
El paranaense consiguió el tricampeonato en el SP 1000 Nueva Generación. Un piloto bien entrerriano que se inició en el karting y la próxima temporada volverá a competir en el TC850 Entrerriano. A base de esfuerzo y perseverancia, Martín es un apasionado de los fierros, tiene su propio taller mecánico y junto con su grupo de amigos ha construido el auto que lo consagró en 3 oportunidades y va por más.
“Lograr tres campeonatos seguidos no es nada fácil. Hay mucho tiempo dedicado, mucho presupuesto invertido, muchas cosas dejadas de lado y sin dejar de trabajar. Esta pasión siempre te hace hacer un montón de cosas a la vez, se busca el tiempo y el lugar para lograr los objetivos, señaló el tricampeón paranaense que el próximo año regresará al renovado TC850.
La divisional que ya lo tuvo como piloto en sus inicios realizó renovaciones hace unos años y se encuentra en otro nivel. “Será todo un desafío contra nuevos rivales, nuevos circuitos. Ahora nos tocará desarrollar este auto que tiene un motor más grande, con más potencia y así poder competir de la mejor manera”, reconoció Aldas.
Martín Aldas se inició deportivamente en el karting y logró el campeonato entrerriano en el 2003. En el afán de seguir escalando en el automovilismo pasó al TC850 entrerriano. Con el Fiat 600 tuvo buenos desempeños con desempeños aceptables y varias carreras ganadas.
“Fueron 6 años que anduvimos bien después me tomé un receso donde me dediqué a mi taller mecánico, hasta que llegó la pandemia y después la invitación a participar del SP 1000. Lautaro Jiménez, hoy presidente del SP 1000 NG, me invitó a armar un auto y arrancar en la categoría que era nueva”, recordó Martín.
“Estábamos en pandemia, no teníamos nada para hacer y no hubo mejor terapia que meternos en lo que nos gusta. Hicimos un auto nuevo desde cero y lo hicimos como se debe. Empezamos en el 2020 y lo pusimos en pista en las últimas 3 carreras del 2021. De hecho terminamos segundo en la primera carrera y resulta que en técnica excluyeron al primero y ganamos”, reconoció el tricampeón paranaense.
Las victorias, los buenos desempeños fueron gran motivación para que Aldas y su equipo, que en su mayoría son amigos que siempre apoyan y dan una mano, hicieron que sigan trabajando. “Es un auto que lo hemos cortado 10 o 15 veces porque siempre estamos experimentando, probando cosas nuevas, el auto siempre anduvo y nunca se cayó por eso hemos logrado todo esto”, remarcó.
El SP 1000 Nueva Generación es una de las categorías nucleada en ASME (Asociación Standard Mejorado Entrerriano), que además incluye al Turismo Standard Mejorado y Fórmula Renault Entrerriana
“Son tres categorías que van todas juntas, siempre al mismo evento, por ahí compartimos también con otras categorías”, comentó Aldas. Las carreras son cada 20 días o un mes, con 10 carreras al año: 9 fechas oficiales y una donde cada piloto invita a otro piloto. En esa fecha especial se hacen dos carreras y los puntos que suma el piloto invitado se le suman al piloto oficial.
“En las tres fechas de invitado que he participado hemos ganado con mi invitado. En la primera con Leo Marín, conocido en el TC850 y en las restantes con el motorista de la máquina, José "Batata" Andrieri”.
Martín reconoció que no tiene un equipo formalmente formado que trabajan diariamente en el auto “sino que tengo un montón de amigos que me ayudan. Tenemos una peña y cuando nos podemos juntar lo hacemos y le metemos mano, pero mientras tanto el que hace todo el trabajo en el auto soy yo y mi hermano que me da una mano en el taller”.
UNA PASIÓN DESDE CHICO
La mecánica, los autos y por su puesto la adrenalina de conducir un auto de carrera se dieron desde muy chico para Martín. Impulsado por su padre Cacho “que siempre estuvo desde el inicio acompañando. Ojalá estuviera ahora para disfrutar de todo esto aunque sé que siempre me acompaña”, destacó el piloto.
Y esa locura por los autos y el ambiente que se genera en su entorno lo hizo hacer ciertas locuras. Como cuando con 5 años se escondió en el piso de la parte trasera del auto de su padre para colarse en la peña semanal en un taller mecánico con los amigos de su papá.
“Todos los viernes hacían una peña en la rectificadora de Osvaldo Niemiz. Sabía que ahí había un auto de carrera y un día me escondí en el auto, creo que era un R12, de mi viejo. Él volvía del trabajo, se bañaba juntaba las cosas e iba a la peña y yo en ese tiempo que se aprontaba me escondí en el auto y me aparecí en la reunión. Me quería matar mi viejo. Ahí arrancó todo”, contó.
Y justamente Osvaldo “Pistola” Niemiz fue uno de los que ayudaron incondicionalmente en la carrera de Martín Aldas. “Trabajamos juntos mucho tiempo, fue quien me impulsó en el karting. Le agradezco por la mano que siempre nos ha dado y por sobre todo por la amistad que tenemos”, manifestó Aldas.
La pasión por los autos también seguirá en la familia Aldas. Juan, uno de sus hijos, “sigue los mismos pasos ahora aprendiendo en el taller y con intenciones de ser piloto”. También está Genaro, “un crack en el básquet”, reconoció.
“Son los herederos. No tengo más que agradecerles. Son mis pilares en todo. Los amo mucho”, sentenció.