Werner: “Ganar el bicampeonato era un sueño y el tri también lo es”

Cómo se vive una definición, las cábalas la amistad basada en lo que fue con su hermano. Los trofeos que regala, las redes sociales, las carreras que mira y las que no. El rol de padre, la amistad con Ponzio y los sueños que vienen.

Mariano disfruta del gran presente automovilístico en su carrera tras conquistar por segundo año consecutivo el título del TC. El paranaense contó pormenores de su coronación y apuesta a ir por más.

Mariano Werner atraviesa uno de sus mejores momentos deportivos luego de consagrarse bicampeón del Turismo Carretera. El paranaense reconoció que es una gran felicidad conseguir nuevamente el título. "Me acuerdo cuando arrancaba el año que iba a hablar con los motoristas, el mecánico, con los sponsors, era como haberse sacado una presión al conseguir el campeonato y todos te preguntaban por qué iba ahora"

"Es difícil ganar una carrera y 100 veces más difícil ganar un campeonato y aún más revalidarlo. Cuento con un gran equipo, todos son merecedores de esto, se lo que laburan, lo que entregan. Más allá de que trabajan para vivir, lo noto que es una pasión. Te predispone y te expone cada día a ser un poco mejor y es un honor", destacó.

El automovilismo "es lo que me gusta hacer, es lo que verdaderamente siento. Mi pasión es manejar. Además no es solo subirme al auto, sino que en la semana también andar buscando el sponsoreo, entrenando. Hasta ahora no he parado ni un segundo ni he disfrutado lo que fue el bicampeonato".

"Estos días me he levantado a tomar mate con mi señora y le digo tengo que hacer una fiesta. Cómo no voy a festejar si es por lo que luché durante toda mi carrera. Uno no hace esto en base a lo que diga la gente o cuanto puede ser conocido uno", contó el paranaense.

Y el bicampeonato también le dejó secuelas en una de sus manos tras el toque con Canapino. “Tengo dolor en la mano, me tengo que entablillar, tengo los nervios sentido pero es tarea de las próximas semanas”, relató con gracia.

En la previa a la última carrera le dijo a su esposa, Micaela, de viajar con sus hijos, Salvador y Rafael. “Quería disfrutar el fin de semana y tenerlo guardado en mi cabeza. Muchos pensaban que ya estaba ganado el torneo pero internamente sabía que iba a ser difícil, por muchas cosas. Íbamos bien, con incertidumbre pero positivo”.

En la antesala a la carrera final las cosas no salían como quería, pero Mariano siempre se mantuvo positivo y mantuvo el presentimiento de que se coronaría. “Es increíble, le preguntas a cada deportista y sabe cuando gana y cuando no. El domingo después de la serie, después del golpe con Josito, trataba de hacer fuerza para que no pase nada. Termino la serie y había que cambiar muchas cosas. Ahí sos positivo pero pensas cuantas cosas pequeñas te pueden jugar a favor o en contra”, relató.

Este campeonato fue algo especial para Mariano porque sentía que tenía que revalidar lo conseguido en 2020 y así lo sintió. “Son momentos únicos que hay que disfrutarlos y hay que tratar que no se corten, así como a las malas queres que se corten rápido a las buenas las tenés que acompañar para que sigan”.

“En la previa digo si salgo campeón cómo no voy a tener esa foto con mis hijos, pensaba cuándo se me iba a volver a dar. Llegué con la posibilidad de ganar en las dos categorías, TC y TC Pick Up, se me escapó uno y en ese momento estaba cagado entero. Creo que es lo mismo que uno que va a buscar trabajo, que va con esas sensaciones e incertidumbres. Hay que ponerle la mejor y acompañar los procesos”, aseguró.

La competencia volvió a una normalidad aggiornada luego del 2020 donde hubo carreras con protocolos y sin público. A razón de eso, este fue un año agotador para Werner por lo que implicaron una cantidad de viajes con grandes distancias

"Esta mitad de año fue una locura, con la pandemia el año pasado fueron carreras cerca, pero ahora he pasado los 130 mil kilómetros. Es algo que no me cansa. A final de año cansa más y más en Buenos Aires, muchos medios son de allá y hay que ir por situaciones especiales. La realidad es que llega fin de año y estás agotado", dijo Mariano. En una semana fue dos veces a Viedma y también visitó en dos oportunidades La Pampa y San Juan.

Además de las miles de vueltas en cada circuito argentino, Mariano viaja hacia las distintas provincias en su vehículo particular que ya tomó como hábito. Y lo mismo sucede a la vuelta. " Una rutina de domingo es levantarme a las 7 o 7:15, amo eso, así corra a las 11 o a las 13. Ya es colo que llego cansado, pero la realidad es que voy al circuito, tomo unos mates, hablo con los mecánicos Cuando voy al circuito voy con el tanque lleno, todo aprontado y al terminar la carrera me cambio y me voy”.

Durante la temporada pasada, Werner viajaba junto a su suegro en un motorhome por cuestiones del protocolo sanitario que le impedía salir del circuito. “Este año mantuvimos el staff desde el cocinero todos, y volvimos a salir campeón. Y quedarán un año más porque así salimos campeones”, contó.

Los años en el automovilismo, las carreras ganadas y los títulos conseguidos le han hecho reconocido en todo el país. “En el primer campeonato fue increíble cómo me hice conocido”.

Tal es el caso cuando volvía de Viedma, en febrero de 2020 tras ser expulsado tras la verificación técnica. “Volvíamos con el Gurí, eran las 2 de la mañana y estaba lloviendo fuerte. Paramos en un peaje en Rosario, elegí de los tres puestos habilitados el del medio y la señora que abre la ventana me dice ‘querido como te van a echar hoy’. Ahí querés hacer un pozo y enterrarte”, recordó y destacó: “Más allá de todo disfruto de esas cosas porque no preciso taparme de nada, soy así, me gusta devolverle al que te está esperando o el que te conoce porque se que es parte de eso”.

Pese a los títulos Mariano mantiene su sencillez y humildad. Sigue eligiendo Villa Urquiza para pasar los veranos y no rechaza si alguna persona le pide un autógrafo o una foto. “Cuando uno anda cansado o con la familia por ahí me resisto, pero siempre trato de darle el tiempo que la gente se merece”.

En algún momento estuve del otro lado, en el 97 cuando arrancó el TC en Paraná iba horas enteras y esperaba a los pilotos, al Gurí, a Marcos Di Palma, de cholulo porque me gustaba ver las carreras. Y cuando ves que el piloto pasa y no te da bolilla es como un puñal”, recordó.

“Cada vez que paso por boxes me acuerdo de ese momento y me acuerdo que es importante devolver con lo que sea, un autógrafo o una foto o lo que sea. Cada vez que vuelvo mi señora me dice que me faltan cada vez más remeras, yo regalo las gorras y por ahí veo que llega otro, no tengo más y doy la remera”.

DESPRENDIDO DE LOS RECUERDOS

Mariano Werner tiene la particularidad de desprenderse de muchas de las cosas que le da el automovilismo, desde la vestimenta, algún casco y hasta las copas conseguidas a lo largo de los años.

“Regalo todo, las copas, los relojes ya dieron la vuelta completa en todo el equipo. Es algo que me hace bien y me deja contento. En la última que gané en Viedma en camionetas, venía del podio y vi a un hombre como se le iluminaban los ojos por la copa, y yo no iba a venir 1300km con la copa atrás. Me dice que linda copa, le pregunté ‘te gustó?, tomá’”, recordó el paranaense.

LA AMISTAD DENTRO DEL AUTOMOVILISMO

En el mundo de los fierros Werner posee muy pocos amigos ya que entiende que la amistad es otra cosa pero si mantiene un buen diálogo y cordialidad con sus colegas. “Uno lleva una vida bastante acelerada, de lugar en lugar, de visitar sponsor por horas, es lo mío y lo disfruto. Es un deporte como todos, yo soy igual con todos desde el primero hasta el último, tengo buen trato y diálogo, no de amistad porque para mi es otra cosa”.

“El después de una carrera o una consagración el saludos de los otros pilotos es de cortesía, esto es muy individual. Respeto mucho al que hace bien las cosas, soy admirador del profesional, me gusta evaluar el rendimiento, el porqué gana, el sacrificio”, destacó.

“Tengo una gran relación con los mecánicos, no se si como amigos, si tengo un gran respeto por ellos, es recíproco. Trato de hablar más que con cualquier persona pero la palabra amigo la tienen una o dos personas en mi vida”, sostuvo.

En esa categoría de amigo encajaba su hermano Gabriel, fallecido en 2007. “Después de lo de Gabriel me costó un montón hablar, ese era un amigo que estaba en el día a día, del que siente, de los que te interpreta, te entiende”.

HINCHA DE RIVER Y AMIGO DE PONZIO

Hace un tiempo, por sus triunfos y casualidades de la vida, Mariano entabló una relación con Leonardo Ponzio, el mediocampista de River recientemente retirado de la actividad profesional. Esto surgió por el contacto generado por Fernando Beni, encargado de organizar los podios en el TC.

“Es fanático de River y un día se acerca y me dice Leo Ponzio, que es fanático de Ford, me escribió le puedo pasar tu número, le dije que si. Ahí me escribió Leo y me mandó una camiseta”, relató Werner que además renoció que Ponzio es hincha de Ford y a su vez fanático suyo

El piloto se definió como hincha de River y simpatizante de los equipos paranaenses. “Desde los cinco años no iba a la cancha de River, porque el que nos inició en el automovilismo, más allá que mi viejo nos acompaño siempre, fue mi abuelo que era fanático de River. Por ahí escucho los partidos por AM cuando vuelvo de las carreras”, contó.

Tras su nueva coronación y de paseo por Capital Federal, Mariano Werner y su familia fueron a visitar a Ponzio al predio de Ezeiza y de pura casualidad era el último entrenamiento del mediocampista en su carrera. “Nunca imaginé que fuese la ultima practica suya, llegué en un momento especial de casualidad. Estuvimos charlando, llevó a los chicos al gimnasio, a la cancha, agarraron pelotas, se trajeron de todo. Es una foto que voy a encuadrar”.

En ese sentido, admiró el profesionalismo y la ganas de seguir practicando el deporte hasta los 40 años. “Ha llegado lejos, ha peleado mucho para estar a la altura de un jugador de 21 años como Julián Álvarez. Es muy sacrificado”.

REDES SOCIALES Y EL RESPETO

Mariano suele observar las redes sociales y lo que se dice de él, aunque no tolera que hay falta de respeto. “Por ahí contesto y digo para qué me meto. Ahí lo que no me gusta es la falta de respeto. A mi puteame decime lo que quieras que se como contenerme, pero con mi familia y mis hijos no te metas”.

Asimismo, reconoció que “es un deporte con mucho respeto, le tengo respeto a los hinchas de todas las marcas porque se lo que viven, lo que hacen lo que dejan”.

FINAL DE F1

La final de la Fórmula 1 fue polémica al igual que en el TC. Max Verstappen se consagró campeón en el Gran Premio de Abu Dhabi superando en la última vuelta a Lewis Hamilton, el 7 veces campeón de la categoría.

“Destaco el profesionalismo de Hamilton, porque es para morirse. En ese momento te olvidas de todo lo que ganaste, porque pensas en eso, en ese momento. Hay personas que lo ven que se lo robaron y hay veces que el deporte es así”.

“Yo perdí en la última vuelta en Paraná y no podes disfrutar a pleno. Porque vos decis el objetivo era salir campeón, pero el primer objetivo era ganar en Paraná. Era mi sueño, gané en el 2019, en esos momentos empezas a disfrutar pero en un momento se terminó”, sostuvo Wener.

¿EN BUSCA DEL TRI?

“Ganar el bicampeonato era un sueño. Todos nos olvidamos de lo que conseguimos y queremos más, y es una de las formas de mantener la llama prendida, las ganas y por supuesto que sería un sueño”, aseguró Mariano que mantiene intactas las ganas durante estos días que intenta cerrar su plantel, el auto, los neumáticos y todos los detalles para la próxima temporada que lo tendrá en el TC y TC PickUp.

Fotos Werner y El Pelotazo

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