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Recordando a Maradó

El Pelotazo no se mancha: anécdotas sobre Diego en nuestro living

Programa especial homenaje a Maradona, con relatos de compañeros, rivales y personalidades del deporte y el arte que han pasado por el programa y hablaron del 10: Dolina, Signorini, Pumpido, Vigil, Chilavert, Müller, Furios y Candedo.

VÍCTOR MÜLLER

El 7 de octubre de 1995 Diego Armando Maradona regresó al fútbol, tras la suspensión en el Mundial de 1994, y lo hizo para jugar con Boca Juniors y el Diablo Víctor Müller estaba entre los once de Colón de Santa Fe que enfrentó al Xeneize en la Bombonera. De ese momento, Müller no se olvida más ya que obtuvo una foto, sus camisetas y compartió el control antidoping con el 10. “La foto con Maradona es la mejor que tengo y me pasó todo eso siendo gurí, a pesar de haber arrancado a los 22 años. Hacía tres meses lo veía por televisión y en ese momento lo estaba enfrentando en la Bombonera”, contó.

“Mientras hacíamos el calentamiento previo se hizo todo el festejo donde las hijas entraron en una torta gigante. Yo estaba al lado mirando todo embobado y por ahí me gritaron que me ponga a calentar que ya empezaba el partido. Y no dije nada y volví, en ese entonces no se les decía nada a los mayores porque sino después en el vestuario llegaba el reto”, rememoró.

Además de compartir cancha y enfrentarlo, fue el que compartió el control antidoping luego del partido. “Tenía la vejiga llena pero seguía esperando para poder saludar al Diego. Hasta que después de media hora llegó, saludó, me dio un abrazo, hizo el control y después se puso a tomar una cervecita y a hablar un rato con los que estábamos ahí, hasta contaba chistes”.

“Y cuando se estaba yendo le digo 'Diego me podés regalar esa camiseta que tenes puesta porque sería algo muy lindo e importante’, tenía puesta una camiseta blanca de entrenamiento. ‘Pero si Carucha como no, pero dame la tuya así me la llevo de recuerdo', tenía la oficial con la 9, cambiamos y me puse la de él. Y me dice, ‘ahora te mandó al vestuario la de jugar’. Lo quedé mirando como diciendo que me esta chamuyando, dije me chicaneó”, recordó Müller.

A todo eso, Víctor estuvo aguantando todo ese tiempo para estar con el Diego, y una vez que se fue, pasó a hacer el control. Una vez en el vestuario, y contento por el recuerdo obtenido, el Diablo se llevó otra sorpresa. “Cuando me estaba bañando golpean la puerta, sale el utilero de Colón a atender al utilero de Boca, que me buscaban. Me dice esto es para vos Müller te la manda el Diego, cuando abro la bolsa era la camiseta del Diego que usó en el partido. Ya era mi ídolo, pero desde ese día pasó a ser el ídolo más grande por ese gesto que tuvo de mandarmela sin que fuese conocido, ya que recién arrancaba en el fútbol profesional”, reconoció.

“Fue algo inolvidable haber pasado todo eso. Con la foto, esperarlo en el control antidoping para verlo, ver como hablaba y se manejaba, saber cómo era y la verdad que me llevé una sorpresa enorme porque es una persona muy querida y a su vez muy sufrida en el sentido de no poder disfrutar del fútbol fuera de la cancha o el vestuario, porque cuando salía no disfrutaba más por el quilombo de gente”, remarcó.

IVAN FURIOS

Iván Furios comenzó su carrera profesional en Boca Juniors, allí hizo inferiores justo ne la última etapa futbolística de Maradona. “Estando en reserva subíamos a hacer partidos con Primera, por ahí compartimos vestuario. Igualmente era todo de respeto absoluto. Era como algo intocable”, sostuvo Furios.

“En ese momento verlo estando activo pleno y con ganas, porque tenía momentos que entrenaba solo y nosotros lo veíamos desde la pensión. Tenía la cancha de Casa Amarilla para él y su personal trainer. Entonces de ver todo eso y con todo lo que era Maradona en esa época fue algo increíble”, señaló.

Y recordó que cada tanto llamaban a algún chico de la pensión para que sea su ayudante. “Para darle un pase, ayudarlo en cosas que por ahí necesiten hacerse de a dos. Imaginate en un uno contra uno andá a tocarlo a Maradona, te desmayabas para que te pase. Te decía fútbol contra Primera, está Marandona nadie lo toca todo el mundo se frena y era entendible porque era Maradona”.

NÉSTOR CANDEDO

Néstor Candedo formó una gran amistad con Diego Armando Maradona desde sus épocas en inferiores. Luego los años y los caminos que tomaron sus carreras los distanció pero el recuerdo entre ambos siempre estuvo presente. El futbolista de la década del 60, actualmente radicado en Paraná, compartió sus inicios futbolísticos con el hombre de Villa Fiorito.

El Loco y Pelusa se conocieron e hicieron amigos desde muy chicos. Con tan sólo 12 años viajaban juntos en colectivos para ir a entrenar a sus clubes, Argentinos Juniors y Huracán. “Cuando salía de trabajar en la fábrica de cubiertos en Pompeya me subía al cole con el overol puesto. Era el número 28 y pasaba por el Puente La Noria, donde subía Diego. Nos encontrábamos en el colectivo prácticamente todos los días porque teníamos entrenamiento por la tarde. Yo hablaba de todo y él sólo contestaba, le tenía que sacar las palabras porque no hablaba. Por ahí hablábamos de cosas del momento no más que eso. Teníamos una hora y media de viaje de General Paz a Goleta Santa Cruz, donde entrenaba él, y yo a Piedra Buena”, recordó Candedito.

De esas andanzas es que se formó una gran relación durante la infancia que luego por los caminos disímiles que tomaron sus carreras se desencontraron. Pero de allí, Néstor recuerda que en varias oportunidades fue él el que le pagó el pasaje de colectivo a Diego. “Cuando llegaba a la parada yo me asomaba por la ventanilla y él me decía sí o no. Entonces cuando no tenía yo iba desde el fondo a pagarle al colectivero el boleto”, contó.

“En ese entonces los cebollitas de Argentinos, lo que sería 9na, 8va y 7ma, eran como los Globetrotters, no les ganaba nadie, más con Diego que hacía magia. Parte de ese equipo fueron a despedirlo, pero yo no recuerdo a ninguno porque no llegaron a jugar en primera, el único que lo hizo fue Pelusa”, reconoció Candedo.

También comentó la particular situación que vivió en un enfrentamiento de cebollitas, entre el Globo y el Bicho de la Paternal. “Se jugaba en Ducó y al lado de la cancha había una cantina. Cuando llegué vi a Diego llorando y a su padre que le pregunté qué le pasaba y me dijo ‘lo que pasa que está mal porque no va a poder jugar porque no tiene botines’ ahí agarré y le dije que espere”.

Por ese entonces, Miguel Candedo, hermano de Néstor, era jugador de primera de Huracán y concentraba en el propio estadio. Entonces, Candedito le fue a pedir un par de botines a su hermano que luego se los prestó a Maradona.

“Don Diego me dijo gracias y que cuando terminaba el partido me los devolvía. Jugamos el partido, ganaron, nos pasearon. Terminó y me fui al buffet y Don Diego me volvió a agradecer y me lo estaba por devolver. Y le digo ‘no, dice mi hermano que se lo regala’. Y yo creo que debe ser uno de los primeros botines que le han regalado a Maradona”, manifestó.

Al respecto, reconoció que es una anécdota que nunca contó “porque son cosas que por ahí uno no recuerda, pero cuando pasan estas cosas empezas a rebobinar todo. Uno va recordando y con el recuerdo trato de no entristecerme”.

Desde la época de Cebollitas, Maradona marcaba la diferencia en todos los aspectos. “Era un adelantado del fútbol, con todo natural porque en esa época no se entrenaba como ahora con pesas, elásticos, vayas. Era una buena entrada en calor y a jugar fútbol”, manifestó Néstor con respecto a la calidad futbolística de Maradona

“Por ahí pasaba lo de ahora que hay entrenadores que no te enseñan, que te tienen en el club, pero no te perfeccionan. No te enseñan a pararte para pegarle a una pelota, no te dejan 2 horas después del entrenamiento pegandole a la pelota para que aprendas. Esas cosas pasan y él lo que tenía era todo natural”, dijo.

“Como yo también por ejemplo, lo mío era todo natural mirando otra clase de jugadores, partidos. Eso te enseña, por eso yo acá en el club San José en Brasilera le dijo chicos miren futbol europero, de acá, pero miren porque les va a enseñar y les va a permitir corregir muchas cosas”, manifestó.

JOSÉ LUIS CHILAVERT

“Yo jugué 25 años al fútbol, lo único que digo es que me siento contento de que en mi lista existan de los cinco mejores de la historia, 3 que son argentinos. Messi, Alfredo Di Stéfano, Diego Maradona, Pelé y el quinto está entre Zidane, Johan Cruiff, Hristo Stoichkov, Romario. Cristiano Ronaldo es un goleador histórico pero sin lugar a duda es diferente, letal dentro del área. Lo pondría en la lista donde está Romario también”, añadió.

NERY PUMPIDO

Nery Alberto Pumpido compartió durante una década el equipo con Diego, sobre todo la época dorada del 10 en la Selección Nacional. “Diego era más líder por lo futbolístico que por lo natural. En el plantel era un compañero más, era totalmente sencillo”, destacó el ex arquero campeón del mundo en México 1986.

“Yo he tenido la suerte de estar 10 años con Diego en la Selección y he vivido cosas muy grandes. Diego no podía salir de los hoteles nunca. Nosotros salíamos, paseábamos y él se tenía que quedar en el hotel porque sino era una marea de gente y periodistas. Así era la vida de él. No era fácil la vida de Diego”, reconoció.

FERNANDO SIGNORINI

Fernando Signorini sin duda alguna puede ser una de las pocas, o la única, que tuvo el privilegio de preparar físicamente a los mejores 10 de la historia del fútbol mundial: Diego Maradona y Lionel Messi. Prepara futbolistas desde 1972, trabajó con Menotti y Bilardo, estuvo presente en 4 mundiales 1986, 1990 y 1994 (como preparador personal de Maradona) y en el 2010 el responsable de la Preparación Física del Plantel que por ese entonces comandaba el "Diez”.

Su años junto a Pelusa le permitió ver el por qué de la idolatría al 10, en cualquier parte del mundo. El máximo fervor y necesidad de verlo ocurrió en México durante su etapa de entrenador en Dorados. “En el último partido antes de Diego habían asistido 800 personas, y en la presentación hubo 10 mil. Y fue a jugar Oaxaca que, de 1500 personas pasó a 14 mil, solo para ver a la leyenda que camina de un lado para el otro”.

Sobre su paso por el Napoli, Fernando reconoció que “la pasión del napolitano no lo he visto en otro lugar del mundo. Si bien era conocido en todos lados, pero sinceramente ahí no podía salir a la calle. Creo que de Napoli conoció el camino hacia su casa y nada más. No podía salir y cada vez que lo hacía era un enjambre que se le venía encima. La posibilidad de verlo era en el campo de juego”.

“Son cosas que tiene que ver con las cosas que despierta el fútbol y la idolatría que muchas veces se peca de exagerado porque le hace creer al jugador que es Dios. En cierta forma Diego era eso, el profeta que llegaba a la tierra prometida que dio vuelta el mapa futbolístico de Italia porque siempre era casi el monopolio de los equipos del norte y él produjo un fenómeno socio político de mucha relevancia”, reflexionó Signorini.

Y agregó: “En 60 y pico de años Napoli había ganado una sola Copa de Italia y con la llegada de Diego fueron dos Scudettos, una copa Italia, una supercopa y la Copa de la UEFA. Algo totalmente descabellado”.

Maradona maestro, Messi aprendiz

Una de las anécdotas recordadas por el profe Signorini fue la de la noche previa a un partido amistoso ante Francia donde Diego le dio instrucciones a Lionel sobre cómo pegarle a la pelota.

“Era la última práctica, el táctico antes del partido y en un momento yo estaba con otro grupo y Diego grita 'bueno basta vamonos porque hace mucho frío'. Voy para donde está Diego y veo a Leo poner la pelota en el ángulo izquierdo de la medialuna y la pelota se le va a la izquierda y arriba bastante lejos del arco. Se da vuelta con gestos de fastidio y Diego lo llama” contó.

“Diego puso la pelota en el mismo lugar y le dice 'escuchame una cosa papi. Cuando le entrés a la pelota no le saques el pie tan rápido, porque sino ella no sabe lo que querés'.. Entonces le pegó y la clavó en el ángulo, Leo se dio vuelta y me miró como diciendo 'mirá lo que hizo'. Era el maestro dándole lo mejor a su alumno aventajado”.

ALEJANDRO DOLINA

El escritor y conductor radiofónico Alejandro Dolina dejó ricos conceptos sobre la visión del fútbol y marcó la diferencia entre Juan Román Riquelme y Diego Armando Maradona. “Son dos amores distintos. Desde luego Maradona es insuperable, pero hay una estirpe de jugadores como Roman que no son exactamente como Maradona, ni siquiera como Messi”.

“Es que son jugadores de pensamiento, son conductores, jugadores relacionales. Están relacionados con los demás, juegan con los demás. Maradona, Messi o Cristiano Ronaldo pueden resolver ellos, casi necesitan de los demás, pero es un accesorio. Una gran asistencia de Maradona, nunca será lo mejor de Maradona”, explicó.

“En cambio estos jugadores, digo Riquelme o Zidane, de esa clase que tienen en la cabeza toda la cancha, que ya no tienen tanto movimiento, no son espectaculares, pero son espectaculares pensando y por ahí con un toque simple resuelven los que otros necesitan dotar de una enorme fantasía por eso a mi me gustan especialmente”, destacó Dolina.

“Me seduce la rebeldía de Román y la rebeldía de Diego también. Son tipos que no están muy de acuerdo con el mundo tal como está, entonces no se entregan tan fácilmente. Casi todas las personas estúpidas que yo conozco lo detestan de manera que prefiero querelos”, cerró.

SERGIO “CACHITO” VIGIL

Cachito, además de entrenador de hockey sobre césped es un docente de la vida y el deporte con reflexiones muy profundas. En su paso por Paraná hace unos años brindó conceptos muy importantes sobre la figura del “crack” y la importancia del compañerismo dentro del equipo.

“La etapa de formación de un crack, cuando tiene entre 16 y 20 años, es difícil. A Luchita (Aymar) quizás se le hizo difícil, entre comillas, al principio. Quizás no sé, habría que preguntarle a Manu (Ginóbili) o a Messi, pero ya cuando esos jugadores tienen 23, 24 años, todo el equipo dice que porfavor esten bien y que jueguen con nosotros. No solo porque nos hacen ganar sino que nos hacen disfrutar, jugar mejor, son capaces de darnos un pase gol en cualquier momento, son capaces de encestar en el último segundo”.

“Son personas a las que todos quieren escuchar como a Silvio Rodríguez, a un Nano Serrat, y todos quieren escuchar a quienes les gusta el rock a ese rockero que es símbolo en su género, todos quieren que siga pintando esa persona que es un genio en pintura y todos quieren que ese maestro siga con el guardapolvo blanco a los 60 años generando valores de vida. Eso es lindisimo”, manifestó.

“Lo que quieren es que también estas personas habiliten el crecimiento de otros. Creo que a Manu si lo quieren como lo quieren es por que ha habilitado crecimiento en los demás, y a admirado a sus compañeros. Cuando lo escucho hablar a Manu, él admira a sus compañeros y eso es lo lindo de Manu. De Diego, lo mismo, de todos los deportistas. El ve talentos en todos los deportes y se emociona. Messi no le saques a sus compañeros, porque no puede jugar sin ellos porque ellos lo hacen jugar. Eso es lo grande de esos cracks. Por qué son crack, no solo por sus virtudes sino por la mecha que encienden y dan confianzas en los demás”, acotó Cachito.

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