
Ayrton Londero vive el mejor momento de su carrera en el automovilismo al estar segundo en la general del TC Pista con 6 fechas disputadas. El piloto del equipo Martínez Competición repasó su presente en la categoría que disputa desde 2018, habló de la adaptación a la nueva metodología de la competencia y de su futuro. Además recordó a su padre, sus inicios y detalles de su vida que se ve revolucionada por su presente.
Su performance y su gran personalidad lo han convertido en un referente de Ford y uno de los pilotos más queridos en el ambiente por la gente. “El cariño y el apoyo de la gente apasionada por los fierros y de la marca me lo han demostrado mucho en estos años en el automovilismo. Acompañamiento que lo vengo teniendo de chico con mi familia desde el karting”, contó.
“Se muy bien por ahí lo que se siente del otro lado del alambrado. De chiquito que voy al TC en Paraná con familia o amigos, siempre que pude ir lo hacía. Siempre fue un orgullo poder ir y estar en el box con alguno de los pilotos, charlando con ellos y lo disfrutaba un montón. Y hoy en día estando adentro es lo mínimo que puedo hacer cuando van a visitarme al box a desearme buenas vibras y energías, siempre trato de distribuirlo de alguna manera. Es una etapa que recién estoy empezando donde falta mucho para seguir recorriendo y aprendiendo”, reconoció Londero.
EL PRESENTE
“El gran presente de ahora es por las herramientas que me entregan en el taller del Gurí, trabajan de manera muy profesional. Son carreras donde no abundan los minutos en pistas y se pueden llegar a ganar en el taller”, señaló el piloto que también sueña con llegar al Turismo Carretera en algún momento.
“Es el cuarto año en la estructura del Gurí Martínez donde venimos trabajando en conjunto con el mismo motorista, el mismo chasista, con los mismos mecánicos y esa es una buena base para tener los resultados que estamos consiguiendo. Apostar al mismo funcionamiento, a la misma estrategia, a la misma gente todo este tiempo para poder lograr el gran conjunto que tenemos hoy nos permite ser los grandes protagonistas de la marca y en la categoría”, remarcó Ayrton.
ENTRENAMIENTOS
El automovilismo requiere de un entrenamiento que va más allá de subirse y conducir.La exigente preparación implica estar preparados física y mentalmente. “Si bien a veces no se nota o no se refleja, llevamos las pulsaciones al máximo, muy por encima de lo normal, y eso hay que mantenerlo con un entrenamiento”, sostuvo Ayrton.
El joven piloto reconoce que estar bien físicamente es importante para rendir arriba del auto y no cansarse y en la parte mental para obtener buena visión y reacción en las carreras, además de recordar cada circuito.
“Cada uno se entrena de varias formas y con distintos métodos. En mi caso por ahí ahora no me he entrenado con mi entrenador como lo hago en pretemporada para afrontar lo que viene, si bien se hace entrenamiento de fuerza, coordinación o salir a correr. Y por ahí se entrena mucho con el simulador o jugando al tenis también porque ayuda mucho a la concentración y a la visión periférica de un piloto. Son muchos los métodos”, reconoció.
“Soy de entrenarme, no al máximo como deportista profesional, pero si tengo horas de gimnasio y entrenamiento rutinario diariamente. Si no se hace de esa forma sería imposible conseguir los resultados porque los demás pilotos no dejan nada al azar y hay que rendir al máximo para poder estar a la altura de las circunstancias”, remarcó el piloto que marcha segundo en el TC Pista.
La velocidad, las propias estructuras de los vehículos, la cantidad de autos y personas involucradas hacen que sea un deporte de alto riesgo que obliga a los pilotos a estar concentrados al 100% porque una desconcentración “de un segundo es para cometer un error que puede terminar mal ya sea personalmente o dañando a otros competidores. De hecho al equivocarte arruinas la vuelta, cosas del auto, son muchos los factores por lo que tenés que estar bien bicho arriba del auto y que no se escape nada”.
“Es necesario más que nada por el nivel donde estamos corriendo. Hay chicos campeones en distintas categorías, con trayectorias intachables y hay que estar a la altura de ellos. Por eso se trabaja muchísimo en todos los aspectos. Implica dedicarle todos los días al deporte y a la profesión que hoy tengo qué fue lo que siempre busqué de chico. Siempre es el presente que soñe y gracias a dios estoy logrando ese objetivo”, sentenció Ayrton.
Con 23 años el piloto ya tienen memorizado todos los circuitos argentinos incluidos en el calendario de la categoría. Así lo demostró al recordar paso tras paso todo el recorrido del autódromo de San Nicolás desde las curvas, rectas, marchas y todos los detalles a tener yen cuenta arriba de un vehículo a alta velocidad.
“Las on board de cada fecha la tengo guardada en mi computadora, y en algún momento del día o antes de afrontar cada fecha en cada circuito siempre se empiezan a analizar todas las cámaras. Por eso es que te estudias y aprendes los circuitos”, comentó.
“De hecho es normal que los pilotos salgamos a caminar la pista con una hoja, con la cámara on board buscando las referencias de la pista viendo por donde transitar, hablando con el ingeniero de cómo va a reaccionar el auto en esa curva. Son un montón de cosas que arriba del auto la vas teniendo en cuenta y tenés que estudiarlas, es como ir a la escuela”, remarcó el oriundo de Ramírez.
CORRER EN TIEMPOS DE PANDEMIA
La actividad del automovilismo argentino comenzó a rodar a mediados de septiembre tras seis meses sin acción en las pistas, pero todo adaptado a la nueva “normalidad”. “Es una experiencia nueva para todos. Principalmente porque vos solo tenés contacto con los mecánicos y el ingeniero, vas de la casilla al box y son muy estrictos con eso. Y falta el color de la gente, el fanatismo por el automovilismo, algo que se nota los fines de semana”, reconoció el joven piloto.
Además, entre otras cosas la pandemia ha quitado tiempo arriba de los autos ya que hay una tanda de entrenamientos reducida, luego la clasificación y posteriormente la carrera. “Generalmente tenés un día entero de entrenamiento antes de cada carrera. Esto implica que es importante y fundamental tener la base bien armada desde el taller. Con el gurí hemos trabajado durante el receso en esos puntos justamente que por ahí estaba medio flojo. Y justamente ahora nos destacamos por eso, porque somos el auto más regular desde que volvimos, somos los que más sumamos y estamos en el segundo puesto del campeonato como grandes candidatos”, precisó.
Asimismo, Ayrton es agradecido porque disfruta poder estar arriba de un auto nuevamente disfrutando lo que le gusta, sobre todo teniendo buenas carreras. “Los resultados se vienen dando, es la manera de agradecer el apoyo, de los sponsors, y demostrar el trabajo que se hace con todo el equipo”.
Y a su vez no es ajeno a la realidad que atraviesa el país y cree que la vuelta de los deportes puede servir para que la gente obtenga un nuevo entretenimiento mientras continúa atravesando la pandemia. “Hay mucha gente que no la está pasando bien y creo que hay que hacer mucho hincapié desde ese lado. El deporte, el automovilismo o el fútbol que ahora vuelve, es para quedarse a mirar la tele y entretenerse”
EN EL EQUIPO DEL SUPREMO ENTRERRIANO
“El Gurí representa un montón para mí. Hoy gracias a dios tengo una amistad con él cuando nunca me la esperé”, reconoció el joven ramirense al tener como cabeza de equipo al gran piloto entrerriano, Omar Martínez.
La relación de Ayrton con el mundo fierrero fue desde muy temprana edad y con el Gurí también. “Cuando era chiquito mi papá iba al taller del Gurí a comprarme las gomas para TC Pista Entrerriano, compraba las gomas usadas en el TC, y yo lloraba porque no me llevaba y no le hablaba en todo el día”.
“Lo que son las vueltas de la vida que hoy en día yo voy al taller compartimos comida con los chichos, habló con Omar. Ahora es más reducido, pero es todo una gran familia donde Omar me abrió las puertas de su equipo sin conocerme mucho y siempre con una gran predisposición”, remarcó.
Londero destacó ser un privilegiado de poder correr bajo su techo, “obtener sus consejos, creo que cualquier piloto, más siendo hincha del Gurí, quisiera tener el lugar que hoy ocupo”.
EL PRIMER GRAN ACCIDENTE
Olavarría será la pista que quedará para siempre en el recuerdo de Ayrton Londero. El entrerriano sufrió un tremendo accidente durante el entrenamiento de la tercera fecha de la Copa de Oro a bordo del Ford 177. Problemas en los frenos ocasionaron el despiste del vehículo que fue a chocar directamente con un talud tras la curva N° 1 del circuito de los Hermanos Emiliozzi. Inmediatamente el entrerriano fue trasladado al hospital con golpes en las vértebras. Afortunadamente fue un susto con suerte y al día siguiente pudo continuar en carrera.
"La pasé malísimo, fue el primer accidente en mi vida. Me asusté muchísimo porque me quedé sin frenos a 270 km/h seguí derecho y no me quedó otra que chocar con un talud de tierra y cuando impacté me lesione. El auto se destruyó completo. Quedé lesionado por el golpe en la columna, no se que me pasó pero no sentía las piernas, capaz todo del mismo miedo”, recordó.
El accidente le hizo replantearse muchas cosas, hasta el punto de continuar en la actividad. “En ese momento me planteé un montón de cosas. Estaba consciente pero no entendía porqué estaba ahí adentro haciendo pasar un mal momento a mi familia. Me lo planteé muchas veces si era necesario pasar por eso. Pero me mejoré, llamé al equipo para saber si estaban arreglando el auto, de hecho el doctor me dijo que estaba todo medianamente bien, que podía correr”.
Por los traumatismos estuvo en terapia intensiva bajo observación por 2 horas y pasada las 20 de ese viernes 26 de octubre recibió el alta y el ok para al otro día subirse nuevamente al Ford. “Me arreglaron el auto y al otro día estaba corriendo. El sábado volví a la pista, me dolía todo. La corrí porque estábamos primero en el campeonato de la copa de plata y primeros en la general y era nuestro primer año en la categoría, y teníamos un presente con 2 victorias, muy candidatos a la copa y en ese accidente la confianza en uno mismo cambia muchísimo”, sostuvo.
“El auto fue otro después del palo porque no quedó bien, faltaban tres fechas para terminar el torneo y terminamos quedando 5to en el campeonato. Fue una gran oportunidad que perdimos en ese momento. Siempre vamos con una nueva revancha año tras año para pelear bien arriba”, manifestó Londero.
ALENTANDO SIEMPRE A FORD
Londero siempre se identificó con la marca del óvalo y en cada oportunidad que pudo alentó a Ford y a sus pilotos del otro lado del alambrado. Esta simpatía ha hecho que la gente también lo empiece a tener como referente de la marca. “El simple hecho de estar en el equipo del Gurí, que es el máximo referente de Ford y uno de los grandes referentes del automovilismo nacional ha hecho que la gente me agarre cariño y yo también les tengo mucho aprecio a los hinchas”, manifestó.
El ramirense también destacó el funcionamiento del equipo que carrera tras carrera toma mayor impulso y se hace más fuerte. “Hemos estado funcionando bien en cada carrera y eso ayuda a que la gente te visite en el box, intercambiemos opiniones y la verdad que siempre estoy predispuesto porque me encanta que vayan y es la manera mía de despejarme el fin de semana cuando quizás las cosas no están bien. Cuesta pero siempre hay que ponerle ganas y te cambia cuando hablas con gente que te va a entregar las buenas energías. La cabeza ya es otra en ese momento”, precisó.
HEREDÓ LA PASIÓN TUERCA DE SU VIEJO
Javier Londero fue el responsable de que Ayrton sea un amante del mundo tuerca que hoy lo tiene como gran candidato en el TC Pista. “Desde los 2 años que al automovilismo lo tengo en mi vida, mi papá siempre fue piloto de auto. Corrió en karting, en Fórmula y en el TC Pista Entrerriano. Y yo rompí bastante para que me compren un karting y un día me lo llevó. Me subí porque era lo que quería hacer y ser piloto, algo que siempre se lo demostré”, manifestó Ayrton que comenzó a correr a los 13 años de edad
“Mi viejo, por las cosas de la vida me pudo acompañar un año, fueron 3 carreras las que estuvo al lado con el karting y gracias a dios en la última me vio ganar. Fue mi primera y única victoria que tuve con él”, contó Ayrton. El 11 de abril de 2012, Javier Londero perdió la vida en un accidente de tránsito y desde ese momento se ha convertido en un pilar fundamental para el joven piloto entrerriano.
“Al principio me costó muchísimo. Dejé de correr por un año hasta que con la fuerza de mi mamá, que cumplió el doble rol y estuvo al pie del cañón, decidimos volver con toda mi familia y amigos acompañando. Por eso siempre resalto que soy un agradecido y privilegiado por como se me fue dando todo”, reconoció el muchacho que el 7 de mayo de 2018, Ayrton consiguió su primera victoria con el Ford en Posadas en la quinta fecha del TC Pista, triunfo que se lo dedicó a su progenitor y mentor.
El ramirense reconoció que al principio todo era como un sueño lejano al faltar la persona que le inculcó el deporte “el que era mi mejor amigo”. “Fueron muy pocas carreras y fue muy duro arrancar de nuevo. De hecho las condiciones para poder soñar las tenía, estábamos en una etapa de aprendizaje que teníamos que seguir teniendo la cabeza tranquila, haciendo las cosas bien. Mi mamá siempre me indicó lo que está bien y lo que está mal y cómo hay que llevar todo esto. Gracias a dios la gente siempre me acompañó”, explicó.
“Por ahí es difícil explicar cómo se fueron dando las cosas porque soy un tipo medio oportunista, con suerte, si bien tengo todo lo que quiero como a mi familia, amigos que acompañan y son fundamentales para juntar fuerzas y seguir con todo, fue muy duro en ese momento poder seguir corriendo”, contó.
Asimismo, Ayrton remarca que ese triunfo en Posadas demostró que estaba para más y dar pelea continua. “Fue una mochila que me saqué de encima porque estaba en el lugar que siempre quise estar, ganando en una categoría de primera y en el equipo de mi ídolo. También fue muy lindo porque cuando volvimos toda la gente de mi pueblo me estaba recibiendo. En Crespo también, en Paraná. Por ahí me cuesta sacar las palabras indicadas para explicarlo porque no soy muy demostrativo con estas cosas”.
MARICEL GRILLONE, EL APOYO INCONDICIONAL
Maricel es la madre de Ayrton Londero que desde los 13 años la tuvo cumpliendo el doble rol tras la muerte de su padre y ella se encargó de criar e inculcar buenos hábitos al actual piloto y a su hermana. “Tenemos una madre que es extraordinaria, fue madre y padre desde que éramos muy chiquitos”.
“Con el tiempo perdimos a mi abuelo, a su hermana a varios familiares y siempre me ha demostrado que al día a día hay que afrontarlo con mucha fuerza. Siempre resalto esto porque es una mujer que tiene mucha fuerza y me lo ha transmitido día a día, de hecho todo mi aprendizaje me lo enseñó ella. Mi forma de ser resalta mucho cómo es ella”, precisó el joven de 23 años.
HINCHA DE BOCA Y FANÁTICO DE RIQUELME
Ayrton estuvo al menos una hora y media haciendo guardia para obtener una foto y unas horas más para tener su autógrafo. Eso es lo que hizo el piloto para tener el recuerdo con su ídolo futbolístico Juan Román Riquelme.
Con el 10 con el mejor, estuve una hora y media esperando para esa foto.
Es una foto que me va a quedar para siempre porque pude conocerlo personalmente. Era la segunda vez que iba a la cancha de Boca, fue en el partido contra Godoy Cruz antes de que saliera campeón este año. A Riquelme lo tengo allá arriba por todo lo que hizo en el fútbol argentino. No me alcanzaba la cara para demostrar la sonrisa que tenía”, contó
“Lo esperé en la zona de plateas con un amigo después que terminó el partido. Estaban los de limpieza y otros más. En un descuido nos mandamos y lo pudimos encontrar justo. Cuando nos sacaron de ahí quedamos en la puerta del estadio por donde salían los jugadores esperando para que nos firme la camiseta y gracias a dios se dio que también tengo la firma”, recordó.
Ayrton se identifica cómo un fanático del fútbol, deporte que práctico antes de subirse al karting. “Desde que me compraron el karting no fui más a practicar. Fue un cambio rotundo”. “Por semana trato de jugar un partido con mis amigos. Cuando entrenaba jugaba al medio de 5 o de 4 atrás. Adelante nunca fui porque Adelante no fui porque parece que no tocaba mucho la pelota. Fue un favor que me hicieron comprando el karting”, reconoció con humor.