
El exdelantero de Patronato, Colón, Chacarita, entre otros, tuvo una rica trayectoria que lo llevó a tener uno de sus mejores recuerdos futbolísticos: haber enfrentado a Diego Maradona e intercambiado camiseta.
Los orígenes futbolísticos de Victor Müller están ligados a Los Toritos de Chiclana pero ya en inferiores pasó al rojinegro. Esos destinos deportivos lo llevaron a ser querido e idolatrado en Patronato hasta su paso a Colón de Santa Fe, donde debutó profesionalmente. “Patrón y Colón, una pasión con los mismos colores”, reconoció el Diablo.
De cara a la temporada 2023 que tendrá por delante Patronato, con la Primera Nacional y la Libertadores, Müller espera que el equipo “pueda volver a Primera lo antes posible, que es donde tiene que estar porque lo ha demostrado. Y en la Libertadores que tengan una buena actuación”.
En el Sabalero también se ganó el cariño de la gente, donde también fue apodado Carucha. Y en Colón fue donde vivió una de las experiencias más lindas de su carrera cuando enfrentó a Boca Juniors en el regreso al xeneize de Diego Armando Maradona.
“Fue la primera, la única y la mejor anécdota que tengo. No venía siendo titular y en ese arranqué desde el inicio, pude sacarme una foto con Diego en la cancha y después compartimos el antidoping”, recordó en charla con El Pelotazo en ocasión del partido solidario por la Asociación Alguien como Yo FQ.
“Ahí lo esperé como una hora para abrazarlo, saludarlo y además que le pude pedir la camiseta. Lo que me llevo de él es la actitud que tuvo y decirme que me mandaba la camiseta al vestuario siendo yo un 4 de copa que recién arrancaba y él el mejor del mundo. Se me pone la piel de gallina cada vez que lo cuento. Haber tenido ese gesto conmigo fue increíble”.
Y justamente consultado sobre el último gol que gritó mucho fue ante Boca, del cual es hincha, vistiendo la camiseta de Chacarita. “Ganamos 3-2 ese partido y el gol fue el del empate 1-1 al Mono Navarro Montoya”.
Como delantero sufrió las defensas más duras del fútbol argentino en su época donde ubicó a tres de los que más le costó enfrentar: “Oscar Ruggeri, Celso Ayala y Fernando Gamboa. Los tres de atrás te mataban”, dijo.
Por cada institución que pasó dejó una buena imagen y amistades. Pero en Paraná y Santa Fe lo aprecian mucho más. y reconoció: “No se porqué me quieren tanto, creo que el carisma que tiene uno al ser de barrio es lo que te lleva a estar con la gente”.