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Será ayudante de Walter Perazzo

Vuelve a Patronato un hijo de la casa: Iván Furios

El Pelado vuelve al club que lo vio nacer, con el deseo de dar pelea por el ascenso. El exdefensor destacó que es un regreso distinto, cargado de ilusiones. La emoción al recordar a su abuelo Cacho Dubrocca y la anécdota con Maradona.

Para la temporada 2024 de la Primera Nacional, Patronato renueva las ilusiones y encarará una nueva etapa al mando de Walter Perazzo que trae consigo a un conocido rojinegro, Iván Furios. El Pelado, retirado de la actividad profesional en 2020 comenzó ese mismo año a tener otro rol pero desde el banco de suplentes y en la última temporada lo hizo acompañando a Perazzo en Güemes de Santiago del Estero como ayudante de campo.

La última vez que estuvo en Patronato lo hizo como jugador en primera división en la temporada 2017-18 y ahora volverá con el objetivo de realizar lo mejor para aspirar a uno de los ascensos. “Este regreso es distinto porque es con otro rol, con nuevas sensaciones, otros desafíos, pero contento que se pudo dar. Me sorprendió para bien”, reconoció.

Sobre su arribo a la institución luego de un año distinto, cargado de torneos, Furios comentó: “Fue un año difícil en todo sentido, de transición de categoría con competencia internacional, con jugadores que por ahí es difícil mantener el nivel con varios torneos. Además todo el mundo le quería ganar, por eso se le hizo difícil, sumado a los cambios técnicos que a veces sale bien o sale mal. Creo que a Patronato le va a venir bien no tener tantas competencias. El nombre de Walter ha caído bien”.

Y en cierta medida, Iván fue el artífice de la llegada de Walter al Patrón por sus comentarios positivos que le había dicho hace un tiempo estando en Güemes. “Lo cansé hablando de Patronato, de Paraná y en un momento le pregunté si quería dirigirlo y me contó que una vez lo contactaron pero no pasó nada. Y ahora que empezó a sonar el nombre me puse contento”.

“He aprendido mucho de él en este tiempo, de su forma de manejarse en los entrenamientos y en los partidos. Uno cuando es nuevo en este rol tiene otro temperamento distinto al de cuando eras jugador, entonces hay momentos donde tenés que estar tranquilo y de esas cosas aprendo en el día a día con un técnico de mucha experiencia como Walter”, sostuvo.

Sobre Perazzo, el ex defensor destacó: “Por su forma de trabajar le da mucha tranquilidad al jugador, le saca presión en los momento difíciles, es de los que dice que los jugadores grandes tienen que ayudar a los jóvenes y ayudarlos. Tiene muy buen ojo para elegir a los futbolistas. Yo creo que la gente se va a identificar con su forma de juego”.

Si bien el torneo tiene previsto iniciar en febrero, Perazzo comenzó en la segunda semana de diciembre con un plantel de 20 jugadores, en gran parte de los que continúan con contrato, juveniles y jugadores de Liga Paranaense. “Vamos a analizar a cuáles podemos subir , que son a los que le vamos a dar prioridad y a partir de ahí analizamos qué puestos van a ser necesario cubrir”, contó Furios y dejó entrever que podrían ser más de una decena de jugadores a contratar.

“Sabemos que hay muchos jugadores que tienen potencial, hay que ver a cuál se los puede hacer crecer más en lo individual, en lo grupal, en lo colectivo, y a partir de ahí empezar a analizar qué refuerzo se trae”, contó.

Asimismo, Iván reconoció que la llegada de refuerzos estará supeditado a las posibilidades que ofrezca la dirigencia rojinegra en cuanto al presupuesto disponible. “Sin dudas que vamos a apuntar a armar un equipo competitivo. Las negociaciones no son fáciles, es un mercado de pase que el jugador tiene la prioridad de ir afuera y uno lo entiende por la situación económica, entonces todo se va a demorar, todo espera hasta el último momento. Lo ideal sería reforzarnos antes de enero para que los jugadores se acomoden a la ciudad y al plantel”.

Durante la pasada temporada, Patronato era el equipo a vencer por lo que significó el título en la Copa Argentina, y su competencia en la Libertadores y Sudamericana. “Yo lo veo como un equipo grande y todos le querían ganar, si le ganabas era como salvar el año o el semestre o potenciar al equipo. Era la medida del resto de los equipos por la calidad de los jugadores”.

Para la temporada 2024 será algo distinto con la presencia de Colón de Santa Fe, más los ascenso de Gimnasia y Tiro de Salta, Talleres de Remedios de Escalada, San Miguel, más los viejos conocidos como Almirante Brown, Güemes, Chacarita, Maipú, entre otros. “Todo va a depender de cómo se arma el plantel porque hay momentos en el torneo donde por ejemplo equipos que tenían chance de estar primeros y no ganaban entonces ahí empieza a jugar la presión, la personalidad de los jugadores”.

“De hecho, antes de empezar el campeonato, si vos decías que Agropecuario iba a ser protagonista, en una apuesta decías no. Pero la realidad es que es un equipo que siempre apuesta y es competitivo”, comentó.

DE JUGADOR A AYUDANTE

Pasar de jugador a formar parte de un cuerpo técnico fue un cambio que fue asimilando en los últimos años de su carrera. “Creo que tiene que ver con la forma de ser de cada uno. Yo con 37 años, jugando en primera ya lo notaba cuando me quedaba después del entrenamiento para enseñar a los más jóvenes explicándoles que es bueno y que es malo. Con esas cosas te vas dando cuenta que te gusta esa función”.

“Ahí fui aprendiendo, me fui capacitando de a poco y más ahora estando con Walter. Empecé en Paraná con Fontana, con mi hermano Tati que me ha facilitado muchas cosas y a medida que pasó el tiempo fui aprendiendo diferentes metodologías de trabajo porque no es solamente entrenar, sino es el cómo se entrena en la semana”, señaló.

Y en esta nueva etapa en el club que lo vio nacer futbolísticamente también estará acompañado por su hijo Santiago, quien será el analista de videos del cuerpo técnico. “Es una función que nos estaba faltando y a Walter se le ocurrió la idea, además se que es muy responsable. Él va a estar en el día a día filmando los entrenamientos que nos va a servir para corregir algunas cosas en el partido. Es un lindo desafío”, explicó.

Ya trabajó con su hermano en Atlético Paraná y ahora con su hijo, lo que no le impide pensar en un futuro con un cuerpo técnico plagado de Furios. “Para mí sería algo redondito. Con Tati tuvimos la suerte de compartir y nos fue muy bien”.

PATRONATO

Iván es un hijo del Club Atlético Patronato, pasión que le inculcó su abuelo, Oscar Cacho Dubroca “a quien recuerdo siempre y lo veo pintado en la tribuna San Nicolás y es emocionante”, sostuvo.

“Mi abuelo tuvo una historia muy grande en el club. Me emociona mucho hablar de él, me da mucha felicidad estar en el lugar que él estuvo”, contó.

“Patronato siempre me genera muchos recuerdos. De entrenar en lo que hoy es el estacionamiento, de noche y sin poca luz. Además que hice muchas amistades con las que hoy me sigo encontrando en la calle o en la cancha, es algo que con el paso del tiempo no se pierde”.

Además le genera un gran orgullo el crecimiento que ha tenido el Patrón en estos años. “Vas a cualquier lado y ves una calco, o gente con camisetas en la calle, los chicos con los pantalones del club algo que hace 20 años ni se veía. Es lindo verlo crecer y sobre todo ser parte de ese crecimiento, eso me pone muy feliz”.

El amor al club, la pasión y la dedicación son algunos de los aspectos que intentará transmitir. “Esperamos que los jugadores que lleguen se sientan tranquilos, pero que esa tranquilidad no lo relaje, sino que lo potencie”.

Desde muy pequeño Iván se sintió muy atraído por el fútbol. Se formó en el rojinegro, con quien llegó a jugar el Torneo del Interior y a los 17 años dio el salto nada menos que a Boca Juniors.

“Ahí vi la competencia que había es increíble ya que en la pensión de 35 chicos solo llegaban 2 o 3. Ahí me di cuenta que podía vivir de esto donde hubo momentos buenos y momentos malos”, contó.

Y recordó la época donde tuvo momentos complicados. “Me perdí dos pretemporadas por lesión. En un momento me dijeron que me vaya, me dijeron que me quede. Uno siempre pasa por muchas etapas, en diferentes momentos, hasta siendo grande, incluso me quedé seis meses parado por malas decisiones. Pero sin duda lo pude superar siempre con el apoyo de la familia”.

“Significan todo. Desde que empecé me apoyaron continuamente, mis viejos me dieron la libertad de decidir qué quería”, destacó Iván Furios sobre su familia. “Siempre estamos juntos, siempre nos apoyamos. Estamos pendientes uno del otro que eso es algo fundamental”.

Asimismo, Iván siempre ha sido un ejemplo de perseverancia que ha ido para adelante continuamente apostando a más. “Siempre fui cabeza dura en todo. Y eso me ha llevado a llegar donde estuve. Nunca fui un jugador de excelentes cualidades, pero el sacrificio siempre lo dejaba. Es lo que me inculcaron desde chico, después si puedo llegar a tener falencias pero siempre iba por el camino correcto”.

“Soy un agradecido a Patronato que en su momento me dio total libertad para poder ir a Boca. Por eso también la alegría que sentí cuando sentí el nombre de Walter, a mí me pone feliz. Me pone feliz. Sin duda que después es fútbol. Pero es una alegría enorme que tengo”, manifestó.

EL MUNDO BOCA

Sus inicios futbolísticos están ligados a Patronato, pero el salto al fútbol profesional lo dio desde el Club Atlético Boca Juniors, donde hizo divisiones inferiores y llegó a Primera, disputando un sólo partido para luego emigrar a Chacarita Juniors.

Durante su etapa en el Xeneize se dio el gusto de compartir entrenamientos con Diego Armando Maradona. “Tuve la gran suerte de estar con él, abrazarlo y sacarme una foto. Son esas cosas que te da el fútbol”, aseguró.

“En los entrenamientos nos advertían que no podíamos tocarlo, ni acercarnos. Era como si él estuviera adentro de una burbuja. Primero que había un respeto total con todos esos jugadores como Canigia, de todos esos monstruos que había. Pero verlo a este era único”, señaló.

Y contó: “Tuvimos la suerte de ayudarlo en el entrenamiento, le alcanzábamos la pelotas. Él agarraba la pelota, la mojaba y le ponía un poco de tierra y decía ‘mirá nene’ y le pegaba al travesaño y quedaba marcado con el barro”.

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