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Paolo Goltz colgó los botines pero se prepara para seguir en el fútbol como DT

Fueron 22 años de una gran carrera. Querido por donde pasó, de perfil bajo, intentó dejar una huella. De Hasenkamp a Huracán. Campeón con Lanús, Boca y América. Retiro en Colón. Fue capitán del Gimnasia de Diego y marcó a Messi y a CR7.

Tras 22 años de entrenamientos, gimnasio, partidos, recuperaciones de lesiones, vacaciones cortas el inicio del 2025 fue distinto. “Para mí fueron unas vacaciones normales, como la que tenía todos los años cuando terminaba el torneo. Después que volví de mis vacaciones y ya todo el mundo empezó a entrenar, los clubes donde yo pasé empezaron a entrenar y ahí es donde me di cuenta que yo no. Ahí empezó a caerme la ficha y me costó, aún me cuesta adaptarme. Igualmente en broma le digo a mis amigos que soy un jubilado y que me inviten a hacer algo”.

“No tener la rutina de levantarme todos los días me costó, sobre todo ir a entrenar por obligación, porque entrenar me encanta y lo hago en vacaciones y lo hago siempre pero no con la obligación de hacerlo”, reconoció.

Al retiro ya lo veía venir desde finales de 2023 pero lo postergó por el descenso de Colón a la segunda división del fútbol argentino. “Cuando comenzó el 2024 dije es el último año. Traté de hacer lo mejor posible, terminarlo de la mejor manera, dije voy a seguir para devolver al club a primera, que hubiese sido la frutilla del postre de una carrera larguísima de 22 años muy linda. Más allá de que no lo terminé como hubiese querido, la verdad que me quedo tranquilo con todo lo que hice y lo que logré”, manifestó Paolo.

Desde que comenzó a planificar su vida fuera de una cancha, el entrerriano reconoció que su cabeza estaba en otro lugar y ahora solo dedica tiempo a la preparación. “Todos los días tengo algo para hacer, porque estoy haciendo cursos, estoy estudiando, estoy mirando partidos. El fútbol es una pasión que por más que no me toque desde adentro, me va a tocar desde afuera”, contó el exfutbolista de 37 años que ya se prepara para ser entrenador.

En sus últimos años de carrera tomó la determinación de radicarse finalmente en su Hasenkamp natal. Desde que volvió a Colón estuvo dos años viviendo en Santa Fe y luego ya se trasladó a Entre Ríos. Su casa, sus afectos, los lugares que visitaba de chico siempre estuvieron presentes en sus dos décadas como futbolista profesional, ya que siempre decidió disfrutar de su tiempo de descanso con sus seres queridos y en su ciudad.

“Pienso que algo fundamental es saber rodearse de gente buena y valiosa. La mayoría de mis vacaciones fueron en el pueblo donde yo tenía mi familia, donde estaba la familia de mi mujer, donde estaban mis hijos. Esas cosas, volver a las raíces, a donde te tratan como uno más a uno lo hace bajar a la realidad y a tener siempre el enfoque y los pies sobre la tierra. A mi me ayudó mucho por momentos”, señaló.

“A lo largo de mi trayectoria traté de evitar las cámaras, las entrevistas o traté de salir lo menos posible porque sé que son necesarias y se que es parte del laburo”, reconoció.

Esa no exposición ante la prensa le valió poder realizar una vida como cualquier otra persona. “Me di cuenta quizás con compañeros, como Carlos Tevez o Pipa Benedetto, son jugadores que cuando íbamos a algún lado ellos no podían estar. Y yo realmente en Buenos Aires he ido al shopping u otros lugares, en Santa Fe igual. Y ellos no tenían la posibilidad, no podían salir a la calle. Eso de mantener un perfil dentro de todo bajo está bueno”.

LA RELACIÓN CON EL DIEGO

Durante su carrera Paolo tuvo la oportunidad de jugar en grandes equipos y además se dio el lujo de compartir el fútbol con Diego Armando Maradona. Ambas como entrenador en la Selección Argentina y en Gimnasia y Esgrima de La Plata.

Su primer encuentro fue en la selección en la previa del Mundial Sudáfrica 2010. “En ese entonces estando en Huracán estaba negociando para ir a Lanús y también me quería Boca, que por diferentes motivos no se dio ahí y en eso me cita el Diego para el último amistoso en Cutral Có ante Haití”, contó el exdefensor.

Y fue en ese contexto, con charla de por medio, que Goltz conoció la mejor faceta del astro argentino y su capacidad para ver y entender el fútbol.

“En el segundo entrenamiento en Ezeiza, en un momento Diego me llama para hablar de fútbol, de distintas cosas como lo que quería para ese partido y sacó de recuerdo una jugada que había pasado un mes antes un partido Huracán-Argentinos Juniors. Me empezó a hablar de una jugada puntual de ese partido y ahí en ese momento ya abrí los ojos yo como diciendo me estuvo mirando, aparte se acuerda de una jugada que pasó ya hace un mes. La verdad que me llamó la atención que sea tan detallista y que me haya estado mirando. A partir de ahí se creó un vínculo, recordó Paolo.

Y luego Maradona asumió el mando de la conducción técnica del Lobo Platense y lo llamó para que sea parte de su plantel. “En Boca no venía jugando mucho, y más allá que siempre seduce estar en un equipo grande y me sentía querido, mi idea era sumar minutos. Había otros equipos interesados pero el llamado del Diego fue determinante y ni lo dudé”.

El aprecio de Maradona a Goltz como persona y como jugador era tan grande que al arribar a Gimnasia fue el capitán del equipo. “Mi llegada se había dilatado porque justo cambió la comisión directiva de Boca y se hizo complicado mi pase. Estaba por empezar el campeonato y me dejaron ir un día antes del primer partido. Llegué ese día previo al debut, fui a entrenar empecé con los suplentes, me pasó a los titulares y al otro día fui titular y capitán. Esas son las cosas que hacía Diego”, manifestó el entrerriano.

DOS DÉCADAS COMO FUTBOLISTA

Se formó deportivamente en el club Atlético Hasenkamp luego comenzó su preparación de cara al profesionalismo en las inferiores de Huracán y con 17 años debutó en primera división. Luego su carrera lo llevó a vestir las camisetas de Lanús donde fue el capitán del campeón de la Copa Sudamericana 2013, América (México) donde conquistó títulos locales e internacionales, Boca Juniors, Gimnasia y Esgrima de La Plata y Colón de Santa Fe con quien conquistó la Copa de la Liga 2021.

“Cuando uno está en actividad por ahí no se da cuenta de todo el recorrido que hizo. Siempre quería un poco más y siempre estás buscando eso entonces ahí como que uno pierde la noción de todo lo que atravesó. O no se da el tiempo de disfrutar esos detalles y detenerse un segundo para fijarse hasta dónde llegó”, sostuvo.

“En este tiempo que llevo de retiro si he pensado un poco más tranquilo y con más claridad. Y la verdad que siento un orgullo enorme. Tal vez podría haber hecho o conseguido un poco más pero me quedo tranquilo con lo que hice, estoy super orgulloso porque además di el máximo siempre”, valoró.

En el fútbol argentino tuvo la fortuna de jugar en uno de los grandes, Boca Juniors y en México en el América. “Son dos cosas gigantes. América es igual a Boca, lo que pasa es que Boca es más mundial, la gente de Argentina es más pasional. América también es muy conocido, pero el mexicano no es tan pasional con el fútbol como es el argentino entonces me parece que esas son diferencias. Boca hace que te conozcan mundialmente porque vas a Europa y Boca es Boca”, manifestó.

El destino futbolístico también lo llevó a enfrentarse a los mejores jugadores del fútbol actual: Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.

El enfrentamiento ante la Pulga fue en el amistoso por la copa Joan Gamper entre Barcelona y Boca en 2018. “Pude haberlo enfrentado con el América de México en dos Mundiales de Clubes”, contó.

Años antes enfrentó a CR7 en la semifinal del Mundial de Clubes 2016 vistiendo la camiseta del América. “Nosotros lo habíamos marcado muy bien, estábamos un buen momento como equipo que veníamos de 13 partidos invictos. Y nos ganaron con goles de Benzema y Cristiano que nos ganó en velocidad y no perdonó. Eso es lo que tienen este tipo de jugadores. Vos tenés que estar los 95 minutos atentos y en cuanto le diste una oportunidad te hacen un gol”, comentó

INTENTARLO Y NO QUEDARSE CON LAS GANAS

Recordando sus inicios, Paolo valoró el apoyo y el acompañamiento continuo de sus seres queridos. “Nunca había salido de mi pueblo y con 15 años me tocó irme a vivir solo. Cada semana o cada dos me volvía porque es difícil irse de un pueblo donde tenés todo a ir a que te falte todo. Porque te falta todo, te faltan amigos, te falta la familia y es complicado. Por suerte siempre estuvieron”, manifestó.

“Mi hermano fue uno de los primeros en estar siempre y le tengo que agradecer muchísimo. El primer año que me fui dudé muchas veces en dejar todo y volver, sobre todo porque no jugaba y cada 15 días iba una vez al banco. Y él me decía hacé el esfuerzo, todo lo posible porque si no después te vas a arrepentir”, contó, y reflexionó: “Esas palabras siempre me quedaron. El esfuerzo hay que hacerlo y dar todo de sí. Después si se te da o no bueno, pero te vas a quedar tranquilo que hiciste el esfuerzo”.

“En la carrera del deportista hay más derrotas que triunfos. Messi tiene más derrotas que triunfos, es el más ganador pero seguramente jugó muchos más torneos que no pudo ganar. Cuando comienza un torneo son 20 o 30 los equipos que participan pero solo uno sale campeón”, remarcó

“Entonces es duro, ni hablar de lesiones ni hablar de partidos que significan mucho, de finales perdidas, que me tocó muchísima. Entonces son momentos donde puerta para adentro, la familia siempre está, siempre está para levantar el ánimo para acompañar”.

Del pibe que dejó su pueblo para ir a la gran ciudad (Buenos Aires) en busca de concretar su sueño de ser jugador de fútbol, Goltz reconoció estar contento con lo que hizo.

“Siempre traté de hacer que la gente me conozca por mi persona. Me parece que es lo más importante y lo que siempre va a quedar porque quizás en un mes, quizás en un año los chicos ni se van a acordar quién fue Paolo Goltz o que fue jugador de fútbol o nada. Lo que seas como persona marca mucho”, aseguró.

Esa persona sencilla también es muy bondadosa y cada vez que se lo conoce por una causa solidaria Paolo dice presente. El claro ejemplo es su presencia en cada Partido Solidario por la Fibrosis Quística de la Fundación Alguien Como Yo FQ que encabeza la vialense Fátima Heinze.

“Ella dice que yo le he hecho favores pero la realidad es que ella es la que me está haciendo un favor a mi. Porque al ir a compartir con una persona que está atravesando una situación complicada, en la espera de un trasplante o lo que sea, al que le hace bien es a mi en este caso. Me pasó estando en Huracán que íbamos al Garrahan a visitar a los niños internados y salimos de ahí con otra energía. Para mí eso es lo principal. Siempre hay que tratar de hacer el bien y tratar de ayudar al otro, que en definitiva eso nos ayuda a nosotros mismos”, señaló.

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