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Profe de Ed. Física y Osteópata

Freddy Cerrudo, el kinesiólogo entrerriano del Estudiantes de La Plata multicampeón

De María Grande, paranaense por adopción, estuvo 7 años en el staff médico del fútbol del Pincha. Ahora prioriza familia y afectos y vuelve a sus pagos. Su profesión ayudó a una gran cantidad de futbolistas de élite a superar lesiones.

Alfredo "Freddy" Cerrudo es profesor de Educación Física, kinesiólogo y osteópata. Tuvo su paso deportivo en el básquet, que se terminó en la etapa donde empezó la facultad, y luego ya se dedicó a pleno a trabajar. Antes de empezar a laburar en el Pincha fue profe en la colonia de vacaciones en la Toma Nueva atendió un kiosco, trabajó en un corralón familiar, fue profe en el Atlético Echagüe Club, en gimnasios, en escuelas primarias y secundarias, fue docente en la Universidad Nacional Arturo Jauretche en Florencio Varela, se desempeñó en clínicas, en consultorios, cuidó gente en domicilios entre otros tantos laburos.

“Cuando terminé la carrera de Educación Física y después la de kinesiología en Villaguay nos fuimos a vivir a Buenos Aires con mi novia que hoy es mi esposa. Fuimos a la Plata donde empecé a laburar de kinesiólogo y de a poco empecé a conocer el ámbito. Un día se me dio la oportunidad de hacer un reemplazo en el club y con el pasar del tiempo me fui afianzando. No fue algo que fui a buscar de entrada, si buscaba trabajo y se me dio entrar a Estudiantes”, contó Freddy.

“Mi intención siempre fue trabajar de kinesiólogo. La idea o la ilusión de estar ligado al deporte siempre estuvo pero nunca imaginé llegar a un equipo de primera y durar tanto tiempo”, sostuvo el paranaense por adopción ya que nació en María Grande.

Freddy se reconoció como futbolero, hincha de River Plate, pero nunca fue de ponerse a analizar el juego, la táctica o estrategia de un equipo. Sí con el paso del tiempo, con los entrenadores y referentes del club, pudo aprender mucho viendo y escuchando.

“Al lado de la cancha siempre aprendí mucho de Eduardo Domínguez, Ricardo Zielinski, Gabriel Milito, Leandro Desabato, de todos tuve la oportunidad de aprender. Ya sea desde las concentraciones o en las previas a los partidos donde Estudiantes siempre tuvo la idea de abrir las puertas a exjugadores o figuras que han pasado por el club. En una de esas oportunidades tuve la suerte de compartir con Alejandro Sabella”, recordó el kinesiólogo de 41 años.

Pese a mantener ese vínculo con referentes del fútbol argentino, Cerrudo siempre mantuvo un bajo perfil y nunca quiso ser molestia de nadie pidiendo fotos, recuerdos o autógrafos. “Nunca fue mi intención hacer ese tipo de cosas, siempre me planteé estar acompañando, ser parte de un equipo. Yo me quería abrir de esa posición de hincha porque nunca me gustó, además que soy tímido. Además estando en contacto todos los días con esas personas empezas a crear vínculos y empezas a conocer la parte humana de esos personajes”, mencionó.

ACONSEJAR Y ACOMPAÑAR LA RECUPERACIÓN DEL DEPORTISTA

Freddy es kinesiólogo osteopata. La osteopatía una especialidad “que se aboca a la evaluación y al diagnóstico, y posterior tratamiento, mediante técnicas manuales, observación y palpación. Es uno de los precursores de la idea de que no siempre la lesión está en el mismo lugar donde se genera el síntoma”, resaltó.

En su rol de kinesiólogo, Cerrudo integra un equipo de trabajo que asiste a los deportistas del equipo profesional ante lesiones. “Estamos para acompañar el proceso de recuperación de una persona, en este caso un jugador. Ahí nosotros vemos el éxito, profesionalmente hablando porque para mi los resultados deportivos no me generan nada, eso es de los jugadores”, manifestó.

Ese laburo implica devolverle la oportunidad a esa persona de hacer lo que le gusta, de poder disfrutar con sus seres queridos porque “muchos piensan que son extraterrestres porque desarrollan esa actividad. Pero la verdad es que son personas igual que todos nosotros, si se desenvuelven en un contexto distinto, pero es como cualquier otra persona que quiere estar bien, que quiere laburar, jugar con sus hijos. Por eso interpretar el contexto siempre es importante”.

En los años de servicio en Estudiantes de La Plata, Cerrudo aseguró que nunca sintió presión para acelerar la recuperación de un futbolista. “Por una bajada de línea del cuerpo médico, y de las ideas de la institución, se es muy respetuoso de la persona y de la vida de la persona más allá del fútbol”.

“No es solo perderse un partido porque después siguen varios más, más en estos momentos que se juegan seguidos. A lo mejor por arriesgar un partido te terminás perdiendo una copa entera. Depende mucho también el momento del año, la lesión que sea”, contó.

Con muchos años en la profesión Freddy es contemporaneo a las nuevas metodologías de cuidados del deportista, comportamiento que “confluye en el aumento del rendimiento”, manifestó.

“Mejoras en la alimentación, en el entrenamiento, en la preparación, en el diagnóstico y en el tratamiento, si es que pasa algo. El deporte va en camino siempre a mejorar su fuerza, su velocidad y su resistencia entonces todo esa exigencia representa un riesgo que son las lesiones, lo que hay que evitar. En este sentido es muy importante prevenir”, sostuvo.

Y remarcó: “Se ha modificado mucho en ese aspecto sin embargo la cantidad de lesiones no se ha modificado y no es que ha bajado, se mantiene igual producto de la mayor intensidad que se aplica”. Allí interviene una creencia popular que da a entender que los deportistas profesionales, por su vida dedicada exclusivamente al entrenamiento y práctica respectiva, tiene la facilidad de recuperarse aùn más rápido que un deportista amateur. En ese sentido, Cerrudo enfatizó que “los tiempos biológicos son iguales para todos sin importar la actividad”

“El tiempo biológico es el tiempo que le toma al cuerpo recuperarse o cerrar una cicatriz, por ejemplo. Uno mediante los tratamientos puede intentar mejorar por ejemplo en el caso de un desgarro que esa cicatriz que se genere tenga mejores condiciones a posterior”, remarcó.

“Hay personas que tienen cierta tendencia a recuperarse más rápido y otros más lentos, pero así y todo no va de la mano del alto rendimiento. Claro está que un deportista profesional está abocado a eso entonces aplica diariamente las actividades para la recuperación. Quizás otra persona que no es deportista, además de eso, tiene que ir a laburar, tiene que ir a la escuela, tiene que llevar a los chicos y hacer muchas actividades. Entonces, eso sí modifica lo que se haga por eso si puede demorar la recuperación de la lesión”, señaló el paranaense.

APOYO NECESARIO E INCONDICIONAL

“Mi familia es lo más maravilloso que hay. Mi mujer que está conmigo hace 20 años, hemos compartido más de la mitad de nuestras vida y madre de mis hijos Sabino y Doménica. Cada vez que me doy vuelta y veo a mi familia toco el cielo con las manos”, señaló Freddy.

“También son de fierro los que están en Paraná como mi vieja y mis hermanos. Y mi viejo que hoy no está. Mis padres son los que nos formaron y nos invitaron al trabajo, al estudio, al compromiso y la responsabilidad, de ahí cualquier cosa para arriba”, destacó.

“Tuve una infancia feliz, con las carencias propias de los momentos más difíciles que atravesamos con mi familia. Pero estoy orgulloso de la persona que soy hoy y seguro que volvería a hacer todo lo que he hecho hasta ahora”, recordó.

Tras varios años radicado en la Plata, de los cuales 7 años fueron trabajando con el plantel de especialistas en el Club Atlético Estudiantes, Freddy y su familia decidieron volver a radicarse a Paraná.

El regreso a la capital entrerriana se da por una conjugación de cosas, sobre todo el deseo de Freddy y Anabella de que sus hijos vivan más cerca de sus familiares y seres queridos. “Estuvimos mucho tiempo fuera de Paraná, los chicos empezaron a crecer y nos pareció importante acercarnos otra vez a la familia para que ellos compartan y pasen más tiempo con la familia. El calendario del fútbol hace muy difícil venir más tiempo y nos hacía estar atados a eso. Entonces decidimos cortar un poco eso y radicarnos acá para hacer lo que hice en La Plata”, contó.

VÍNCULOS CON REFERENTES

Desde 2023 Eduardo Domignuez se hizo cargo del primer equipo de fútbol y conquistó la Copa Argentina 2023, la Copa de la Liga 2024 y el Trofeo de Campeones 2024. Títulos de los cuales Cerrudo fue parte. “Domínguez es un sujeto extraordinario. Tiene facilidad para interpretar los contextos, los lugares, los momentos y entonces eso hace que el manejo del grupo, desde mi perspectiva, sea más llevadero en el día a día”, contó.

Otro fue Enzo Pérez, que volvió a Estudiantes donde es muy querido por los hinchas del Pincha, y tuvo una gran relación con el paranaense. “Como hincha de River nunca imaginé tener la posibilidad de compartir momentos con él. En un partido entre River y Estudiantes pude ver como lo ovacionaban de los dos lados. Es una figura extraordinaria”.

Quien lo ayudó a insertarse a la institución de La Plata fue uno de los máximos referentes actuales de la institución como lo es Mariano Andújar. “Él me dio las oportunidades de trabajar ahí, me abrió las puertas. Una gran persona con la que generé una relación fuera del deporte. Es un líder nato, jugador de selección y que ha estado en la élite mundial del fútbol”.

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