Pese a la imposibilidad de pisar una cancha o tirarse al río, Paolo Quinteros y Damián Blaum mantienen una rutina estricta de ejercicio y alimentación para estar en óptimas condiciones cuando todo vuelva a la normalidad.
La leyenda llamada Paolo
El básquet nacional también está en stand by por la cuarentena por la pandemia de Coronavirus y el entrerriano Paolo Quinteros es uno de los miles de deportistas afectados por el aislamiento, situación a la que catalogó “complicada, pero donde no nos queda otra que cumplis los requisitos impuestos por el Estado. Hay que ser responsables y solidarios, cumplir con la cuarentena y estar en casa. De esa forma luego cada uno va a poder volver a sus actividades”, manifestó el entrerriano que cumple con el aislamiento en Corrientes, donde reside y viste la camiseta de Regatas en la Liga Nacional de Básquet hace 8 temporadas.
Este parate, que aún no tiene fecha de retorno afecta directamente sobre los estados físicos de los deportistas, a lo cual Quinteros es consciente que no es lo mismo. “Continuamente estoy haciendo ejercicios pero se hace muy difícil mantenerse en forma”, señaló. Pese a eso, el colonense tiene claro que la vida de basquetbolista no quedará este año.
“En su momento dije que año a año iba a ir viendo como seguía, qué sensaciones tenía durante la temporada y hasta el momento del parate venía bien con energías y ganas. Físicamente estoy bien, muscularmente también porque no he tenido lesiones y eso motiva. Amo y disfruto este deporte y voy a tratar de darle lo que más pueda hasta lo último”, sentenció Paolo que lleva más de 20 años compitiendo a nivel profesional.
“Me siento privilegiado del mi físico, en el sentido que he nacido con cierta virtudes musculares gracias a mi padre. Para poder estar compitiendo a mi edad, al más alto nivel, es obvio que tenes que tener un cuidado muy especial en el descanso, en los entrenamientos, haciendo las cosas al máximo y la parte alimenticia es fundamental” reconoció.
“Soy del grupo que se cuida hace muchos años, con buena alimentación. En la Selección empecé con la paleodieta, con el grupo fuimos mejorando algunas cosas y descartamos otras. Hoy en día si no fuera por una buena alimentación no competiría en este nivel”, contó Quinteros.
El regreso a los entrenamientos, a la cancha y a las exigencias de las competencias propias será un proceso más que importante para cada deportista. “Lo que más va a costar es la parte física. Lo aeróbico y anaeróbico ya la tenemos incorporado,sobre todo el lanzamiento y no nos va a llevar mucho porque el cuerpo ya está acostumbrado a que en poco tiempo se ponga en forma. Con cinco o seis entrenamientos ya tenemos el tiempo y distancia que se requiere para poder embocarla”, señaló el actual jugador de Regatas.
Quintero reconoce que lo más importante para los deportistas es no dejar de ejercitar la parte física durante la cuarentena. “No hay que perder la tonicidad muscular, es en lo que más hincapié hacemos para que cuando tengamos que retomar estemos bien físicamente y no suframos ninguna lesión”, dijo el escolta.
El básquet argentino ha demostrado que tiene recambio generacional que sueña en grande y que podría igualar o mejorar a la Generación Dorada. “Son jóvenes consagrados en sus lugares, a muchos la ida al exterior les sirvió para evolucionar y lo demostraron en el mundial de España. Muchos pensábamos que iba a llevar más tiempo asimilar lo que hizo la Generación Dorada, pero ellos están capacitados y son capaces de llevar semejante mochila”, reconoció el colonense que con la albiceleste consiguió el campeonato sudamericano de Chile 2008, la FIBA Diamond Ball en China en 2008 y en ese mismo paìs asiático logró la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos 2008 y el Campeonato FIBA Américas 2011 desarrollado en nuestro país.
Brazadas en cuarentena
Uno de los referentes de las aguas abiertas a nivel nacional también padece el encierro pero se las rebusca para no perder estado. Damián Blaum, campeón de las Hernandarias-Paraná 2007, 2009 y 2010, cumple la cuarentena en el barrio de Villa Urquiza en Buenos Aires junto a su esposa, Esther Nuñez y sus hijos. Gracias a su trayectoria y la buena predisposición de los administradores del edificio donde vive, Damián nada de vez en cuando en la pileta del consorcio.
"En mi edificio hay una pileta y de vez en cuando me ato y nado un poco como para mantener esas sensaciones para cuando vuelva a los entrenamientos y quedar ileso. La administración me habilitó a usarla porque es mi homeoffice. Creo que los vecinos me conocen e igualmente es el momento que todos nos cuidemos e intento no bajar mucho a la pileta haciendo ejercicios dentro de casa", sostuvo Blaum.
Asimismo, Damián considera que es una situación complicada porque reconoce que “la natación es un deporte de muchas sensaciones y no alcanza con lo que uno hace en su casa. la parte física y aeróbica se puede pilotear de alguna manera. tengo una bicicleta con rodillos y pedaleo un buen rato todos los días a la mañana, para la parte física me armé un circuito pero tengo dos hijos que están encima de uno”, contó.
“Hay ejercicios con tensores que me van a servir mucho para mantener el estado, eso me permite al menos intentar conservar las sensaciones y haciendo ejercicios. Es cierto que en este momento es difícil para todos mantenerse en forma. En casa se está cocinando mucho y necesito hacer mucha actividad física”, añadió el nadador.