipo ideal de Pipo debe tener enganche pero en los tiempos futbolísticos “es difícil”, señaló. “Me gusta intentar jugar, sobre todo en formación. Tengo chicos de 15-16 años y la idea es intentar. Hoy el fútbol está tan loco que por ahí con chicos uno tiene la obligación de sacar resultados, pero nuestra idea es enseñarles, que se formen, que mejoren”, reconoció.

Camisetas del recuerdo

Pipo conserva dos camisetas de Patronato. La del ascenso de 2010 y la del primer clásico ante el Lobo de Concepción del Uruguay. A ese recuerdo lo tiene como regalo de su viejo, que en su tiempo fue arquero y jugador de waterpolo en el club Regatas, que era “un fanático y guardaba todos los recortes y encuadrar las camisetas de los clubes donde jugué”.

PING PONG

-Primer sueldo ¿en qué lo gastaste?

No me acuerdo, pero fue el primer viático en Rosario Central jugando en inferiores

-Primer Auto

Gol Power. Era un autazo

-¿Jugador que más te llamó la atención en una cancha? Rival o compañero

Nunca lo enfrenté pero mi ídolo futbolístico siempre fue Riquelme. Dentro de la cancha hay varios, pero no recuerdo alguno

-¿El gol que más gritaste?

El de los clásicos Patronato - Gimnasia. Me acuerdo los dos 1 a 0 en el Grella y fueron los más lindo que me tocaron porque definieron el partido

-Un lugar de la casa en cuarentena

El living, que es más grande y cómodo

-Una receta

Me gusta la cocina, mi señora está más en tema, pero yo los fines de semana trato de hacer algo. Me gusta la carne, lamentablemente no tengo parrilla en el departamento, pero le trato de buscar variantes en el horno si bien no es lo mismo

-Series o película

Me enganché con Netflix. Terminé Fauda y es tremenda

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