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Lisandro Ruiz Moreno, compromiso con el básquet y la formación de los jóvenes

Capitanea a Echagüe en una nueva temporada de Liga Argentina y también continúa con su proyecto social Sembrando Huellas en los clubes. El deporte, su familia y la ayuda social, promovida por sus estudios universitarios, movilizan su vida.

El básquet es parte de la vida de Lisandro Ruiz Moreno. Con varios años de carrera, Licha se ha convertido en unos de los referentes deportivos a nivel local, rol que también cumple en el plantel de Echagüe que compite en la actual Liga Argentina y acompañar a los más chicos del plantel.

“Hace un tiempo que lo vengo asumiendo y desarrollando. Mi primera temporada de capitán fue en pandemia y me encontré con un rol que no había tenido que era de marcar ciertos caminos, poner algunos puntos en ciertas cuestiones”, manifestó el base-escolta del AEC.

“Me sentí cómodo, pero lo más importante es cómo se siente el otro. No me gusta eso de creerse un rol o ponerse en un personaje y que los otros no lo sientan así. Así no funciona, pero he visto que de ciertas formas de escuchar y decir las cosas el mensaje llega o suceden cosas, como también no. Está bueno y es un rol que me siento cómodo y creo que me sentiría incómodo de no estarlo”, sostuvo.

Este rol le implicó una transición de jugador a referente dentro y fuera de la cancha. “Es todo un proceso porque en los primeros años de jugador profesional uno tiene un tinte de egoísmo, de pensar que se puede salvar solo, que las actuaciones individuales son más importantes, que hay que poner el yo por delante del equipo”.

“Por ahí se confunde eso en los primeros momentos del camino. Igualmente creo que tiene que estar, porque para hacer de un lugar un poco de egoísmo tenés que tener, sino la puerta no se abre del todo. Con el paso del tiempo vas creando y aprendiendo herramientas para que eso no apague ese orgullo propio pero que no sea lo más importante a la hora de competir y formar un equipo”, destacó Lisandro.

Parte de ese crecimiento también se debe a nuevos conceptos o lecturas que adquirió con la carrera universitaria de psicología. “La carrera me pone los pies sobre la tierra. Me ha pasado que hemos jugado un gran partido, contra uno de los mejores, y quieren ir a festejar y les he dicho que yo no iba porque tenía que estudiar porque rendía al lunes siguiente”.

En este sentido, Licha reconoce que el ámbito universitario permite ver las cosas de otra forma. “En el deporte profesional se piensa que las cosas tienen que ser fáciles, que te dan cosas, pero la universidad y el estudio te bajan esa nube. Para mi eso es lo más lindo de estudiar”.

Su incursión universitaria surgió en un momento de su vida donde se sinceró con respecto al tiempo que le queda en actividad y saber qué hacer en el futuro. “Uno tiene que ser consciente y sincero con su recorrido profesional, me podría haber dedicado 100% al básquet y no estudiar. Ahí empecé a preguntar cuántos años me quedaban, cuánto cobraba, si realmente iba a estar salvado una vez que deje de jugar y si realmente quería no haber hecho otra cosa. Son charlas que uno tiene que tener puertas adentro de vez en cuando”.

Y todo lo hace en su ciudad, en Paraná que tanto lo ha visto crecer como persona y deportista. “Estar acá es algo que me encanta y me siento muy feliz. Me divierto y disfruto mucho”.

“Es un privilegio poder desarrollar una carrera profesional en el lugar donde uno se siente cómodo. No es gratis, uno tiene que devolver eso, deportivamente hablando de básquet, es el compromiso que uno tiene, se hace a conciencia. Siempre feliz de quedarme en la ciudad y con mucha pasión”, destacó Ruiz Moreno que a sus 33 años se siente un mini profesionalizado.

“Lo vivo como el minibásquet por esa alegría del día de partido no se me va nunca, el día que se me vaya no juego más. Eso hace que sea más fácil jugar”, reconoció.

PROYECTO SOCIAL

Además de ocupar su tiempo con la familia y entrenamientos, encara un un proyecto social orientado a chicos y chicas en instituciones deportivas. Sembrando Huellas es un programa que apunta a la formación integral de los jóvenes en los clubes y actualmente lo desarrolla en Olimpia.

“Los clubes junto a la escuela son formadores de personas. Los profes hacen un gran trabajo porque además del deporte transmiten valores y muchas otras cuestiones que hacen a la vida de la sociedad. Con esta propuesta los chicos van a hacer algo más que hacer deporte”, contó Licha.

El proyecto fue pensado para aportarles herramientas durante esos momentos que están en el club mediante distintas temáticas que hacen a la formación integral de la persona.

“Hemos hablado de prevención de adicciones, manejo de la frustración, talleres de yoga, lectura, hemos visto documentales, comunicación inclusiva. Muchas cosas que al chico le abre la cabeza”, comentó.

“A los chicos les suelo decir ustedes vienen a practicar un deporte, se van con una técnica y una táctica, pero también se van con esto. Creo que el paso por el club deja algo más y se ven los resultados en el agradecimiento de los profes, en la necesidad que esto ocurra, los chicos se enganchan, escuchan y te cuentan su experiencia”, remarcó Licha

Bajo ese contexto también brinda un espacio para que los chicos cuenten las cosas que le pasaron en el último mes sobre competencia, relación con los demás, la experiencia vivida entre otros aspectos.

“Hay mucho trabajo por hacer, mi idea es recibirme porque quiero brindar más teoría, conocimiento, sustento. Quiero que mi palabra tenga más sustento y respaldo, soy un entusiasta en haberlo llevado a cabo antes de recibirme. Pero éticamente corresponde que yo esté recibido y tenga mejores herramientas. Ese es mi lado del compromiso y obviamente que lo voy a hacer y lo tengo en cuenta todo el día”, manifestó el basquetbolista que también ha llevado su propuesta al club República del Oeste (Santa Fe).

SER PADRE

Leopoldo llegó hace 3 años y cambió por completo la vida de Lisandro. “Es una gran experiencia de vida que te permite dimensionar ciertas cosas”, reconoció el basquetbolista.

“Antes de ser padre perdía un partido y no había mañana, pero ahora llego de perder un partido, está mi nene y me propone jugar con los rasti, te pregunta cosas. Es otra bajada a tierra. Uno tiene esa pausa necesaria para conectarse con otras cosas”.

Desde ese entonces el básquet y su hijo se convirtieron en un sueño hecho realidad de poder compartirlos. “No lo puedo resumir de otra manera. Me encanta cuando va a la cancha, hasta está en modo barra brava y por ahí le cuesta entender que papá trabaja de jugador de básquet”, comentó.

En su vida diaria tiene que conjugar ser padre, deportista y su rol social. Un trabajo que requiere mucho esfuerzo pero que lo hace con pasión. “Lo que uno da vuelve y es importante para sostenerlo”

“De a rato son malabares y cada tanto requiere mucha organización y esfuerzo, no es gratis hacer todo esto. Son muchas las veces que uno llega a las 23 hs, la familia se duerme y uno tiene que agarrar los libros. Y al otro día la alarma suena 7.30 porque hay que entrenar. Requiere de compromiso, de alimentación, de conciencia, de hábito saludable, es un desafío pero en este momento de mi vida es lo que quiero y me hace sentir pleno, y lo voy a continuar”, precisó.

EL MOMENTO DE ECHAGÜE

En octubre el Atlético Echagüe Club comenzó una nueva temporada en la Liga Argentina y propone ser protagonista. “Tuvimos los primeros partidos típico de debut donde vamos más a competir que a ganar, sobre todo en el primer partido, ya en el segundo fue lo contrario donde les dije a los chicos que además de competir tenemos que ganar y no volvernos con la duda de qué tendríamos que haber hecho para ganar. Funcionó y nos fue bien”.

En este nuevo torneo el AEC quiere volver a ser protagonista como lo fue en 2020-21 durante la pandemia.

“Los resultados nos acompañaron, pero cuando se dieron los resultados no podían ir a la cancha. Sería hermoso que se diera ese combo para que la gente pueda ir a la cancha y los resultados acompañen. La ciudad lo necesita y le hace bien. Ojalá perdure y se pueda sostener en el tiempo porque Paraná es una ciudad deportiva, tiene ese acercamiento e identificación tanto con el fútbol y con el básquet”, reconoció

Y ese acompañamiento que menciona se ha visto reflejado en el Butta en los primeros partidos con la presencia de jugadores de inferiores del club de planteles femeninos y masculinos. “Me parece que se tiene que crear otra vez ese ida y vuelta entre las distintas esferas de la sociedad, los clubes, que se acerquen al club a ver básquet. Echagüe es un elemento más de la ciudad y de la sociedad, entonces está bueno que se haga ver, que invite. El AEC es una casa que abre las puertas para mostrar un espectáculo deportivo. Ojalá que perdure en el tiempo”.

SU HERMANO, SU ÍDOLO

“Muchas veces me preguntaban quién es mi idolo y nunca dudé en decir que era él”, sostuvo Licha sobre su hermano Leopoldo, referente entrerriano en el básquet argentino y mundial e integrante de la Selección Argentina.

“No lo digo por la cercanía de sangre, sino por como jugaba al basquet, tenía una forma de jugar, de vivirlo, con un talento y siempre me sentía identificado. Siempre ha sido humilde en su carrera, nunca quiso agrandarse de dónde jugó, siempre fue de perfil bajo”, manifestó Lisandro.

El capitán contó que cuando iba a la casa de su hermano le llamaba la atención una fotografía que tenía encuadrada. “Siempre me preguntaba porque tenía esa foto y claro después entendí qué es la Selección y lo que significaba para él haber llegado”, resaltó.

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