Con la conducción de Santiago “Pipi”Vesco, el Centro Juventud Sionista vuelve a la escena del básquet nacional en la Liga Federal 2024 tras haberse coronado campeón de la Conferencia 3 “Región Dos Orillas” del Torneo Pre Federal.
“El campeonato es un logro más y muy esperado, porque nos habíamos preparado para esto y era uno de nuestros objetivos. Más que contento terminarlo de esta forma”, reconoció Vesco. Asimismo, el entrenador fue sincero y reconoció que está compenetrado en regresar a Sionista a lo más alto del básquet nacional o al menos encaminarlo a lo que fue hace unos años.
“Yo conocí a un Sionista allá arriba, en lo más alto de todo, y cuando vovlví hace dos años encontré a un club que en pleno enero que a las 6 de la tarde no había luces. Ahí me dije que no era lo que había vivido. Estamos lejos de lo que era Sionista en Liga A, pero se puede ir haciendo de a pasos”.
“El Sionista de hoy es parecido al equipo que tenía en Echagüe cuando arranqué. Un grupo espectacular, que le gusta ir a entrenar, que quieren estar todo el tiempo y van siempre por más. Están continuamente buscando motivaciones internas que nos han llevado a realizar un lindo trabajo estos dos últimos años”, destacó el coach.
Pipi es un referente del básquet local y sobre todo de Echagüe y Sionista. “He tenido la suerte de estar en los dos clubes más importantes del básquet de Paraná y hacerlo de buena forma, por lo que se ve o por lo que dice la gente”, sostuvo el entrenador de 53 años.
Las ilusiones se vuelven a renovar con la clasificación, una vez más, a la Liga Federal, asimismo se renueva el objetivo de subir de categoría. "Nos gustaría ascender a la Liga Argentina, por supuesto. Pero nos hemos puesto como objetivo jugar al Federal, pero que sirva de espejo para las inferiores. Hoy tenemos U19 que jugó dos finales en el año, U17 que llegó a la final en zona B, donde logramos tener 17 chicos; una U15 con 15 chicos y para el próximo año vamos a presentar U13. Para nosotros eso sería nuestro mayor logro", manifestó Vesco.
"En Sionista buscamos tener con qué trabajar para llegar a primera. Por eso la primera tiene que ser un espejo. Por eso sumamos a Dani (Hure), para que vean a un referente. También tenemos a Uriel Lejtman, Arik Levin, Dante Rewes, Eran Rosenzvaig, que ojalá y Dios quiera que les llegue el momento alguno para poder saltar a la liga o donde sea y si no, que podamos acompañarlos en el recorrido”, sostuvo.
Además son jugadores “humildes y trabajan continuamente porque saben que el de al lado también quiere su lugar, la competencia es sana y muy grande. Cada día te exigen más, este grupo de chicos tiene unas ganas bárbaras, querían este torneo y lo consiguieron. Eso nos hace estar enfocados en lo que queremos e intentar hacer jugar al equipo de buena forma, más allá de los nombres importantes o no tan importantes que tengamos”, valoró.
Esa metodología que comenzó a implementar desde su regreso a Sioni, para reposicionarlo a nivel nacional, es parte del proceso de mejoramiento para con los jugadores y para con él mismo. Al respecto sostuvo: "Siempre se puede mejorar, todos los días y en todos los aspectos. Antes vos llegabas con el entrenador y era muy difícil de llegarle al entrenador o plantearle alguna cuestión. Hoy, como entrenador tenemos que escuchar las opiniones de tus jugadores".
"Hoy ponés un micrófono en el banco, en medio de un partido, y puede estar hablando un jugador dando su visión de lo que está pasando adentro y tenemos que aceptarla porque son ellos los que están jugando y eso nos nutre a nosotros de cosas que por ahí la locura del partido no permite que lo veamos. Todos vamos creciendo y todos de la mano".
El actual plantel, campeón del Pre Federal se caracteriza por tener mayoría de jugadores menores de 25 años, un detalle del cual Pipi Vesco continúa aprendiendo. “Cuando uno es jugador piensa que sabe un montón de cosas y que puede hacerlas del otro lado. Pero cuando estás en el otro lado, de entrenador, te encontrás que el mundo es totalmente diferente”, señaló.
“Ya no piensa por uno solo, sino que tiene que pensar por doce o por quince, que tenemos que darles herramientas a los chicos para que puedan utilizarla y ellos sean los que puedan resolver situaciones, nosotros ayudarlos desde afuera, ayudarlos en toda la semana o en todo el proceso de trabajo y el día del juego, darle la pelota a ellos y que ellos resuelvan”.
Y reconoció: “Cuando llegué a Sionista como entrenador, sin experiencia, tuve que dirigir las inferiores y por suerte tuve a dos personas que me estuvieron empujando y ayudando todo el tiempo. Sebastián Svetliza y Maxi Seigorman, dos tipos que pensaron en que podía llegar a ser buen entrenador y me apuntalaron, me enseñaron un montón de cosas que hoy trato de pasarlas a los chicos que están entrenando en las categorías menores”.
VOLVER A LAS FUENTES
En el ambiente basquetbolístico coinciden que la actualidad deportiva no es la mejor por varios factores sociales, económicos y dirigenciales. “Hay cosas que se rompieron. Antes vos sabías que Echagüe jugaba el viernes y te preparabas toda la semana para ir a la cancha. Hoy nadie sabe cuando juega. Y ahora pasan 15-20 días sin jugar y cuando vuelven juegan 3 o 4 partidos seguidos y tenés que elegir. La situación no está para gastar tanta plata en un evento”.
“Cuando dirigí a Olimpia en el Federal era lo más parecido a la liga vieja. Que se jugaba viernes y podía llegar a tener un partido un domingo entonces uno ya conocía cuándo eran los partidos. Pero desde la pandemia, que se tomó la fixturación de NBA, como le digo yo, porque se empezó a jugar cualquier día. Ahí perdimos identidad”, señaló.
“Creo que hay que ordenar las cosas de acuerdo a lo que nosotros necesitamos y de la forma de vida nuestra. Además hay que buscar la identificación con los clubes locales”, acotó Vesco.
SUEÑOS POR CUMPLIR
Tras casi 50 años ligados al básquet, Santiago considera que los sueños aún no se terminan y sigue apostando a más. “En lo deportivo sueño con ser cada día un poco mejor y ayudar a los que tengo al lado”, aseguró. Y sostuvo: “Después de eso continuar construyendo una gran familia, que lo vengo haciendo y que cada día me dan más alegrías”.
Su vida estuvo siempre ligada al básquet desde las formativas hasta llegar a primera y hace 13 años desde la conducción técnica. Un camino que no ha sido sencillo y más en este contexto social. “Las cosas no están como para solamente vivir del básquet. Uno eligió esto cuando era chiquito, así que uno tiene la convicción de lo que eligió y saber que a esto hay que ponerle tiempo, que lleva mucho tiempo”
Y durante ese tiempo tuvo el privilegio de compartir equipo con grandes jugadores de los ‘80 y ‘90. “Fueron muchos pero no puedo dejar de nombrar a Anibal Sanchez, Charles Parker, Sebastián Uranga. Y entre los extranjeros Todd Williams, Glenn Sudhop, Dennis Still. Con estos dos era dársela a uno para que tire y el otro agarraba el rebote. Muy talentosos y humildes”.