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Pablo y Lorena Carussi

Hermanos unidos por la pasión del atletismo

Los fondistas mantienen como un estilo de vida el deporte que los tiene como referentes locales hace más de 30 años. Repasaron su historia junto al pedestrismo, las experiencias y su presente enseñando y tratando de difundir la actividad.

Los paranaenses son unos apasionados del atletismo, deporte que cobijaron hace más de 30 años y hoy es su forma de vida pese a no practicarlo para competir. “Es nuestro estilo de vida, no estamos a nivel de competencia pero seguimos entrenando todos los días, yendo a las carreras y ahora nos enganchamos en duatlón. Todo con la excusa de seguir en movimiento, no para correr al alto nivel”, sostuvo Lorena que inició motivada por su hermano Pablo cuando tenía 15 años. Hoy está en el proceso de inculcar la disciplina a su hijo Pedro.

El primero que dio el paso fue Pablo a los 17 años tras un paso frustrado por el fútbol. “Mi hermano Sergio me había llevado a probar a Patronato, me encanta el fútbol ya no tanto con la pasión de antes pero igual. Estuve dos años y no jugué nunca fue la etapa deportiva más dura”, recordó.

“Me gustaba jugar adelante. Con el tiempo pase a Belgrano, jugué varios partidos en 5ta y 6ta. Aprendí bastante, pero cuando sos limitado deportivamente. Aprendí por la constancia que tenía de no faltar nunca, tenía en mente llegar a primera alguna vez. Eso me fue desgastando del fútbol, de ganarse el puesto de ir a un partido que no te pongan y volver sin jugar”, sostuvo Pablo.

Tras su paso por el fútbol va hacia el atletismo donde percibió uno de los aspectos más importantes del deporte. “Es un deporte que depende de uno mismo y yo sentí una libertad. Depende de lo que hagas, cómo te cuides y la dedicación. No depende si hay uno mejor al lado o el ambiente que te rodea, depende del esfuerzo y constancia porque sí o sí vas a llegar. Algunos llegan lejos por las condiciones propias, se puede llegar alto”, remarcó.

MANTENER UNA POLÍTICA DEPORTIVA

Pese a tener grandes referentes a nivel nacional, entre ellos algunos entrerrianos, en el atletismo no se han aprovechado esos momentos de explosión para mantener una política deportiva que acompañe a los atletas amateur. Ese inconveniente es ejemplificado con la deserción de atletas jóvenes que dejan la actividad en el momento que empiezan su etapa universitaria o laboral para subsistir.

“Pasan los años y Argentina no tiene una política deportiva que perdure de un gobierno al otro. Son gestiones que a veces las hacen bien, otras un poquito mejor, pero no se definen políticas deportivas para que el deportista se pueda dedicar y diga el día de mañana me aseguro el futuro”, aseguró el profesor de Educación Física.

Y puso como ejemplo al paranaenses Julián Molina que “busca competir en los Juegos Olímpicos y no sabe de qué va a vivir el día de mañana. O Claudia Camargo que hizo marca mínima para los Juegos Olímpicos, se le terminó la carrera y se quedó sin nada. A los nuevos surgimientos no tenes nada para mostrarle, le decís dedicate al atletismo pero después qué”.

Asimismo, reconoció que “hay gente que han dado mucho, hay atletas de gran nivel de la provincia como Federico Bruno y Molina. Nosotros estamos lejos de eso, estos atletas hay que valorarlos ahora porque no se cuanto tiempo va a pasar hasta que tengamos otros dos atletas. 20 años después nos estamos dando cuenta lo que fue Antonio Silio, ojalá no pase lo mismo con ellos, se merecen el apoyo”

“Lo de Antonio fue un caso único, de elegido. Hoy Molina se está acercando mucho a eso, en 5 mil metros está a segundos, en 10m metros no a mucho. Todavía tiene tiempo de hacer grandes marcas”, aseguró Pablo.

LA IMPORTANCIA DEL ENTRENADOR

“El entrenador es todo, te apoya, te conoce, está siempre además de la familia que sin su apoyo no llegas a ningún lado”, destacó Pablo sobre la figura del entrenador. Él cumple ese rol hace varios años en la Escuela Municipal de Deportes de Paraná y ahora como entrenador de su sobrino Pedro.

“Además es todo un combo el resultado del avance. No se puede decir solo que las zapatillas o la alimentación, es todo. Se aprendió mucho en cuanto a entrenamiento con buenos entrenadores de mucho conocimiento, con la informática se avanzó mucho. Antes era con el librito y ahora hay comunicación con los mejores entrenadores y corredores del mundo”, acotó el paranaense.

Al ser un deporte individual, el atleta siempre compite “contra uno mismo, contra el reloj. Con ese pensamiento hemos largado más tranquilo y nos ha ido bien”, manifestó Pablo. “A nosotros nos llevó muchos años de entrenamiento para poder llegar a cierto nivel”, remarcó Lorena.

“En el atletismo no hay algo lúdico cómo puede haber en otro deporte pero te va fanatizando. Decís llegué hasta acá y puedo hacer un poquito más. Eso me pasó en la Maratón de Reyes en Concordia que fue mi segunda carrera con 15 años. Veía las punteras que me sacaban 20 minutos y decía algún día quiero estar ahí entre los primeros puestos. Estuve en los primeros puestos y con buenas marcas. Estar entre las primeras 3 en Concordia era lo máximo y llegué”, destacó la deportista de 44 años.

“Eso me llevó 20 años de entrenamiento, disciplina, cuidado en la alimentación, buen descanso y acompañamiento de los seres queridos”, añadió.

“Nosotros tenemos las condiciones, pero somos muy lentos en evolucionar, en agarrar el efecto del entrenamiento. Hay otros chicos, Julian Molina por ejemplo que de un día para el otro mostraron su talento”, manifestó Pablo quien además se calificó como un deportista que aprendió a ser metódico y respetuoso de su cuerpo a la hora de prepararse para competir.

“En un maratón uno sale para el tiempo que entrenó, ahí no existe prenderse con otro, porque si salís de tu ritmo en algún momento de la carrera lo pagás. Tenés que salir a correr con el reloj, según los entrenamientos donde te fueron diciendo para qué marca buscas. Si no respetas eso es muy probable que fracases en el maratón y no hagas la marca por la que trabajaste”, señaló.

Enfatizó en mantener un orden y disciplina a la hora de la preparación, una cualidad que adquirió con los años como correr parejo. “He visto que otros atletas que en distancia corta han ido bien y en maratón no han hecho marcas que deberían haber hecho porque son ansiosos o no han cumplido con el entrenamiento paso a paso, no han respetado o se han largado a competir antes de llegar al objetivo principal de 42k”.

En su extensa experiencia, ambos guardan las competencias que lo marcaron. En el caso de Pablo la maratón por los 90 años de El Diario en 2004 y la maratón de Buenos Aires 2000 (en ese momento Maratón Adidas) y 2007. “En los 42K por el resultado y el rendimiento. En el 2000 hice 2 horas y 28 minutos, lo que me permitió meterme entre los cinco primeros del ranking a nivel nacional en ese año. Eso fue fruto de la constancia, lo metódico y lo respetuoso de mi cuerpo y capacidad”, aseguró el atleta de 48 años.

Por su parte Lorena destacó la Maratón de Reyes donde cosechó buenos resultados pero además se complace por haber representado al país. “La competencia que más me marcó fue el Sudamericano de Asunción 2009, fue lo más. Estar con la Selección nunca me lo voy a olvidar”.

EL PRESENTE

Ambos deportistas se han retirado de la actividad plena del pedestrismo pero la costumbre de años los hace mantener ligado al deporte de una u otra forma. Por su parte Lorena lo utiliza como una forma de vida para mantenerse en el ambiente.

“Uno no se puede alejar, es una familia más, la excusa siempre es preparar algo para estar en movimiento. Además acompaño a mi hijo que está incursionando en el atletismo. Pienso que volcar nuestro conocimiento a los más chicos es muy importante porque ellos también necesitan que los acompañemos”, sostuvo.

Por su parte Pablo se ha volcado al ciclismo debido a sus reiteradas operaciones de rodillas que lo han obligado a dejar de correr. “En parte esto me sirve para decirle a los chicos que se cuiden, que den un descanso al cuerpo periódicamente, que no hagan tantos kilómetros sin descansar para que no lleguen a mi edad y no puedan correr más”, señaló el maratonista

“Una vez Oscar Amaya me dejó un lindo mensaje, le pregunté qué corregiría de su carrera deportiva y me dijo que se tomaría un año de descanso cada dos o tres años para darle descanso al cuerpo. Es fundamental,porque correr todos los días y tantos kilómetros de alguna forma se paga. Todos los deportes tienen pros y contra, en el atletismo excederse mucho con los años te lo cobra”, reconoció sobre el concepto que le dejó el exatleta venadense.

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