
El futsal femenino sigue creciendo en la ciudad de Paraná a grandes pasos y uno de los equipos referentes es La Salle. El equipo, que actualmente conduce Jonas Jaime, viene de consagrarse campeón en el Torneo Apertura de la Asociación Paranaense de Futsal tras vencer por goleada 5 a 2 a Mariano Moreno. Dos de las referentes, Gisela Llul y Victoria Vuoto analizaron el presente y su historia con la disciplina.
Ya son varios años que La Salle es sinónimo de futsal y grandes logros en torneos locales y nacionales, esto es en parte gracias al sentido de permanencia y la profesionalidad con la que construyen el equipo.
La vigencia del equipo “creo que es por la cantidad de años que hemos pasado juntas, más allá de las incorporaciones en este último tiempo. La base de jugadoras con algunos recambios y del cuerpo técnico se ha mantenido. Yo creo que es lo fundamental para mantener una idea de juego si bien hemos ido cambiando”, señaló Llull la guardameta del equipo.
“El equipo se propone muchos objetivos y sacrificio que lo hace permanecer en lo más alto. Personalmente soy una agradecida del cuerpo técnico que son unos apasionados y nos inculcan ser profesionales, a conciencia, con responsabilidad, disciplina y mantener un comportamiento acorde”, sostuvo Victoria Vuoto.
Tal es el reconocimiento en el ambiente que una de las integrantes del plantel vino desde sur argentino para jugar con el equipo. “Samantha nos conoció de torneos que hemos jugado en el interior. Se hizo fan de La Salle y se contactó con el profe para poder cumplir el sueño de jugar con nosotras. Se vino un mes antes para entrenar y prepararse”, contaron”.
Fuera del futsal, Gisela, de profesión psicopedagoga, trabaja en una escuela y como hobbie realiza diseño y merchandising; mientras que Victoria es arquitecta y trabaja en el IAPV.
Con el correr de los años, las buenas actuaciones, los títulos conseguidos, tanto en femenino como en masculino, le ha generado una gran reputación a La Salle que marca la diferencia. “En parte creo que el fútbol femenino aún está en desarrollo por eso las diferencias entre algunos equipos con más años. Además que no hay inferiores, cosa que recién están promoviendo”, destacó Vuoto.
Para la próximas temporadas, la Asociación Paranaense de Futsal estableció la incorporación de la categoría C20 (que ya sucede en el masculino). Aunque para el torneo venidero en el mes de agosto, los equipo de primera tendrán que presentar la lista de buena fe con 4 jugadoras menores de 20 años y dos que sean titulares, comentaron las jugadoras.
Pese a esa diferencia que marcan y el profesionalismo con el que trabajan día a día, entrenando “más turnos, que días de la semana”, según contó Vuoto, el sostén económico sale de las propias jugadoras, rifas, ventas y publicidades.
“La gente nos pregunta cómo tenemos tantas camisetas, pero las hemos ganado de torneos de verano, salvo los equipos de invierno que es lo que ponemos de nuestro bolsillo. Nosotras le pagamos al cuerpo técnico, las canchas, árbitros y demás sale de un fondo común y sponsors. Y por ahí nos ponemos en campaña para realizar la venta de algo o una rifa”, contó La Grulla Llull, apodo adquirido en su juventud por una compañera en Rowing por la posición de karate conocida con ese nombre.
LOS INICIOS
Ambas jugadoras provienen del ámbito deportivo pero distinto al fútbol. La Grulla comenzó con voley en el Paraná Rowing Club, hizo fútbol 11 en Unión de Santa Fe hasta que una compañera le comentó del futsal.
“Me cansé de viajar a Santa Fe, entrenábamos casi todos los días de la semana y Juli Schenone me dijo un día venite a La Salle que vas a lucirte, te van a llegar más que en fútbol 11, está bueno y es dinámico. Y así fue como terminé jugando”, comentó Llull.
Mientras que Victoria tuvo un recorrido deportivo que incluyó natación, hockey, básquet y también fútbol de once. “Jugaba en UNL de Santa Fe y siempre fui de ver futsal en Paraná, cosa que en Santa Fe no hay y conocí a muchas chicas que me invitaron a jugar”.
Con la experiencia de haber jugado en la modalidad de once, las futbolistas reconocieron que tuvieron que atravesar una adaptación entendiendo las distintas situaciones reglamentarias y diferentes del futsal.
“En particular me costó que me conviertan más, que por ahí son pocos goles pero llegan tantas veces al arco. También los cambios de reglamento como los 5 segundos de posesión del arquero y prácticamente tenemos que sacar rápido”, reconoció la arquera lasallana.
En el caso de Vuoto, al tener la experiencia con el básquet, donde hay ciertas reglas similares, comentó: “Los sistemas, las marcas, las formas de pararse lo tenía incorporado desde mi edad de juvenil y me permitieron adaptarme rápido, si bien la pelota obviamente es distinta, la velocidad de juego, el piso, el calzado y otras cosas son diferentes”.
Fotos: El Pelotazo y Paraná Futsal