Pata es sinónimo de básquet, pasión y compromiso por la formación y enseñanza del deporte de la pelota naranja. Su historia está muy ligada al Club Atlético Talleres, el de su barrio, sin embargo su carrera lo ha llevado a conducir las riendas de las categorías formativas, mayores masculinas y femeninas de distintas instituciones de la ciudad de Paraná y en el resto de la provincia. Hoy su presente es en el club Paracao con un gran presente de la primera división femenina.
“La pasión es lo que me llevó a decidirme por esta profesión y estar toda mi vida dentro de una cancha de básquet. En los inicios fui jugador y monitor, cosa que empecé a sentir desde chico”, destacó Gómez quien además es docente jubilado de educación física.
Su compromiso con la formación de deportistas le ha valido el reconocimiento de todo su entorno y del deporte en general. También sus buenas performance en Rocamora, Paracao y Talleres lo han convertido en un referente del básquet femenino. “Nunca me sentí como un referente porque arranqué en Talleres dirigiendo masculino y después se dio el femenino. Por suerte se han dado logros por el grupo de trabajo que he tenido”.
El liderar, armar equipos, pensar cómo jugar influyeron para tomar esa decisión a tan corta edad. “Cuando jugaba siempre estaba pensando todo lo que tenía que hacer, entonces por ahí me iba de lo que tenía que hacer yo como jugador y estaba pensando en lo que tenía que hacer el pívot, que nos habíamos equivocado en tal sistema. Entonces estaba por ahí corrigiendo mucho y no me ayudaba a mí como jugador. En un momento dije que tenía que estar del otro lado donde creí que era más importante”, contó.
Comparando el niño que empezó siendo monitor al hoy entrenador más que perfeccionado, destacó: “Soy mucho mejor entrenador de lo que era antes. Mi carácter muchas veces me jugó en contra porque siempre fui muy expresivo, muy temperamental. En el pasado me equivocaba en muchas ocasiones y ahora creo que estoy mucho más reflexivo en algunas cuestiones”.
Esos aspectos lo trabaja continuamente, hace unos años lo hizo con un psicólogo deportivo, luego con coach deportivos en pos de mejorar y brindar un trabajo más profesional. “Antes no controlaba la injusticia y cuando veía que algo no era muy justo, por ejemplo el arbitraje, me le iba encima. Esas cosas hoy las he mejorado”.
Su personalidad, la forma de transmitir y enseñar el básquet lo ha convertido en una persona muy querida por sus deportistas y el ambiente basquetbolístico. Esto es fruto de ser una persona apasionada de lo que hace que “siempre da todo y trata de transmitirlo sea en el lugar que esté. Sea el club que sea me pongo la camiseta y doy todo”.
“Siempre me gustó dar lo máximo e hice lo mejor que pude. Con esfuerzo tratando de encontrar mi mejor versión como entrenador en todo lo que me he propuesto. Me gusta mucho la enseñanza, que es a lo que siempre estuve ligado y lo sigo haciendo en mini básquet, en las mayores”, manifestó Gómez.
Y reconoció: “Está bueno que con el tiempo te encuentres con jugadores y se acuerden de tales situaciones o que digan me enseñaste a tirar al aro”.
Y a otros tantos a los que le he dado la oportunidad de iniciarse como entrenadores haciendo de monitor. “La verdad es que me emociono cuando escucho por ahí que he servido para que den los primeros pasos Siempre fui abierto en ese sentido. Cuando me los cruzo en algún lugar y me agradece es como lograr un título”.
Son más de 35 años ligados al rol de entrenador donde siempre trabajó para estar un escalón más arriba y aún continúa en ese camino del progreso. “Sigo pensando en algún momento tener mi lugar en la Selección Argentina; sueño con llegar con Paracao a la Liga Nacional, que es complicado por lo económico pero deportivamente ya tenemos una base”, aseguró.
Sobre su futuro, Cristian no dudó en desear un cierre de carrera en el club de sus amores. “Si me dan a elegir me gustaría terminar en Talleres de alguna manera porque es mi club”.
LOS REFERENTES
Los comienzos como entrenador fueron marcados viendo, y admirando, al equipo de Quique de la década de los ‘80. “Iba a verlo siempre que dirigía Roberto Salazar, que me gustaba cómo conducía, además que ese equipo me maravillaba”
Si bien Quique era el clásico barrial, Pata reconoció que en esa época Talleres estaba en la B y solía ir a ver partidos de la A en los recordados partidos de Echagüe de Aníbal Sánchez o Indú. “Era como ir a ver la Liga nacional”.
“Después obviamente que de grande me gustó Magnano, Lamas, Santander. Traté de tomar algo de ellos. Son entrenadores de otro nivel y con una personalidad y también con una experiencia que pasa a lo normal”, sostuvo.
Y contó detalles de su formación como entrenador. “Hoy son obligatorias las reválidas, pero nosotros teníamos que sacar información de donde pudiésemos. Intentábamos conseguir los VHS para ver un partido de NBA porque no los pasaban, eran todos libros, con un grupo de entrenadores de acá íbamos a clínicas en Buenos Aires. El básquet constantemente evoluciona y uno tiene que tratar de seguir evolucionando con el deporte mismo, si no se queda un paso atrás”.
Pata forma parte de una gran camada de paranaenses que se han dedicado a la conducción técnica en el básquet. “El básquet local tiene una gran historia, como el nacimiento de la Liga con Echagüe, que hace que tengamos tantos entrenadores. Muchos y de gran nivel, con algunos que han llegado al alto nivel. Eso también se ve reflejado en los torneos locales, en las formativas y a nivel nacional, en el nivel de los jugadores”, sostuvo.
“Y ahora se han cortado los Argentinos, pero Entre Ríos siempre estuvo entre los cuatros mejores, tanto en masculino como en femenino”.
PARACAO, EN CRECIMIENTO
Cristian tiene en la actualidad a su cargo la primera división del básquet femenino del Club Paracao, en el sur de la ciudad de Paraná. Con un trabajo desde inferiores a mayores, y hecho muy a conciencia ha logrado en los últimos varios títulos que refuerzan el proyecto encarado desde hace unos años.
“En el 2022 se concretó el proyecto del club de tener una primera en el básquet femenino a modo de continuar con ese desarrollo que traían ya que solo había hasta U17. Cuando me lo propusieron me gustó la idea, vi que venía una buena camada, que se podía hacer un buen trabajo, en una buena institución y hemos tenido suerte con estos logros que por supuesto ayudan y mucho”, destacó quien también tuvo a su cargo hasta 2017 el primer equipo de Rocamora que jugó la Liga Nacional femenina.
“La idea año a año es ir creciendo. En el 2022 no pudimos jugar el Federal pero no pudimos y al año siguiente logramos el PreFederal. Este año estamos trabajando para disputar el Federal que es como una primera, algo histórico para el club”.
“Siempre digo que por ahí los logros son sumamente importantes, porque motivan, ayudan y empujan. Aunque también hay que estar acostumbrados a que no se gana siempre. El que gana es el mejor y cuando perdés sos el peor. Y en Paracao de 6 juegos ganamos 5 y yo les decía a las chicas que nos va a tocar perder en algún torneo y eso nos tiene que servir para seguir creciendo y nos va a motivar a tratar de ser lo mejor que podamos”, valoró.
Ese crecimiento también se fortalece en las competencias, en el roce con equipos de mayor jerarquía. En ese sentido, Gómez fue crítico y reconoció que es muy importante revalorizar la liga y recuperar el Dos Orillas con la ciudad de Santa Fe.
“Hay que rever el torneo porque somos tres equipos actualmente, en el 2022 éramos siete. Considero que hay que analizar la situación y tener autocrítica desde todos los sectores, yo siempre digo que están los dirigentes, están las jugadoras, pero las jugadoras son las menos implicadas en este caso. Quieren jugar y hemos tenido 50 días sin jugar y solo entrenábamos”, manifestó.
“El Dos Orillas con Santa Fe era muy bueno porque había cuatro o cinco equipos de Santa Fe y suman. Por ejemplo el año pasado terminamos en un buen nivel porque tuvimos competencia 8 del torneo local, 8 de la liguilla, entonces terminamos jugando en tres meses más de 14 partidos. Y para nosotros es muy importante el ritmo de competencia, si bien uno entrena, el ritmo de competencia uno lo logra jugando formalmente”, aseguró Pata.
EL APODO
Cristian Gómez es muy reconocido en el ambiente de la pelota naranja, aunque muchos lo conocen por Pata. Y la historia de ese apodo viene de amigos de la infancia de su barrio.
“Un chico del barrio me empezó a decir pata de catre, pero la realidad que yo era más de piernas ‘paréntesis’ como se dice, pero no había problema. Eso no me enojaba, como podía pasarle a otra persona, entonces desde ahí quedó Pata y ya es como una marca”.
ESCUELA DE AMIGOS
Además de su profesión docente de educación física y entrenador en distintas instituciones deportivas, Pata Gómez fue uno de los ideadores del proyecto Escuela de Amigos dedicada a la enseñanza de básquet a personas con discapacidad.
“Ya vamos por la décima temporada de la Escuela y la verdad que ha superado todas las expectativas. La iniciamos con Natalia Grinovero, jugadora de Echagüe a quien le transmití esa idea y comenzamos”.
“Son más de 50 personas con discapacidad haciendo básquet”, destacó Pata quien trabajó durante casi 24 años como profe de educación física en la Escuela de Educación Integral Melvin Jones
Hoy la propuesta sigue con el acompañamiento de Marcos Balcar y su hijo Simón en las instalaciones del Club Talleres.
Trabajar a la par con su hijo, que se inició como monitor en Talleres. “Siempre fuimos de compartir mucho con Simón en cuanto al club, el básquet, los viajes. Y además del club yo me sumé al trabajo que empezó en Paracao”, contó.
EL BÁSQUET DE PATRONATO
Gómez también se encuentra trabajando en las formativas del Rojinegro paranaense, en un proyecto que considera en continuo crecimiento.
“Patrón hizo un gran laburo. Yo arranqué en el 2017 con U17-19, después corté un par de años, regresé en 2023”, relató.
“Hay muchos chicos, un buen nivel. Convengamos que es un club de fútbol, entonces, instalar el básquet ahí era muy complicado. Y se ha hecho un gran trabajo y tienen con qué seguir creciendo. Ahora más con la renovación de la cancha con parqué”.