La temporada 2021-22 de aguas abiertas en la costa paranaense tiene fechas confirmadas con tres competencias: Villa Urquiza-Paraná, maratón del Thompson y una nueva competencia destinada a aficionados y jóvenes. De toda esta diagramación se encarga el ex nadador paranaense Andrés Solioz que cuenta con “muchas ganas de trabajar y organizar las competencias de aguas abiertas”.
Si bien durante este 2021 hubo actividad acuática en las principales competencias, para esta temporada que se avecina Solioz, junto a Alberto Zampallo y el equipo de la Asociación Barrancas del Paraná, mantienen una gran expectativas de participación con la tercera edición de la Maratón Acuática del Thompson y la 13° edición de la Villa Urquiza - Paraná.
“Por las habilitaciones de momento, y respetando los protocolos vigentes, tuvimos la posibilidad de no suspender las competencias. Este años ya empezamos a diagramar la temporada y decidimos incorporar una competencia nueva,una cortita para seguir dando oportunidades a los que quieren empezar en las aguas abiertas o a los más chiquitos que ya vienen nadando hace un tiempo y puedan hacer esta competencia” sostuvo Solioz que confirmó para el 6 de noviembre esta maratón que será de un kilómetro en la costa de Villa Urquiza.
“La idea es darle la oportunidad a aquellas personas que le gusta la natación, que le gusta el río o que dedica parte de su entrenamiento para cumplir el trayecto que hacen los nadadores profesionales”, destacó Andrés que en parte la idea surge tras la participación de un joven de 12 años en la anterior edición de la Villa Urquiza - Paraná.
“Con la autorización de sus padres, que dijeron que se había preparado y estaba listo para afrontar más de 2 horas y media. Eso fue algo que llamó la atención y el chico nadó muy bien”, contó Solioz con respecto a la participación de Cristian Miguel Garato, de San Javier (Santa Fe).
Asimismo, el ex nadador de aguas abiertas aclaró. “Con esto quiero decir que por ahí no se van a aceptar a menores de 10 años, pero si su entrenador sabe que su nadador está capacitado para poder cumplir con esa distancia y teniendo los recaudos necesarios, por qué no”
La agenda continúa el 11 de diciembre con la maratón del Thompson y el 5 de marzo de 2022 la tradicional Villa Urquiza - Paraná. “Ya hay varios nadadores, de los locales como Blaum o Pilar Geijo y de otros países que están consultando para competir”, reconoció Solioz que sueña con volver a contar con presencias internacionales de renombre como lo fue la última vez en 2013-14.
“Desde que las aguas abiertas ingresaron a los Juegos Olímpicos en Beijing, los nadadores no querían hacer competencias tan largas por eso, en parte, se termina la Hernandarias - Paraná y por el tema de conseguir los fondos en dólares para pagar los premios y solventar los costos”.
“Hace bastante no hay participación internacional pero nos propusimos hacer la competencia y que Paraná siga teniendo esa plaza en las carreras de aguas abiertas. Quizás y ojalá esto en algún momento mejore y se pueda gestionar ante la FINA, ante la CADA para que vuelva a ser lo de antes y vengan extranjeros que venían antes a Hernandarias o Santa Fe”, reconoció Andrés que desde 2009 con su asociación son los encargados de la organización, planificación de las competencias locales y también se ocupan de conseguir sponsor y recursos necesarios.
DE LA PILETA AL RÍO
Antes de las aguas abiertas, Andrés practicaba natación en pileta hasta que en un momento percibió que la velocidad ya no era lo suyo y a fines de la década del ‘90 emprendió el entrenamiento para meterse de lleno al río.
“Se lo planteé en su momento a mi entrenador que era Luis Díaz que tenía ganas de correr la Hernandarias-Paraná. En el 96-97 ya estaba dejando Silvia Dalotto y Diego Degano, en el 97 no corrió ningún entrerriano y en el 98 fue mi primera participación”, contó el hombre que luego tuvo otras 5 participaciones en la vieja competencia en el Paraná.
En esa primera carrera, el paranaense siguió los consejos de Dalotto, la paranaense campeona mundial de aguas abiertas en 1990. “Me sentí muy cómodo, en su momento seguí los consejos que me había dado Silvia, de nadar tranquilo porque en la primera no sabes a lo que te enfrentas entonces era toda una experiencia. Así fueron pasando las horas, me fui sintiendo cómodo y realmente me di cuenta que la pileta era un ciclo cerrado y empecé a encarar en las aguas abiertas”, reconoció Andrés que se retiró de la actividad en 2007, emprendió con la Asociación y encontró en el pedestrismo otra disciplina que lo apasiona.
Así como él cambió de modalidad, también es muy común que los jóvenes nadadores en la etapa preescolar dejan el deporte de lado para enfocarse en los estudios universitarios. En este sentido, Solioz entiende que se debe en parte a las formas de entrenamientos. “El entrenamiento cambió muchísimo al de antes. Nosotros pasamos 2 horas y media nadando en la pileta, que era de contar azulejos y nadar distancias. Hoy quizás el deportista llega a la misma distancia de metros que nosotros hacíamos pero por ahí son trabajos más explosivos, más entretenidos”.
Y esto a la larga lleva a que pocos lleguen al profesionalismo dentro de la natación de aguas abiertas. “Tenemos los casos de Damián Blaum o Pilar Geijo que son los máximos referentes en aguas abiertas en la natación argentina. Ellos actualmente están en competencia, que lamentablemente durante la pandemia lo pasaron como los otros deportistas en otras disciplinas que tuvieron un año entero sin poder estar en su hábitat. Hicieron trabajos en seco, sobre tierra en sus casa que ahora seguramente en las competencias se notará”.
Con Damián Blaum el ex nadador paranaense mantiene una gran relación de amistad que nació en 1999 en la maratón en Terracina, Italia. Justamente el bonaerense le mandó un saludo a la distancia y le agradeció por la amistad y el apoyo mutuo que se brindan desde entonces.
“Son muchos años, hasta el día de hoy seguimos siendo amigos a la distancia siempre tratamos que venga a Paraná y se sienta cómodo con su familia, tiene un gran aprecio con mi viejo y toda mi familia. Me emociona mucho”, reconoció Andrés.
“Son las cosas más lindas que nos quedan, de hacer amistad y conocer este tipo de gente. Nos hemos peleado cuando estábamos en organización de la Hernandarias - Paraná pero lo más importante es que después del evento seguimos siendo amigos”, contó.
¿MAR O RÍO?
Solioz fue parte del circuito mundial y tuvo la oportunidad de nadar tanto en río como en mar a lo que reconoció que por varias circunstancias el río es su preferido.
"Tuve la suerte de correr la Capri-Nápoles. En el mar, más allá de tener un poco más de flotabilidad por la salinidad del agua, por ahí complican las olas y el tema de la respiración. Por ahí era más complicado porque no podíamos participar de todo el circuito mundial por lo que no nos acostumbrabamos. Pero sucedía que si respirabas hacia la derecha entraba agua, respirabas a la izquierda o para adelante y era lo mismo. Era importante el trabajo físico como psicológico”, sostuvo el experimentado nadador.
Y aseguró: “Acá pasabas por los pueblos, tenías el colorido de la gente y hacía que la cabeza fuera más despejada”.
Luego de muchas maratones a nivel nacional e internacional y años de nadar Andrés Solioz pudo comprender todo el esfuerzo que le dedicó estando arriba de un bote acompañando a distintos nadadores. “En lo personal tomé dimensión de lo que hice cuando estaba arriba de un bote. Porque también tuve la posibilidad de haberlo acompañado a Ema Corsiglia, a Rolando Valdez y quizás esas cosas hicieron comprender todo lo que hizo uno”.
POR LOS CLUBES PARANAENSES
Además de encargarse de la diagramación y planificación de futuras competencias en aguas abiertas, Andrés Solioz destina parte de su tiempo en conocer la actualidad de los clubes de la ciudad de Paraná. Preocupado por la realidad que les toca atravesar luego de la pandemia, el exnadador junto a su esposa visitan las instituciones deportivas con el objetivo de pensar a futuro un proyecto para que salgan adelante
“Uno como deportistas siempre trata de estar al tanto de los clubes. Un día después de correr le comenté a mi señora la idea que tenía de empezar a visitar los clubes para interiorizarse acerca de su situación en la pandemia y cómo están haciendo para salir de esa situación. Me dijo que sí, armamos unas 4-5 preguntas y estamos en esta etapa para recabar información de cómo están los clubes barriales”, contó.
“La idea es trabajar sobre un proyecto que si en el día de mañana quiere trabajar algún organismo bienvenido sea. Sino me quedará para mi para enriquecerme, para nutrirme, para relacionarme. También se puede hacer algo solidario para tratar de ayudar a cubrir las necesidades que tienen”, sostuvo Andrés que ya lleva visitado casi 20 clubes.
“Yo creo que los clubes de barrio y todas las instituciones tienen que volver a lo de antes, ser el lugar de encuentro con amigos, lugar de contención donde nos dejaban nuestros viejos y se iban tranquilos porque sabían que ahí ibas a estar haciendo un deporte sano. Algunos clubes me han dicho gracias por venir, por preocuparte, seguir adelante y es un pequeño motor que me van dando ganas de seguir haciendo estas cosas”, reconoció.
En el 2012 se desempeñó como subsecretario de Deportes de la Municipalidad de Paraná, rol que no le fue fácil, pero intento siempre ayudar al deportista. “Quizás en su momento no tuve esa iniciativa que tuve ahora. Estuve de los dos lados del mostrador, cuando uno está del lado de funcionario y sabe como es la cosa, intenta ayudar al deportista o a las escuelas de deportes. No es fácil ser funcionario, pero sí están las ganas y sabes gestionar. Yo no es que sea un experto, pero al ser nadador dejaba de nadar y salíamos a golpear puertas para conseguir algún sponsor para correr las carreras”, manifestó.