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Talleres, su segunda casa

Nadia Carrero hace historia como entrenadora de Primera Masculina

El básquet, su pasión. Se inició como jugadora, pero desde que fue Monitora sintió que era lo suyo. Dejó la Universidad y empezó a estudiar para coach. Es la primera mujer en dirigir 1ra Masculina y se prepara para el Prefederal.

Pasar de ser jugadora a entrenadora es una sensación que Nadia comenzó a sentir hace años. “Fue un cambio que se fue dando, pero hace bastante me sentía más afuera que adentro de la cancha y eso, creo no es normal”, precisó la entrenadora del equipo de primera A del Club Atlético Talleres.

Empezó como monitora en minibasquet masculino de Talleres a pedido de Pata Gómez, histórico entrenador de Talleres. Allí comenzó su trayectoria en la conducción técnica, un “ambiente donde me siento cómoda”.

Incursionar en la conducción técnica es algo que siempre le atrajo yla llevó a dejar de lado la carrera universitaria de Ciencias Económicas. “Empecé a entrenar a los más chicos y dije ya está. Al año dejé la facultad, empecé la carrera de Educación Física pero no me vi de profe y me dediqué a ser entrenadora para lo que también hice el curso”, contó la paranaense.

Fueron varios años de pasar por todas las divisiones del básquet del Rojo: escuelita, mini básquet, formativa, U13, U15, U17. Comenzó en la rama masculina, lugar que le sienta muy bien y también ha estado en las formativas femeninas.

“Las nenas del club me llenan muchísimo y si hoy sigo apostando al básquet femenino es gran parte por ellas. Porque veo y entiendo que es lo que pasa y a dónde quiero llegar y cómo quiero que se sientan ellas cuando sean más grandes. Las quiero proteger de todo lo que pueda llegar a pasar y quiero que siempre estén preparadas para lo que pueda llegar a ser de la vida”, reconoció.

El primer salto lo pegó en 2023 cuando le sorprendió la convocatoria de la subcomisión de básquet del club para que se hiciera cargo del equipo de Primera C de básquet masculino. “Me tocó un grupo re lindo y significó un gran envión” aseguró.

“La verdad esperaba ese llamado en algún momento, pero no tan pronto. Por eso tengo que agradecer a la subcomisión y los socios colaboradores que la verdad nunca dudaron que por ser mujer podría no ser apta al cargo y me eligieron por mi capacidad. Considero que para ocupar tal o cual puesto de trabajo tiene que ser por capacidad y no por género”, señaló.

Ya finalizando el 2023 Carrero hizo historia en el básquet paranaense al convertirse en la primera entrenadora de Talleres en dirigir al equipo de primera división. “Después se dio todo junto por la salida del Flaco Agasse y yo sabía que no era la primera opción para reemplazarlo. Sucede que era la única en condiciones de suplantarlo y más para dirigir en un Pre Federal que se necesita tener el curso de técnico nivel 3 y yo era la única en el club”, manifestó

“En el club se sabía que el Flaco no iba a estar para tal fecha y siempre estuvo la posibilidad de que pongan otro DT y era lógico porque yo no tenía experiencia en la primera A, era un torneo nacional (PreFederal), era contra Echagüe que éramos los dos que estábamos peleando por un lugar en la clasificación. O sea iba a ser el partido más importante de ese torneo y era lógico que se buscara alguien con experiencia. Y una semana antes de eso la subcomisión y el Flaco me eligieron y no lo dudé, me sentía lista, me sentía preparada”, comentó Nadia.

Carrero trata de hacer su propio estilo de entrenadora basado en su experiencia y en observar a otros entrenadores. “No busco perfiles ni por género, sino que me gusta ver cómo juegan los equipos, como los desarrollan y por su forma de trabajo. Después uno tiene que trasladarlo a su equipo, con su estructura y recursos”

“Manuel Anglese (DT de Zárate Basket) es uno que me gusta mucho su forma de trabajar y tuve la suerte de conocerlo. También me he fijado en Mariano Marcos o Silvio Santander”, comentó.

CADA TANTO, VUELVE

Pese a dedicarle la mayor parte del tiempo a la conducción técnica, Nadia cuando puede se hace un tiempo y vuelve a jugar con el equipo femenino de talleres. Si bien hoy está saliendo de una lesión en el hombro siente las ganas “de aportar un par de minutos con las chicas, me gusta jugar”.

“Tengo este lindo problema de decidir dónde se me impone más, dónde yo quiero imponer y es siendo entrenadora. Obviamente siempre Talleres y el básquet femenino cada vez que necesite de mí voy a estar”, aseguró.

El deporte femenino ha dado grandes saltos en la última década y el rol de la mujer cada vez es más importante. Y Nadia ha sido una de las que ha marcado ese camino.

“He tenido alguna que otra incomodidad, pero dentro de todo como ya vengo desde mis inicios en el básquet masculino, he sido respetada. La verdad que en ese sentido estoy agradecida porque tanto propios como rivales me han respetado, tanto jugadores como entrenadores. Sí, por ahí, creo que por ser mujer o tal vez por ser el primer torneo, me tocó pagar un poquito el derecho de piso”, manifestó.

En ese sentido reconoció que su forma de ser, muy pasional, le ha valido malos momentos en ciertas circunstancias de los partidos con la terna arbitral. “He sido echada por protestar ciertas decisiones que por ahí no se mide con la misma vara si es del otro lado”, contó.

Uno de los malos momentos que le tocó pasar como entrenadora fue en un partido de U21 en Concepción del Uruguay donde un entrenador le dijo que la miraba porque era linda. “No tengo porqué soportar esas situaciones en pleno partido y no sé si pasa que un entrenador le diga a otro que está lindo. Me enojé y me puse mal. La verdad que fue una situación que me descolocó porque también el comisionado técnico no hizo nada”.

“Hay circunstancias en la que trato de dejar eso de lado, que quedé ahí porque si me enrosco después termino siendo yo la perjudicada y mis jugadores o jugadoras”, sostuvo.

UN PROCESO CON ACOMPAÑAMIENTO

Desde su infancia cuando empezó con la práctica deportiva el acompañamiento de la familia y los seres queridos siempre estuvo presente. También lo fue durante su etapa de jugadora y cuando decidió dedicarse de lleno a la conducción técnica.

“En su momento no era normal que me dedicara a esto y hoy tengo la oportunidad de vivir del básquet. Y por suerte este proceso lo atravesé con el acompañamiento y apoyo de mi familia. Y también el club Talleres que me dio la oportunidad”, remarcó.

“Sinceramente siento que me ha tocado que se me cierren las puertas, que me frustro o siento cosas negativas, pero luego encuentro el camino para salir adelante. Me pasó el año pasado cuando jugamos el descenso donde suelen haber cuestionamientos que aparecen a base de resultados. Hasta hubo momentos que me he cuestionado si estaba lista para encarar esto, pero tengo las personas de mi cuerpo técnico, mi familia. Por eso en gran parte de lo que he logrado se que es porque tengo este tipo de gente detrás mío”, reflexionó Nadia.

En ese apoyo incondicional diario que destaca en su formación y en su actualidad también está su asistente técnico, Fermín Uranga, un joven con experiencia en el básquet del Rojo.

“Es un motorcito. Lo escuchas cuando habla de basquet y parece que tiene 45 años. Es increíble la cabeza que tiene en la predisposición, trabajamos y pensamos de la misma forma. Haber empezado este camino en primera con él fue mucho más fácil”

“La verdad que confío 100% en él y además de eso hay que aguantarme en los previos, el antes, el después del partido si hay una mala práctica, una buena práctica seguirme el día al día nosotros sabemos que somos fanáticos del Excel y del Drive y hay que también llevar ese día a día. Él por ahí hace que todo sea más fácil y hoy en día es difícil encontrar esa armonía y esa conexión en el trabajo. Yo sé que si mañana, ojalá que no, pero que me echen de un partido y le toca dirigir, como ya ha pasado, yo estoy tranquila”, manifestó.

SUEÑOS POR CUMPLIR

Es un camino que recién comienza donde tendrá tiempo de aprender de aciertos y errores, un camino que ella sabe que tiene que transitar si o si. “Quiero asentarme en primera, ganar experiencia, vivir otros torneos como el Pre Federal este año. Ya han surgido otras ofertas pero por el momento me quedo, creo que voy a saber cuando es el momento de tomar nuevos rumbos”, sostuvo.

Entre sus sueños obviamente se encuentra llegar a la élite del básquet argentino, Liga Nacional sabiendo que será un camino largo. “De a poco, siendo asistente o lo que sea. Soy una agradecida del momento que me tocó, hoy en día me veo siendo entrenadora, sentada en un banco, pero mientras tanto me sigo preparando para el momento que sea el adecuado de pegar el salto”, remarcó la paranaense de 30 años.

Fueron varios años desde que la joven Nadia comenzó como monitora en las inferiores hasta llegar a primera. Sin embargo, ese tiempo ha pasado rápido y ha tenido muchas vivencias. “Soy muy autocrítica y muy autoexigente y me cuesta decirme lo que los demás me dicen. Creo que no tengo nada de qué arrepentirme, porque de todos los errores que he cometido en mi vida siempre he aprendido algo”.

“La verdad me siento orgullosa de lo que he logrado. Las cosas que me han pasado en la vida, que ha sido un proceso totalmente duro, me construyeron la persona que soy”, reconoció.

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