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Carlos Scocco, el señor natación

Lleva más de 60 años ligado al deporte acuático y toda una vida en el club de su barrio, Echagüe. Exnadador y entrenador, gran referente local y querido por todos. Su disciplina formativa: estudio escolar y compromiso deportivo.

Carlos Scocco adoptó la natación desde muy chico “por una cuestión familiar”. Su padre lo impulsó a que aprendiera a nadar junto a sus 3 hermanos como necesidad de saber nadar para no ahogarse. “Las primeras brazadas fueron en el Rowing porque en Echagüe, el club de mi barrio y de mi vida, no tenía. Después cuando la construyeron nos cambiamos y mi padre nos hizo socios vitalicios para también colaborar con la construcción de la pileta”, sostuvo el exnadador y entrenador de varias generaciones de nadadores paranaenses.

El Atlético Echagüe Club (AEC) es su segunda casa, su vida está ahí, su familia se conformó en las instalaciones del club de calle 25 de Mayo porque allí conoció a su compañera de vida y de deporte María Luisa.

“Ella es una persona que lleva el club en la sangre, hemos hecho muchas cosas en común con la natación. Mari trabaja más en la parte formativa y a mí me lo da para que los entrene en otro aspecto”, reconoció Carlos al hablar de su esposa que también le dedicó cariñosas palabras.

“Es mi compañero de toda la vida, mi colega con quien empezamos natación Me es difícil e interminable hablar de los más de 50 años juntos. Admiro profundamente el mantenimiento de sus principios, intocable e intachable siempre se ha mantenido en una misma línea. Y fiel a sus nadadores”, había señalado en un mensaje María Luisa

Además de ser parte de su historia familiar, el AEC significa todo para Scocco. “Ha sido y es mi casa. Es un club de barrio que se preocupó por las instalaciones, por el deporte, por la contención de los chicos del barrio. Cuando el club hizo la pileta yo obviamente me volví al club a hacer algo de natación de competencia”. En sus inicios Scocco recordó que uno de los referentes y pilares del deporte en Echagüe fue Tito Blanco. “Dejaba su actividad profesional de odontólogo y nos iba a enseñar. Era apasionante, esa gente me marcó mucho, él como otros”.

“El club siempre ha sido lo que más me importaba porque siempre quise que mejorará su actuación y el servicio que brinda. En el club siempre trabajábamos en función de lo que es la actividad pero más que nada pensando en esa competencia y siempre estaba tratando de aprender de los demás”. Con el correr del tiempo, además de entrenar se abocó a ayudar como asistente.

Carlos se identificó como un deportista autodidacta que no se quedaba con el entrenamiento diario, sino que compartía charlas con otros entrenadores. No era un deportista “de los top, pero participaba en todos los torneos y así le fui agarrando cada vez más cariño”.

EL AULA ES LA PILETA

A lo largo de su trayectoria como formador, Scocco les inculcó a sus nadadores mantener la misma disciplina en la escuela y en el club. “Si van a ser nadadores tienen que aceptar las reglas de juego. Si bien es un deporte que tiene un alto grado de formación física e intelectual, los ayuda a tener un mejor rendimiento escolar”.

“Siempre les remarqué que la escuela está primero, luego el deporte y después todo el resto”, remarcó Carlos, el hombre que en cada entrenamiento deja plasmado su entrenamiento del día en un pizarrón.

“Ahí hago todo el entrenamiento, ellos llegan y lo leemos juntos. Es una forma más para que se sientan seguros de lo que hacemos. Nunca hay un entrenamiento igual al otro, es una manera de incentivar para que todo entre en un círculo vicioso sin sentido. Busco que se sienta bien en la natación haciendo algo nuevo todos los días”, contó.

Si bien se jubiló a los 68 años nunca dejó de trabajar y nunca dejó su club. “Los chicos del club me pidieron que siga. Es mi casa, nunca me moví del club a pesar de tener muchas propuestas de otras instituciones. Siempre fui fiel a Echagüe, si hay una persona fanática soy yo”, sostuvo.

Los largos años abocado a la formación también le dejó grandes amistades y sobre todo el reconocimiento de los que fueron sus alumnos, algunos que hoy son colegas.

“El reconocimiento es parte de la enseñanza. Mi mejor capital son mis exalumnos, que me saludan, me abrazan siempre con el mismo cariño. Han pasado muchos, desde muy pequeños. Algunos son profes, porque estuve en el profesorado en Santa Fe. Me llena de orgullo que se acuerden”.

En la actualidad maneja dos grupos de nadadores. Un grupo que tienen proyección y otro que se están afirmando como buenos nadadores que se entrenan con el objetivo de ir a campeonatos y demás.

Para mejorar el rendimiento deportivo, Carlos Scocco quiso implementar el doble turno para los deportistas pero no tuvo éxito por no ser compatible con el requisito de tener buenos rendimientos en la escuela. “Cuando empezamos a hacer el doble turno no me dio resultado porque bajaron el rendimiento y dejamos ese doble turno para el verano que no van a la escuela. En su lugar implementé un solo turno pero más intensivo”.

NADADORES CON CONDICIONES

Los años aprendiendo, practicando e instruyendo a las nuevas generaciones le permiten a Carlitos identificar fácilmente a aquellos deportistas nadadores innatos o los que tienen proyección.

“Son muchos los factores, pero por ejemplo en lo físico observamos mucho el grado de flotación. Tomándolo de una manera empírica: si sus glúteos y espalda se mantienen sobre la línea del agua, tiene muchas chances de poder ser un buen nadador”.

Por otro lado señaló: “Está el otro que no tiene ese grado de flotación pero tiene unas ganas de ser nadador que con trabajo duro lo puede lograr, pero la flotación no la va a lograr porque es algo innato”.

“Esa es una de las formas, pero igualmente yo siempre invito a los chicos que se quieran sumar. Con el correr de los entrenamientos lo vamos formando, aunque tienen que demostrar fortaleza, inteligencia, capacidad racional y mucha contracción al entrenamiento”, sostuvo el entrenador que promueve continuamente trabajar sobre la técnica, uno de los aspectos más importantes para nadar bien.

LA ACTUALIDAD DEL DEPORTE

En el último tiempo y sobre todo en los Juegos Olímpicos, la natación se ha vuelto una de las mayores disciplinas donde se baten récords continuamente. Esto se debe a una variedad de factores que marcan la evolución de las técnicas y las formas de entrenamiento.

Así lo reconoce Carlos: “El trabajo hoy es en equipo, no es sólo el entrenador sino que también hay un médico, kinesiólogo, nutricionista y muchas otras cosas que ha hecho que todo mejore, crezca y siga creciendo”, resaltó.

A esto también hay que adicionarle si se hace un trabajo a conciencia, con mucho compromiso y profesionalismo. “A veces les digo a mis ex alumnos, hoy colegas, que las cosas hay que hacerlas con responsabilidad, mucha pasión, estudiar y seguir leyendo. Sentirse el mejor aunque no seas de los mejores”, expresó.

“Lo mismo le digo a los nadadores, lo que importa en la natación es que el rendimiento ustedes los van palpando cuando bajen los tiempos, ustedes tienen que jugar con el tiempo. El reloj le marca el rendimiento. En los torneos si bajamos los tiempos y le ganamos al de al lado también está bien”, sostuvo el experimentado entrenador.

En el caso contrario, de no haber tenido buenos resultados, Scocco acostumbra a analizar en qué se falló junto a su alumno (nadador). “Siempre les digo que naden con la misma intensidad, que no bajen el rendimiento y den todo”.

Y reconoció: “Siempre les digo que traten de nadar hasta que terminen la secundaria que es el momento que todavía el padre le da la posibilidad de hacer un deporte, porque después se reciben y si van a la facultad o trabajan, todas las rutinas de entrenamientos se modifica mucho. Además que después le sirve como un estilo de vida”.

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