Patricia Moyano, precursora de la conducción técnica en el fútbol argentino

Su primer equipo, la 85 de Neuquén. Historia de ninguneo, discriminación y lucha. "La Pato" se emociona y siente que hoy, en Belgrano, encontró su lugar. Reconocimiento a 30 años de recibirse como la primera DT de fútbol en el país.

“Son 30 años de una lucha continua, que costó desde el primer día que decidí hacerlo. Es un trabajo que realmente amo”, sentenció Moyano. Patricia es la primera entrenadora recibida del país y la primera en ser premiada por la Asociación de Técnicos de la Argentina. “En esa premiación también reconocieron a grandes futbolistas y entrenadores como Marcelo Bielsa, Ricardo Gareca y Martín Palermo”, recordó.

La vinculación con el fútbol se dio cuando su hermano menor estaba en las infantiles y ella lo acompañaba en cada partido. Años más tarde, y tras haber dejado en el camino el profesorado de Educación Física para empezar a trabajar como empleada administrativa, surgió la oportunidad de ser profe en las formativas del Atlético Neuquén Club de Paraná.

“El esposo de una compañera era técnico de Neuquén y ella me dice que justo necesitaban gente y eso a mi ya me gustaba y me enganché como profe en el fútbol masculino porque no había femenino en ese entonces. Pasaron dos años y yo ya tenia cada vez más ganas de dirigir y empecé a insistir en las subcomisiones de fútbol infantil. Me dijeron que si después de un tiempo de haber presentado mi propuesta y me dijeron que arme la categoría 85”, recordó Moyano.

Tras lograr convocar a un plantel de la categoría en un mes, su primer desafío fue el Torneo Internacional de Toritos de Chiclanas. “Si bien se sentía el mirá, lo dirige una mujer y demás comentarios yo no me preocupaba, solo entraba y dirigía. Por suerte nunca me fue mal con mis dirigidos, ya sea en infantiles, juveniles o primera y en ese torneo salimos campeones invictos”, contó. Justamente ese año, la institución del sur paranaense celebró los 75 años de vida y allí el equipo de la categoría 85 fue uno de los grandes agasajados.

La buena actuación de su equipo fue un trampolín para conducir al seleccionado de la Liga Paranaense de Fútbol (LPF) para un torneo disputado en Córdoba donde salieron campeones invictos. Luego la buscó Patronato. “Parkinson, González y Godoy son los 3 que confiaron en mí sin conocerme y nos coordinaba Román Bonetti, con quien aprendí muchísimo”.

La función de entrenadora siempre la llevó a cabo por pasión y amor al deporte. En la mayoría de las instituciones donde prestó sus servicios lo ha hecho ad honorem y donde obtuvo alguna remuneración fue meramente simbólica. “Ni pregunto y agradezco. Siempre digo que con tal de dirigir que me acepten hasta que me conozcan”.

TRABAJAR EN UN AMBIENTE HOSTIL

En los inicios de su carrera como profe y como entrenadora, que una mujer se vincule al fútbol era incomprendido por la sociedad. “No solamente lo sentía en la cancha por la hinchada, sino que también en el barrio, en el entorno que no podían entender porque una mujer estaba dirigiendo en el fútbol masculino”, aseguró Moyano.

Asimismo, reconoció que en la actualidad sigue habiendo personas que le cuesta entender y ver a una mujer dirigiendo a equipos masculinos. “Hay mucha gente cerrada. Y hasta hoy hay algunos técnicos rivales que no te saludan si le ganas y uno siente ese ninguneo. Alguno me ha llegado a decir que le gané por que trajo el equipo más flojo”, dijo.

“Esa vez le dije yo tengo 27 chicos y no tengo un equipo titular, todos juegan y listo. Porque es una edad formativa y si no les doy confianza para que confíen en ellos mismos de que si se caen o le sale algo mal puedan levantarse”, sostuvo.

SER LA PRIMERA ENTRENADORA

Tras años de experiencia en divisiones formativas, Patricia decidió matricularse como entrenadora, camino que le costó iniciar. “Me anoté para hacer el curso, pero al tiempo me llamaron desde la asociación de técnicos para notificarme que no podía ingresar porque no cumplía con los requisitos”, contó y aseguró ser la primera entrenadora recibida del país.

Esos requisitos eran haber jugado al fútbol, haber pertenecido a una liga, ser mayor de 25 años y ser sexo masculino. “Y yo nada que ver. Soy profesora de danza clásica desde los 15 años y de danza española desde los 16” , contó.

“Adrián Fonso, un árbitro local y amigo, me consiguió el teléfono de la asociación y llamé para reclamar. Le dije claro que no cumplo con los requisitos porque soy mujer, nunca jugué al fútbol y no lo iba a hacer. Y le planteé si ya hay fútbol femenino (recién se estaban armando lso equipos de River, Boca y otros equipos), porqué no puede haber entrenadoras mujeres”, sostuvo.

Desde la asociación le dijeron que pronto iba a haber novedades sobre su situación. A los días se volvió a comunicar y le dieron la noticia. “El miércoles tuvieron la asamblea y el viernes no llamé porque tenía miedo que me digan que no. Y llamé el lunes y Eduardo Maglioni, presidente de la Escuela Interior, me dice ‘te felicito, podés entrar. Tenés que rendir y ya podes empezar’”.

Moyano siempre impuso sus cualidades como entrenadora y a la hora de reconocer sus referentes puso en primer lugar a Marcelo Bielsa “con quien tuve oportunidad de hablar en algunas oportunidades”.

“No mamé el fútbol, no lo jugué por eso yo aprendí de otros entrenadores como el Tano Omarini, Gustavo Alfaro, Marcelo Fuentes, Carlos Trullet con quienes iba a hablar directamente. Por ejemplo Alfaro cuando estaba en Patronato le conté que estaba haciendo el curso me dijo vos tenés las puertas abiertas a los entrenamientos”, recordó

Y destacó a Omarini, un gran mentor en su carrera. “”él me dio fuerzas cuando había mucha gente que hablaba muy mal de mí. En esa época te discriminaban mal y te lo hacían sentir, te insultaban. Omarini me dijo palabras sabias ‘vos preocupate si no hablan de vos. Si hablan de vos es porque vas bien y hacés ruido’. Hasta el día de hoy sigo haciendo eso”, reconoció.

ORGULLOSA DE SU CARRERA

“Mis padres me enseñaron muchos valores que me llevaron a lograr lo que hoy soy. Muchas veces capaz que estuve cansada de hacer las cosas que me decían mis padres, per eso me enseño a que nunca tengo que bajar los brazos y nunca dejar lo que había empezado”, valoró.

“Obvio que tuve errores, que di mi lucha pero se que siempre fueron con humildad y nunca bajé los brazos”, sentenció.

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