El rugby paranaense y entrerriano se presenta en la actualidad con un crecimiento notable que viene desde hace unos años. El presente del Club Atlético Estudiantes de Paraná es un claro ejemplo siendo uno de los mejores del Torneo Regional del Litoral ya clasificado a la semifinales a cuatro fechas del final.
Pedro Raiteri, entrenador del Club Atlético Estudiantes y Paul Halle, entrenador del Paraná Rowing Club, dieron cuenta de esta realidad donde las instituciones locales apestan a dar el salto de calidad.
“El rugby creció mucho, Entre Ríos ha tenido buenas presentaciones en el Seven de la República, hace varios años estamos entre los mejores. A nivel nacional no te podés medir porque no está el campeonato argentino, si estas instancias nacionales donde nos cruzamos con otras Uniones”, destacó Raiteri.
El coach del CAE reconoció que la pandemia le permitió a la institución trabajar más con el grupo. “Hoy le jugamos de igual a igual a los equipos rosarinos, es distinta la mentalidad de los jugadores, no se dan nunca por vencidos. Hay partidos donde comenzamos de atrás y se ve el carácter de los chicos que lideran. Veremos a fin de año cuando nos acomodemos a competir los torneos nacionales para ver en qué nivel estamos”.
Por su parte, Halle enfatizó en el trabajo a largo plazo que están poniendo en práctica los clubes locales, aunque es consciente de una de las principales falencias que tiene que ver con contar con la cantidad suficiente de jugadores para afrontar las distintas competencias. “Los clubes que tienen una cantera más grande tienen una mejor competencia interna. Entonces es distinto cuando tenés 60 pibes para formar tres equipos que cuando tenés 120 jugadores como los rosarinos. Ahí la competencia es más grande entonces juega en primera el que está mejor preparado, el que tomó el laburo en serio antes que el resto desde juveniles”.
Raiteri señaló que una de las grandes limitaciones en el crecimiento desde los 14 años es que los planteles no necesitan ser tan numerosos. “El equipo tiene 15 titulares y a lo sumo entran 8 o 10 y el resto queda mirando. Todos los clubes paranaenses tenemos la misma cantidad de jugadores porque no hay equipos A, B o C. Hoy solo la M19 de CRAI tiene una B que juega el mismo torneo otro día con los chicos que no jugaron”.
“El rugby infantil si acapara más cantidad de jugadores, es un colador importante que lo sufrimos, y ahí te encontrás con que no tenés ese caudal de jugadores que tienen por ejemplo los de Rosario con 100 o 120 jugadores por entrenamiento. También es difícil sostener el plantel superior teniendo tres divisionales que compiten (primera, reserva y pre reserva) ahí necesitas de base 45 más los relevos necesitas planteles numerosos para sostener torneos como este de 18 fechas”, sostuvo Pedro.
“No es fácil, a nosotros nos resulta difícil crecer en número de jugadores porque principalmente los aportes que tiene el plantel superior son los jugadores juveniles”, remarcó Halle. Otro de los puntos contraproducentes es cuando los jóvenes comienzan su etapa universitaria o laboral, "entonces tenés pocos jugadores que surgen. Hay una etapa que es bisagra para el juvenil, que es cuando empieza la vida universitaria y un montón de otras cosas extras que no tenían o que salen o laburan, por ejemplo".
“No les permite la licencia de la Secundaria entonces están los que se van afuera, los que estudian acá, que viajan a Santa Fe. En Rowing hay muy poca transmisión de jugadores juveniles al plantel superior. Las ciudades grandes, como Rosario, se nutren mucho con esos que se van a estudiar afuera”, sostuvo el DT de Rowing.
EL ENTRENADOR
Los coach reconocieron que disfrutan su rol de entrenador, etapa distinta a la que vivieron cuando eran jugadores, hoy con más obligaciones y otro punto de vista. “Hay que pasar el proceso de matar al jugador que es durísimo. Me costó mucho pasar de pensar de jugador a entrenador”, señaló Paul Halle.
“Como DT me pasa, el jugador absorbe cómo tiene que plasmarse en el juego como deben moverse, entonces vos estás pendiente de que las indicaciones o lo que ordenas los chicos lo lleven a cabo entonces cuando eso no sucede te pones loco que no sabes si sos vos o los jugadores no entienden. Me encanta disfrutar del otro lado”, manifestó.
Pedro Raiteri, el entrenador del CAE, destacó disfrutar de ser técnico al igual que lo hizo en su etapa como jugador. “Cuando colgué los botines empecé a disfrutarlo de una manera distinta y sin embargo siempre cuento que han sido mayor los momentos de felicidad siendo DT que como jugador”.
“El hecho de empezar a captar la esencia del jugador, a transmitir y saber que le llega es apasionante y cuando podes mover equipos enteros con ideas que uno tiene está muy bueno”, remarcó Raiteri que inició su carrera en el banco en 2007 y siendo entrenador de sus compañeros. “No fue la mejor experiencia y no la disfruté para nada como ahora”.
Asimismo, admitió que cuesta un poco alejarse de la mirada de jugador siendo entrenador. “Cuesta pero igual creo que es un error tratar de imponer o presentar ese jugador al equipo, no hay que ser autorreferencial. Al principio de la carrera se puede hacer, pero con el tiempo no se debe. Yo no soy de la idea de meterme a pasar o patear la pelota, porque se, creo, que está mal”, rescató Pedro.
“Lo fácil de ser entrenador es que sos el mejor jugador del mundo porque no tenés que hacer nada de lo que decis”, añadió Paul.
EVOLUCIÓN DEL RUGBY
“Hoy en día con algunos cambios de reglas buscan ser más dinámico y vendible como espectáculo”, señaló Raiteri con respecto a los cambios en el deporte desde que ellos lo practican.
“Ha cambiado, los botines son distintos, las camisetas de antes mojadas pesaban cada vez más a medida que ibas transpirando, la pelota era imposible si llovía, hoy los chicos dicen no se puede jugar con esta pelota algo que en esa época no lo podés decir. Ahora tiene que tener tanta porosidad o tantos psi de aire”, recordó el coach de Estudiantes
“La alimentación, la indumentaria, todo ha cambiado con respecto a lo que usábamos o teníamos. Por ejemplo las camisetas se mojaban y te raspaban”, contó Halle.
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