Paso a paso Joel Gassman sigue cumpliendo sueños

El oriundo de Crespo logró el primer triunfo de la temporada 2024 en el Turismo Nacional. Se inició en el automovilismo en plenas vacaciones familiares en su niñez y ya lleva 20 años disputando distintas categorías a nivel nacional.

Joel Gassman divide la pasión por los autos con la empresa familiar a la que le dedica la mayor parte del tiempo, por eso es realista y reconoce que aspirar a una categoría mayor es imposible. Tras una temporada muy buena con un 7mo lugar (3 triunfos) y superar la problemática económica que atraviesa el país, y que el deporte no es ajeno, el crespense apuesta a un año fructífero. Tras el décimo lugar en la primera fecha de la Clase 3 en el año, el piloto entrerriano conquistó de punta a punta en el Autódromo Ciudad de Paraná.

“Es muy lindo ganar en Paraná. Esta victoria lo fue todo. Mi viejo me decía algo así como mirá lo que logramos, todo lo que hicimos y yo le dije logramos todo”, sostuvo Joel manteniendo intacta la ilusión: “Me encantaría salir campeón”.

El TN es la categoría del automovilismo argentino donde la mayoría de los pilotos se deben financiar su participación. “Al auto yo lo alquilo, como una casa. Lo único que yo hago es juntar la plata para poner las publicidades en el ploteo. Por fin de semana es un monto, el día que no llegue a juntar ese monto me quedo a mirar la carrera por tele”, precisó.

Tanto en Clase 2 como en Clase 3 hay pilotos que cuentan con todo un equipo detrás que se encargar de toda esa burocracia y solo lo que hace es subirse y conducir. Entre esos hay nombres de trayectoria en el automovilismo nacional que compiten al mismo tiempo en otras categorías, lo que potencia aún más el triunfo en Paraná. “Es lo que tiene el TN porque te permite, siendo humilde y desde atrás, vencer a grandes pilotos. No se si hay otra categoría a nivel nacional que te permita eso”.

Los vehículos de la Clase 3 son parecidos reglamentariamente, aunque tienen sus diferencias en potencia, tamaño, aerodinámica entre otros aspectos que hacen que cualquiera pueda triunfar. “Tengo la suerte de estar en un equipo fantástico que me entregó el auto muy bien. Pero el Turismo Nacional tiene eso, que si yo dejo de correr 3 o 4 fechas, voy a la siguiente con un buen auto y puedo ganar. En otras categorías por ahí eso no pasa”.

Su pasión por los fierros sigue muy vigente, pero es realista que su carrera de piloto no será en otro lado que el TN. Gassman es consciente que aspirar a una categoría superior es, hoy por hoy, casi imposible por varios aspectos.

“Pensar en el TC es una locura. Por un lado porque no me dan los tiempos con la empresa y la parte económica, por supuesto, es el 100% del condicionante. Si no tendría apoyo de los sponsors sería imposible correr”.

“Hasta el 2018 yo me dediqué casi a pleno al automovilismo, si bien laburaba algo pero luego de esa temporada dije basta y estuve a punto de no correr más. Hoy estoy corriendo gracias a mi viejo, que me jodió, me jodió, hasta que arrancamos el turismo nacional. Gracias a Dios. Por eso me dedico 24/7 para la empresa y de vez en cuando me doy el gustito de subirme al auto”, sostuvo.

Asimismo, reconoció que además del tiempo que requería dedicarse a la empresa familiar, hubo situaciones que hicieron que desistiera en ese momento de continuar a pleno.

“Es una categoría que me encanta, me divierte mucho. Tengo la suerte de poder haber encontrado un equipo como el que encontré, que hace que vaya al fin de semana a disfrutar, a pasarla bien, que es fundamental”, aseguró Gassman.

Y continuó: “Cuando terminé en el TC Pista en 2018, también me bajé por una cuestión de que no lo estaba disfrutando por presiones y un combo de todo. Es difícil porque me pasó durante mucho tiempo y no sabía manejarlo. Con el tiempo uno va entendiendo algunas cosas y bueno, dejé la presión y me reinventé”.

Sin embargo la decisión de no subir de categoría ya es determinante. “Lo tengo totalmente decidido porque mi viejo se mató durante toda su vida para hacer lo que hizo, sea poco, sea mucho, sea grande o chico. Y creo que no solamente él, con todo su esfuerzo, sino la cantidad de familias que dependen del negocio, merecen el respeto de que yo esté. Tengo la suerte de poder estar corriendo en esta categoría, disfrutar y llegar con los tiempos, a pesar de que a veces los sábados cuando tengo que salir a clasificar estoy vendiendo huevos o algo de eso”.

UNA PASIÓN QUE SE DIO DE CASUALIDAD

Joel siente una gran pasión por el automovilismo, ama subirse al auto y pisar el acelerador tras su primera experiencia hace 20 años. Pero su vida deportiva estuvo atravesada por muchos deportes. Durante su infancia y juventud práctico fútbol, básquet, bochas y tenis. “Arranqué desde muy chiquito en los deportes, creo que me querían mantener ocupado y bueno después llegó de casualidad lo del karting. Una vez que me subí no paré más”.

La etapa arriba de los cuatro ruedas comenzó en una de sus vacaciones familiares en Carlos Paz. “Solía mirar en tele carreras de karting y en el viaje le jugué una carrera a mi viejo y le gané. El chico que los alquilaba me dijo que había una carrera con competidores de 15-20 años y yo tenía 10 y le dije que si. Largué último y gané la carrera siendo que jamás había corrido”.

“A mi viejo le quedó eso. Y una vez, en un viaje de negocio de mi viejo que me llevaba siempre, me dice qué te gustaría hacer cuando seas grande y le dije que me gustaría ser remisero. Y me pregunta por qué, y le dije que me gustaba manejar. Al mes, de sorpresa, me llevó a Santa Fe, me subieron arriba un karting, probé, el domingo debuté, terminé tercero”, recordó el crespense.

Si bien en su familia nunca hubo un piloto, la pasión por los fierros siempre estuvo presente con sus seres queridos y su grupo de amigos. Con esa banda de hinchas solía ir varios días a disfrutar del automovilismo en el autódromo paranaense, hasta casi paralizaban el trabajo para asistir al evento.

“Mi tío era amigo del Gurí y hacía que nos habilitaran el ingreso a los boxes a la tarde y nos quedábamos hasta la noche tarde esperando por una foto o un autógrafo con Martínez. Cuando se baja la bandera y hago la vuelta de triunfador siempre se me vienen esos recuerdos y de mirar al tejido y ver a un nene disfrutando de eso y recordando que así estaba yo cuando era chico”.

Esa época de gurí, donde vivía sin preocupaciones “fue la más linda del automovilismo, donde era todo diversión, inocencia, donde el que más chipas tenía hacía la diferencia, no había cuestiones de plata, negocios. No había nada, era todo real”, manifestó.

Para Gassman lo más lindo de pilotar un auto de carrera es el peligro. “Es difícil encontrar un aspecto que más me guste, pero de seguro que es el peligro, la adrenalina, me genera incertidumbre saber que en cualquier momento puede pasar algo. Siempre dije que lo que estamos arriba del auto puede que no seamos del todo normal”.

Y como no puede ser de otra forma, Joel siempre fue por sus sueños con el apoyo incondicional de sus seres queridos. Su padre que lo ha motivado a seguir, lo apoya y acompaña continuamente, como también lo hace su madre que suele vivir con mucha emoción cada carrera y sus hermanas.

Su esposa, con la que está casada hace 5 años: “La elijo todos los días porque es una compañera de fierro. Está en las buenas y las malas. Está super chapita como yo, no sabe de automovilismo, aunque maneja bien pero se pone nerviosa para casi todo”.

Y el que estuvo siempre en todas fue su tío Juan Carlos, que falleció en octubre de 2023 y lo recuerda con mucha emoción. “Lo veo y me emociono, es mi padrino. Mucho de lo que vivo hoy es gracias a él. Lo extraño todos los días y siempre espero que entre a la oficina”.

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